¡Felices 82 añitos, Woody!
¿A cuál de los muchos Woody Allen le celebramos 82 años de vida? Son muchos Woody: está el cómico de standup, el autor de artículos de New Yorker, está el clarinetista, el dramaturgo. Allen fue muchas cosas antes de convertirse en eso por lo que el mundo entero lo conoce hoy...
El verdadero nombre de Woody, según cuenta su hermana Letty Aronso en el documental del director Robert Weide estrenado en 2012, es Allan Stewart Königsberg, y no solo lo cuenta ella, por lo que no es una novedad ni la gran noticia, lo que sí es novedoso es el hecho de que el enigmático Woody haya permitido que una cámara documentara su proceso creativo durante un año y medio.
Allí, en estos archivos en los que además nos abren las puertas como nunca antes de la vida del artista, somos espectadores de varios testimonios que nos permiten conocer aspectos de los 82 años de vida de Woody a los que nunca antes tuvimos acceso y en los que además podemos mirar su obra en perspectiva y ver temas abordados en sus películas que el mismo Allen vivió no solo en carne propia, sino que analizó desde muy pequeño, cuando a sus cinco años siendo un niño alegre y cariñoso, descubrió que era mortal, que algún día todo acabaría y decidió cambiar las dinámicas de ese juego del que ya no quería ser parte, la vida, y la miró de forma diferente.
Además de construir un panorama distinto al que todos los seguidores de la obra de Woody tenemos sobre su vida, Robert Weide logró en su documental que el mismo Allen nos mostrara y hablara de todos esos lugares que lo marcaron y que después influenciarían no solo su obra, sino que fueron de una u otra forma la base para el sujeto que se forjó después, ése que creció rodeado de salas de cine, nada lejos del lugar donde vivió de pequeño al lado de una familia bastante numerosa.
Hoy no solo celebramos los 82 años de vida de Allan Stewart Königsberg, sino cada uno de los actos que hizo desde que comenzó a incursionar en el mundo del entretenimiento: cuando escribió chistes para enviarlos a los diarios y desde allí empezaron a publicarlo, hecho en el que Allen se dio cuenta de que no quería que su verdadero nombre apareciera en los periódicos y en las columnas de quienes citaban sus chistes porque era tímido, pero quería conservar su primer nombre, y entonces firmó según él con lo primero que se le ocurrió: Woody Allen.
Luego lo contrataron y escribió 50 chistes por día, luego compró los anteojos negros redondos que usaba una de las personas con las que trabajaba (Mike Merrick) porque pensó que le quedarían bien y no volvió a pensar en anteojos por el resto de su vida. Siguió escribiendo chistes, para la prensa, para la radio, luego escribió para un comediante y nunca paró. Nunca estuvo sin trabajo, ni un solo día de su vida; a los 16 años ganaba más dinero que sus padres y compró por aproximadamente 40 dólares una máquina de escribir alemana, una Olimpia portátil que aún hoy usa y en la que ha escrito todo: cada guión, cada artículo para el New Yorker, todo.
"Escribir es la gran vida, porque te despiertas en la mañana y escribes en tu habitación"
Antes de seguir relatando detalles trascendentes -o no- de la vida del cineasta, queremos mecionar las que para nosotros son a manera personal unas de sus mejores películas: Bananas (1971), Annie Hall (1977), Manhattan (1979), Zelig (1983), Hannah and Her Sisters (1986), Radio Days (1987), Match Point (2005), Vicky Cristina Barcelona (2008), Midnight in Paris (2011), The Sleeper (2012), Blue Jasmine (2013), y claramente no podría faltar su obra de 1972: Everything You Always Wanted to Know About Sex * But Were Afraid to Ask.
Y como no hablaremos de ellas porque si las han visto tendrán sus propias apreciaciones y si no las han visto pues que esto dé píe para que las busquen y las exploren; solo queremos festejar también el aniversario número ochenta y dos en la vida de un grande que año a año escribe un capítulo más de su legado cinematográfico, quizá un legado que se propuso escribir cuando se dio cuenta a sus cinco años que algún día todo terminaría, que la vida acabaría; y si eso que tanto lo ofuzcó de pequeño llegara a silenciarlo en un futuro, será más grande, y no solo porque nosotros lo decimos, sino porque grandes como Martin Scorsese, Chris Rock, Mariel Hemingway y cientos de personas más que han estado cerca en alguna etapa de su vida, lo han declarado.
Woody puede no ser el más grande cineasta de todos los tiempos, ni el mejor ser humano que haya visto la tierra nacer, pero es inigualable, siempre tiene algo que decir, y aunque tenga muchas películas que nos hayan defraudado después de mirarlas, siempre tienen algo especial:
No todos tienen la capacidad de quedarse, la tenacidad y no todos tienen tanto para decir sobre la vida continuamente.
Martin Scorsese
¿Quién diablos es bueno por 20 años? Él ha sido bueno por 40 años. ¿Quién es bueno por diez años? ¿Cinco años? Es inigualable.
Chris Rock
¿Cuántes películas estupendas ha hecho? Muchas. Hizo algunos fiascos pero incluso los fiascos tienen algo especial. Siempre. Eso es arte.
Mariel Hemingway