Daisy Hernández: mestizaje y sueño americano
En el marco de la Filbo 2018 descubrimos los relatos de un nuevo mestizaje narrado por Daisy Hernández.
Cuando ganó el premio Pulitzer en 2008, Junot Díaz llamó la atención por desnudar el sueño americano en La maravillosa vida breve de Oscar Wao (2007), un joven dominicano obeso que pasa sus días entre libros de fantasía y una maldición de desamor que persigue a su estirpe.
Para su tiempo, la mezcla de problemas de clase, migración, cultura pop y espiritualidad le parecieron a los críticos estadounidenses una rareza. Pero para nosotros, como latinos, es un contraste normal que define nuestra cultura. Este enredo de costumbres que lleva tradiciones yorubas disfrazadas como agüeros, como por ejemplo, dejar un vaso de agua debajo de la cama al dormir, para espantar las pesadillas y malas energías.
Daisy Hernández descubrió que esta costumbre la aplicaban sus tías en New Jersey, pero también mujeres en México, Nicaragua y Colombia. Por eso la escogió como título para su libro. Esta escritora tiene ecos de la escuela Junot Díaz, pero actualiza la mezcla a nuevos temas: nació en Estados Unidos, su mamá es colombiana, su papá cubano, ambos trabajaron como obreros y ella es profesora universitaria bisexual y feminista. Enunciado así puede sonar a muchas cosas por digerir, pero cuando le pregunté ¿cómo hizo para conciliar tantas diferencias?, ella respondió:
“Yo no pensé que tenía tanto de qué escribir porque cuando es tu vida se te hace más sencillo porque no lo ves de afuera entonces “Ok, soy bisexual, mi pareja es transgénero, soy hija de inmigrantes, estoy trabajando en una casa editorial…” es tu vida y no lo ves tan en choque”.
Sin embargo, Daisy sí tenía varias preguntas sobre qué significaba ser todos esos roles a la vez. Cuando comenzó a salir con mujeres se dio cuenta que estaba llena de consejos para cumplir el “sueño americano de una mujer” (matrimonio perfecto, casa en los suburbios, niños y perritos en un césped artificial) , pero nada en su familia la había preparado para ser ella misma. ¿O sí?
Con esta incomodidad comenzó a escribir Un vaso de agua bajo mi cama (2018) relatos de no ficción que conocimos por primera vez en español publicado por Rey Naranjo Editores en el marco de la Filbo 2018.
“Me he dado cuenta que muchas lectoras me han dicho “yo soy bisexual, quiero leer más sobre tu experiencia porque me siento aferrada en ese sentido” otras que dicen “tengo un familiar que está en el closet, como gay y yo creo que tu libro me va a ayudar a entender”. Esto ha sido súper lindo y ha sido un honor, porque yo como escritora me sentía colombiana porque mi mami y mis tías son colombianas entonces yo pienso que los primeros cuentos que oímos son en casa. Entonces yo siento que el libro que yo escribí es bien colombiano porque aprendí en casa.”
El libro está dividido en tres partes: la primera, concilia la diferencia de idiomas, del inglés al español, del espiritual al científico y del familiar al politico. La segunda parte narra cómo Daisy definió su gusto por las mujeres sin antecedentes previos, aprendiendo a través de la experiencia. La tercera parte retrata cómo una joven de clase obrera y proveniencia latina trata de superar su punto de partida para buscar una vida privilegiada. Los textos hablan por sí mismos, así que aquí va un pequeño fragmento:
Varios artistas han dicho que “el arte es un espejo” y en efecto, la literatura de Daisy Hernández nos entrega un espejo mestizo desde el cuál podemos entender nuestros conflictos sin sentirnos juzgados bajo el lastre del subdesarrollo o cualquier etiqueta que nos defina. En Radiónica celebramos las estéticas diversas y este es arte para sentirnos más libres con lo que somos. Diversos, mezclados y latinos.