Cómic en la feria: "Los Once"
Logrado en buena parte a partir de crowdfunding, y basado en los hechos ocurridos en la Toma del Palacio de Justicia en 1985, esta obra noir y silente cuenta la dolorosa historia de ese acontecimiento a partir de los 12 ratones que son sus protagonistas. "Los Once" es también el primer cómic lanzado en aplicación para móviles en Colombia. #librosradionica
El cómic lleva muchos años leyéndose y haciéndose en Colombia, y otro tanto teniendo una presencia muy activa en la Feria del Libro de Bogotá. Desde hace más de 20 años, publicaciones originales como TNT, Agente Naranja y Zape Pelele, tuvieron un auge importante en ese evento e inspiraron, junto a muchas otras locales y extranjeras, underground y mainstream, a toda una generación de creativos, narradores e ilustradores quienes hoy en día pueden celebrar que el arte de las viñetas tenga el mismo trato de ley que las demás publicaciones culturales en el país.
En diciembre de 2012, la Corte Constitucional declaró inexequibles (por violar el derecho a la igualdad) las expresiones “fotonovelas” y “tiras cómicas o historietas gráficas”, publicaciones que se excluían de los beneficios de exenciones al impuesto de renta y otros en el artículo 2 de la Ley 98 de 1993 (Ley del Libro). Esto sucedió gracias al esfuerzo del reconocido economista y coleccionista de cómics Ricardo Espinosa (Q.E.P.D), quien en compañía de muchos de sus colegas y apoyado por publicaciones como la Revista Larva y su fundador Daniel Jiménez Quiroz, instauró una demanda ante la Corte. Hoy en día no solo la industria cuenta con beneficios económicos, sino que fue reivindicada y reconocida como una expresión cultural de gran importancia.
Sin duda, es un momento muy importante para quienes están detrás de las historietas colombianas, que de un tiempo para acá también han encontrado muchos medios de difusión y creación desde Internet y sus canales sociales. Este es el caso de "Los Once", una nueva publicación de la empresa creativa Sharpball, presentada en la feria el 26 de Abril, la cual cuenta una historia basada en los hechos de la toma del Palacio de Justicia en 1985. Aparte de ser innovadora en su parte creativa, su financiación se logró en parte con el ya conocido método en línea de crowdfunding -desde la plataforma colombiana La Chévre-, y su primera parte será lanzada sin costo en una aplicación para dispositivos móviles.
"Los Once" cuenta la historia de un grupo de doce ratones en una aventura en la que tendrán que escapar, sobrevivir y mantenerse unidos frente a la cara del Terror y la Sentencia, una despiadada confrontación que los envuelve en la inminente destrucción del Palacio. Es una odisea que retoma las 28 horas de este triste acontecimiento para llenar de esperanza la incertidumbre a través de un formato narrativo y visual muy llamativo, poco convencional y lleno de curiosidades para el público adulto y juvenil.
El proyecto cuenta con el aval de la organización Familiares de los Desaparecidos del Palacio de Justicia, quienes escribieron el prólogo y epílogo de la obra, la cual nació a raíz de una convocatoria del Ministerio de Cultura en 2011. A esta se presentaron los ilustradores Andrés Cruz, José Luis y Miguel Jiménez, con la idea de hacer algo diferente y contar una historia basada en hechos reales.
A continuación pueden leer la entrevista con Miguel Jiménez acerca de cómo fue el desarrollo del proyecto desde el punto de vista creativo y de financiación, también sobre la narración, la historia, sus influencias y su estilo visual, así como sobre la idea de que esté disponible como aplicación móvil. El lanzamiento oficial de esta aventura es el 9 de mayo.
¿Qué es el crowdfunding?
Crowdfunding es un método alternativo de financiación de proyectos. Consiste en recolectar fondos a través de la oferta de un producto y la estrategia de difusión respectiva para interesar a un público específico o no, en hacer parte de un proyecto que de forma independiente logra mantener dirección, control y libertad creativa. Se ofrecen recompensas y otros beneficios que se comienzan a consolidar al terminarse una campaña exitosa de financiamiento.
¿Cómo se hace crowdfunding en Colombia, y cómo fue el proceso de financiar el cómic?
El proceso de incluir nuestro proyecto en un portal de crowdfunding nos enseñó bastante y fue una experiencia única. Desde el comienzo sabíamos que era una decisión 50/50. Aparte de plataformas como Kickstarter e Indiegogo, que son prácticamente la norma a la hora de promover estas iniciativas, quisimos mantener el objetivo de difusión en fortalecer la identidad colombiana. El factor riesgo era precisamente hacer parte de un portal nuevo y local, que así como nosotros debía poner todos sus esfuerzos en generar conciencia colectiva al respecto de su dirección y misión. En nuestro caso, tuvimos la fortuna de contar con una idea que generaba una repercusión instantánea en el público, además de una buena cantidad de apoyos conceptuales y gráficos de muy alta calidad, que hacían sentir el proyecto fuertemente respaldado por talento humano a pesar de ser una propuesta independiente en busca de fondos para realizarse. Después de un largo proceso logramos un 8% del dinero que buscábamos.
¿Por qué es importante, desde el cómic, hacer memoria?
Es un caso específicamente dirigido al estado de esta expresión cultural en nuestro país, ya que hasta ahora estamos empezando a abrazarla genuinamente como una alternativa artística para abordar todo tipo de temas. En gran parte del mundo se ha visto como muchos autores expresan inquietudes, opiniones y reflexiones frente a temas que se podrían considerar conflictivos o controversiales gracias a medios como la historieta secuencial. Muchas veces este tipo de productos logran traspasar barreras culturales y de idiomas por contar con una fuerte narrativa visual y una presentación conceptual que se desprende bastante del texto educativo y la documentación investigativa, además de no tener que abandonar los principios bajo los cuales estas publicaciones se desarrollan. Memoria se logra al poder llevar a un público potencialmente muy grande y diverso en un viaje que lo agarra desprevenido para dejarle un mensaje contundente. Lo probamos en diversos escenarios donde el tema del Palacio de Justicia no estaba en el colectivo mental de las personas interesadas en el proyecto.
¿Por qué los protagonistas del cómic son animales y no personas? ¿Qué buscaban decir, o qué objetivo tiene esa representación?
La representación y recurso narrativo de usar animales tiene una clara intención de fantasía, incluso una especie de expresión mitológica de doblar las leyes del escenario para que el mensaje atraviese predisposiciones de personalidad y juicio, sobre todo por el tema tan delicado que estamos tratando. Una base muy fuerte es el trabajo del griego Esopo en la mayoría de sus fábulas. Se presenta un escenario con personajes animales, se genera un conflicto en el que deben participar, y la decisión que toman los personajes para lograr o fallar en su objetivo se interpreta como una analogía aplicable a la condición humana. Decidimos alejarnos de manejar el apoyo en hechos históricos como reportería y documentación investigativa para agrandar el público potencial y tener la libertad de generar un espacio de reflexión más no de estudio.
¿Ustedes hablan de tendencias neo-noir. El noir es claro en el cine, pero en el cómic, de dónde sale, qué exponentes tiene, qué otras corrientes son importantes en este momento?
El neo-noir nace de incorporar las normas del cine noir a un lenguaje gráfico-narrativo contemporáneo que se ve muy favorecido al doblar y fusionar géneros. Hay elementos muy presentes como un ambiente dramático y de contenido sombrío. Un juego visual altamente contrastado entre lo que es luz y lo que es sombra; conceptos que tratan una doble moral en las intenciones de los personajes y la historia; y muchas veces un giro en la trama que busca probar la atención del espectador a los detalles. En el mundo del cómic hemos visto cómo este tipo de lineamientos del cine de "crimen y detectives" se vuelven el universo donde se exploran diversos escenarios históricos, de sci-fi, de horror, de explotación, y un enorme umbral de historias por creativos de distintos trasfondos e influencias. Un par de clásicos del género en su formato de cómic son "The Dark Knight Returns" y "Sin City" de Frank Miller; gran parte del trabajo que ha hecho Neil Gaiman junto a Dave McKean se ha visto influenciado por esta corriente; de una época más reciente hay propuestas como 100 Bullets y un enorme compilado de historias de personajes clásicos del mundo del cómic envueltos en historias con un corte más denso y oscuro.
¿De dónde sale el título "Los Once"?
El título sale del número de personajes que usamos para formar la estructura narrativa de los eventos. Además de eso, el número aparece en muchos otros apartados de la novela, literal o subliminal. Nos sorprendimos bastante con la cantidad de coincidencias que giraban en torno a el. Nos pareció bastante importante mantenerlo, ya que es una clave muy importante en el cómo, el cuándo y el por qué se desenvuelve nuestra historia.
¿Cuál es el proceso para lograr un cómic de estas características, en todos los aspectos, narrativo, investigativo, mercadeo?
Pues así por pasos, como nos tocó a nosotros: Uno: hay una sesión de lluvia de ideas; en nuestro caso nos aproximamos al proyecto como una solución de diseño a una serie de lineamientos que hacían parte de una convocatoria del Ministerio de Cultura. Dos: se investiga en torno a este concepto y se genera una sinópsis con su respectivo inicio, nudo y desenlace. Tres: se elaboran las propuestas gráficas y diseños conceptuales iniciales que se usarán en la historia. Cuatro: se desarrolla un guion con la totalidad de los eventos de la narración. Cinco: se hace un boceto de cada una de las viñetas propuestas. Seis: se hacen correcciones en 4 y 5. Siete: se entra en contacto con las víctimas de los hechos en los que apoyamos nuestra historia. Ocho: revisar, revaluar y corregir puntos del 1 al 6. Nueve: se desarrolla el arte final. Diez: se ensambla el producto como conjunto, bien sea en presentación de libro virtual o libro impreso. Lo que más nos sorprendió fue ver como un grupo muy reducido de trabajo puede llegar al punto de generar un material que comprende una historia con un contenido muy diverso a nivel conceptual, narrativo y estético. Aparte de eso, al hacerlo por crowdfunding, logramos hacerlo en tiempo real y en el ojo público. El 50 % del éxito del proyecto ha sido en compañía de un trabajo igual de sorprendente y carismático en cuanto a difusión, mercadeo y redes sociales. Todos los involucrados estamos muy orgullosos con el pasado y presente del producto.
¿Quién es el equipo detrás del cómic y en qué otros proyectos han trabajado?
El músculo creativo detrás de "Los Once" comprende a tres amigos que trabajan bajo el nombre de Sharpball. Contamos en el momento con el apoyo de Laura Ubaté en el apartado de prensa y manejo. Desde hace unos años nos hemos visto trabajando en distintas empresas, a veces juntos, otras veces no, pero hemos logrado mantener un ritmo creativo que nos ha permitido generar contenido propio y trabajos merecedores de prestigio nacional e internacional. Esto va desde la dirección y producción de videoclips nominados a premios Shock e In Vitro Visual, ilustraciones para libros de arte de UDON y Capcom, hasta algunas celebradas aplicaciones para Internet y dispositivos móviles. Actualmente podemos afirmar que "Los Once" es una adición muy valiosa al creciente portafolio del equipo.
¿Qué otro proyecto tienen en mente para el futuro?
Como grupo independiente de trabajo adicto al flujo creativo, Sharpball desde el inicio tuvo como misión generar contenidos; creación de conceptos y diseño de personajes, hasta concepción de cortometrajes y series de TV, buscamos con constancia y buen trabajo lograr posicionar nuestras ideas como proyectos con una excelente factura y gran potencial de inversión y reconocimiento. Nuestra meta es trabajar en productos propios que sean vanguardistas, de calidad internacional y orgullosamente colombianos. El presente del grupo de trabajo comprende en llevar a "Los Once" lo más lejos que podamos, ya que desde el momento de su creación y conceptualización lo desarrollamos pensando en un universo cinematográfico animado. Nos encantaría llegar a hacer esto una realidad.
¿Qué va a tener la app que van a lanzar, todo el cómic, o actualizaciones u otro tipo de contenidos?
Vamos a desarrollar una versión gratuita que comprende la primera parte de la historia. El total de la novela queremos que tenga un costo porque el proyecto siempre reinvierte sus fondos y se ve favorecido al agrandar y expandir el impacto del producto. Será una aplicación sencilla pero muy pulida, no queremos perder el formato de libro de imágenes sin diálogos que tanta atención positiva nos ha generado. Suponemos que con el tiempo vamos a generar actualizaciones, pero es muy importante para nosotros no perder la intención del proyecto de ser un vehículo para generar memoria histórica. No queremos exprimir un formato virtual sin jugarnos las cartas de encontrar la forma de publicarlo materialmente. En el país todavía hay un gran grupo demográfico que encuentra su conocimiento en medios como la radio y los impresos.
¿Cómo la desarrollaron?
La atención y ruido que generó el proyecto en medios y redes sociales, nos dio una perspectiva muy interesante. Muchas personas han tenido la disposición de apoyar el proyecto sin dinero de por medio, donando talento y recursos humanos para lograr que esta idea salga a la luz. El equipo de desarrolladores y programadores de Appsolution en la ciudad de Tunja y su excelente desempeño han sido una contribución invaluable a la hora de refinar y definir el presente y futuro de "Los Once".
¿Dónde más van a mostrar el proyecto y qué reconocimientos han obtenido hasta ahora?
En el momento estamos haciendo un sondeo de retroalimentación hacia el proyecto. Nos han invitado a espacios muy valiosos en los que lo hemos compartido con personas de todas las edades, todos los estratos, y diversos trasfondos; eventos privados o públicos en los que terminamos con un diagnóstico muy favorable de respaldo hacia el producto. Esto nos ha traído tranquilidad y al mismo tiempo algo de ansiedad al manejar e impulsar una gestión que genera lo que consideramos una excelente, y en su gran mayoría, positiva recepción. Esperamos que una vez "Los Once" salga oficialmente, se proyecte como un recurso alternativo a la hora de rescatar la historia del país, y ojalá con esfuerzos equivalentes e inclusive superiores a los que hemos puesto detrás de esta idea, logremos mantenerlo relevante y trasladarlo a distintos medios para continuar con esta misión de hacer memoria histórica.
¿Qué cómics, autores e ilustradores los inspiraron para este proyecto, y cuáles son sus favoritos?
El combustible primordial detrás de "Los Once" es la independencia. La inspiración más grande detrás del proyecto viene de nuestros compañeros de medio y escena, los artistas con los que aprendimos y crecimos. Son muchas las personas que respaldan nuestro proyecto con todo lo que hacen de su vida diaria. Ya a una escala más universal, en cuanto a autores, tenemos de la literatura a George Orwell y "Rebelión en la Granja", "Los Rescatadores" de Margery Sharp, y Richard Adams con "Watership Down", fuentes que nos dieron una base muy fuerte en dirección creativa. Del mundo del cómic viene la fuerte influencia en contenido y visuales de "Maus" de Art Spiegelman, "Sin City" de Frank Miller y "Persépolis" de Marjane Satrapi, por citar algunas.
Hay artistas clásicos como Gustave Doré, Frans Masereel y Lynd Ward que nos brindaron la confianza para hablar con solo imágenes. Y obviamente, sin dejar de lado lo que claramente más nos marcó subconscientemente, la historia de la caricatura política y social del país. Pepe Gómez, Rendón, Osuna, Pepón, Vladdo y una gran cantidad de artistas que han logrado que la expresión de historieta más relevante y contundente del país sea la tinta y el papel, el blanco y el negro que te cuentan algo acerca de la historia.