A este robot no se le escapa nada
Un brazo robótico elaborado por el laboratorio LASA de India puede predecir la trayectoria, velocidad y movimiento de objetos lanzados en el aire y agarrarlos antes de que caigan al suelo.
Ultra-Fast es una versión menos avanzada del brazo que tendría un Terminator del futuro, pero este está pensado para salvar vidas.
Es una extremidad conectada a un computador y un software central que, a través de la experiencia y la repetición, puede aprender a predecir movimientos en fracciones de segundo, adaptarse y atrapar cosas que se le aproximen en el aire.
Cuando pueda ser usado por fuera del laboratorio, en un tiempo cercano, Ultra-Fast serviría para atrapar objetos o personas que estén cayendo, sin importar su peso o condiciones de velocidad, así como al contrario, esquivar elementos.
Asimismo, el programa que lo hace funcionar sería usado en automóviles para que reaccionen automática y rápidamente ante el tráfico y posibles elementos causantes de accidentes.
Ultra-Fast por ahora es capaz de agarrar cosas lanzadas desde diferentes lugares y trayectorias, como raquetas, botellas y otros objetos que vuelen hacia él de frente a una alta velocidad.
Pero para ser más avanzado, sus creadores tendrán que mejorarlo de tal forma que no solo entienda cuándo algo está cayendo, sino que lo haga tan rápido como para predecir hacia dónde va, y eventualmente reconocer formas, pesos, tipos de material en cuanto a los objetos. En cuanto a las personas, entender cuándo alguien está en peligro realmente y calcular su fuerza para no hacer daño.
Para sus desarrolladores del LASA (Learning Algorythms and Systems Laboratory) en India, sin embargo, la novedad no se trata de la tecnología o de lo que puede o podrá hacer el robot con ella, sino en la forma en que se le transfiere información a través de la interacción humana, de la cual aprende rápida y directamente.
Es decir, Ultra-Fast es un robot avanzado de inteligencia artificial. Tiene la capacidad de "observar" un objeto lanzado varias veces, luego analizar esas situaciones, aprender de ellas y después crear sus propios modelos para predecir movimientos.
Al final, aplica todo esto en pruebas en el mundo real a partir de millones de cálculos en milésimas de segundo.
No falta mucho para que puedan desarrollarse por completo las posibilidades de este tipo de robots. Solo imaginen un día cuando sea capaz de salvar la vida de una persona que cae por un puente o un precipicio.