Yolanda Ruiz: los retos, cambios y la ética en el pódcast periodístico
Por: Édgar Andrés Pedraza A.
En el vasto panorama del periodismo y la comunicación contemporánea, los pódcast han emergido como un medio poderoso y accesible para la difusión de información, análisis y reflexiones, pero también como mecanismo para la desinformación, el promover discursos de odio y otros males que aquejan a la humanidad en este siglo.
Los periodistas tienen el deber de informar con la verdad, pero también de reflexionar sobre su labor e impacto en la sociedad y cómo abordar ciertos temas de manera ética. Una reflexión similar fue la que llevó a Yolanda Ruiz y a la Fundación Gabo a crear El diván del periodismo, un pódcast que busca hablar con las caras más representativas del periodismo latinoamericano y reflexionar sobre el papel de la ética en esta profesión.
Ruiz habló con Al Oído sobre la razón de por qué llevar las reflexiones de periodismo y a la ética en pódcast, los retos, los cambios y reflexiones que nacieron tras dos temporadas de esta producción hecha por y para periodistas.
Los dos etapas de reflexión periodística de Hispanoamérica
Ruiz destaca que existen dos grandes etapas de reflexión para los periodistas en la región, sobre lo que aqueja su profesión y los cambios que debe tener a futuro el ejercicio.
“Yo divido en dos las reflexiones tradicionales: relación con las fuentes, off de récord, la relación con los anunciantes, la relación con el poder y los funcionarios públicos. Pero las otras son nuevas preguntas e inquietudes del oficio como temas ambientales, cómo cubrir el Me Too, qué hacer cuando los periodistas son atacados por los gobiernos de turnos y qué hacer cuando el periodista es a la vez influencer de redes sociales”.
Las etapas han sido protagonistas durante las dos temporadas de El diván del periodismo, donde se han destacado historias y personajes relevantes para los profesionales.
“En la primera temporada decidimos abordar cómo cubrir temas de género, cómo hacer periodismo con inclusión, ya sea desde comunidades indígenas o racializadas. Este 2023 estamos hablando de decisiones de colegas en situaciones difíciles, que pueden ser lecciones de periodismo y de ética para otros colegas”.
Para Ruiz, uno de los grandes retos que tuvo que enfrentar no solo como host de El diván del periodismo sino ejerciendo el periodismo en los años más recientes, fue el desaprender muchos estereotipos.
“Hablar de cómo hacer un periodismo más incluyente, como no excluir comunidades indígenas, como no tener prejuicios raciales. Creo que tenemos que desaprender muchos estereotipos que hemos aprendido después de tantos años de hacer”.
Pódcast, evolución de la radio
Yolanda Ruiz es una de las periodistas más emblemáticas de la radio colombiana, sinónimo de ética y buena labor del oficio. Su llegada al pódcast se traduce para ella un paso más que normal pues sin radio no habría pódcast.
“Yo lo siento como evolución y creo que el periodismo nunca se acaba de aprender. En este oficio debemos aprender todos los días y desaprender. He tenido una preocupación por los nuevos medios y la nueva tecnología desde siempre”.
Una de las razones para entrar en el pódcast es la facilidad de plantear contenidos mucho mejor hechos y planeados, algo que la radio a veces no permite, señala Ruiz.
“Hacer pódcast está emparentado con la radio con el lenguaje oral, tiene una conexión distinta, maneras de narrar y otras maneras de contar. Al mismo tiempo no es la inmediatez de la radio. Tú puedes hacer una preproducción y una producción tiene una riqueza de elementos que no están al aire”.
La transformación del pódcast, para Ruiz, también va de la mano con la evolución en lo digital, en la posibilidad de democratizar la información y permitir que cada periodista tenga opciones a la hora de informar.
"La transformación más significativa, la revolución que nos ha brindado el universo digital, es la posibilidad de que uno, dos o incluso tres periodistas puedan tener su propio medio de comunicación. Esto era impensable cuando comencé en la reportería a mediados de los años ochenta. Es interesante pensar que como periodista, la idea de realizar periodismo por fuera de los medios de comunicación no era una opción viable. Conseguir empleo en radio, prensa o televisión era la norma. Pero hoy en día, la posibilidad de tener tu propio canal o plantear una alternativa de comunicación es una realidad. Presenciamos una proliferación impresionante de contenidos, una democratización que, por supuesto, conlleva riesgos en términos de calidad".
La proliferación de la desinformación en pódcast
El centro de estudios The Brookings Institution reveló que, en Estados Unidos, el 70 % de los pódcast más populares comparten al menos una afirmación que ha sido desacreditada por verificadores de hechos, entre los que están las elecciones de 2020 y la pandemia de coronavirus.
Para Ruiz, el problema de la desinformación no es el canal, sino el mensajero y apunta a que la falta de ética existe en cualquier medio de comunicación.
“Justamente, en un episodio especial de El Diván del Periodismo, el primero que realizamos en esta temporada antes de comenzar formalmente, colaboramos con una colega paraguaya. Estaban inmersos en un proceso de verificación de información durante las elecciones y lograron detectar y documentar cómo se llevaba a cabo este proceso de desinformación. Entonces, obviamente, este fenómeno está estrechamente vinculado con las grandes oportunidades y desafíos que trae consigo la desinformación. Por eso, te mencionaba que la calidad de lo que se hace, es decir, la calidad de las prácticas periodísticas es crucial en este contexto. Claro está que hay muchas cosas que no superan ni siquiera la consideración de ser periodismo legítimo, ya que se están realizando acciones como propaganda, desinformación y la venta de contenidos falsos. En este sentido, tenemos una serie de problemas, pero esto no implica que el medio sea el problema”.
¿Cómo combatir la desinformación?
Ruiz concluye que para combatir la desinformación en los pódcast y el periodismo en general es necesario que se haga la labor de manera correcta.
“La ética invita a los periodistas a realizar su labor de manera correcta, independientemente del formato en el que trabajen, ya sea en un gran canal de televisión, un canal pequeño, o incluso en un canal de YouTube o un pódcast. La ética periodística no está grabada en piedra; no es simplemente una cuestión de blanco o negro. Una particularidad que me llama la atención del consultorio es que, a menudo, la gente busca respuestas simplistas, un sí o un no categórico para cuestiones complejas. En realidad, muchas veces debemos pedir el contexto antes de responder: ¿A qué te refieres con "tal cosa"? ¿Qué está haciendo esa fuente específica? Depende, por ejemplo, de la veracidad de la fuente”.
Agrega, además, que es necesario mostrar ciertos valores y acabar con uno de los mayores problemas del periodismo mal hecho actualmente que es el de descontextualizar la información.
Considera rápidamente elementos fundamentales, como la prohibición de mentir deliberadamente. “Subrayo lo de ‘deliberadamente’, ya que en ocasiones las fuentes nos engañan y terminamos transmitiendo información falsa sin la intención de hacerlo. Tergiversar, sacar de contexto, es un problema significativo en la actualidad. Tomar 30 segundos de un video puede cambiar por completo el sentido original y es, en mi opinión, como el cáncer de la información hoy en día”.
El pódcast ético no solo busca informar, entretener o persuadir; aspira a construir una relación de confianza con la audiencia. En cada palabra, en cada edición y en cada interacción, la ética periodística se erige como el cimiento sobre el cual construimos un pódcast sostenible y significativo para las generaciones venideras. En esta travesía constante, la ética no es solo una elección, es la esencia misma de nuestra labor como periodistas en el fascinante mundo del pódcast.