Una cita con Alfonso André
Él es una especie de ser mitológico cuyo principal elemento para la eternidad es la batería, su trabajo como percusionista, pero también como compositor, cantante y mucho más. Ha estado en agrupaciones tan importantes que nos han dejado para el repertorio latinoamericano canciones inolvidables como “Nubes”, “No dejes que” o “Afuera”, además de Caifanes, también existe Jaguares y su proyecto como solista llamado como él mismo: Alfonso André.
Hoy en Una cita con el profe nos acompaña quizá la voz del mejor baterista del continente en muchos años, quien nació en Ciudad de México en agosto de 1962. Hablamos sobre su trabajo como solista y su legado
Durante esta pandemia es la segunda vez que conversamos, Alfonso ¿Cómo describe “Hasta el Alba”?
Una canción muy difícil, de difícil parto y larga gestación, viene desde el primer disco El cerro del aire (2011), fue una canción que se quedó a medio camino y no se pudo resolver, se quedó relegada y la logré redescubrir en la pandemia entre mis archivos perdidos de la computadora y me di a la tarea, con Federico Fong, de hacerle un nuevo arreglo y terminarla, porque me gustaba mucho desde el origen, pero en un principio no supimos cómo terminarla.
Es una canción con un ritmo muy particular, una batería que grabó Julián, impresionante pero es muy rítmica, cosa rara en mi trabajo, porque por lo general mis canciones son más de tiempos medios y más contemplativas y esta trae una energía muy padre, con el bajo de Federico Fong y las guitarras rítmicas de Javier Calderón. Fue hecha a la distancia al igual que las otras dos canciones, yo fui armando el rompecabezas y les enviaba archivos a mis músicos y luego ellos me devolvían sus tracks y se iba armando una especie de rompecabezas y me gustó mucho, es una canción muy sólida que habla de amor, una invocación al ser amado, que muchas veces no podemos tenerlo cerca y más en estos momentos extraños que estamos viviendo, pero estoy muy a gusto con el resultado, quedó mejor de lo que esperaba y espero que les guste.
Si bien en “Cerro del Aire” y “Mar Rojo” cantas muy bien, esta canción tiene un reto en la voz muy grande, parece una especie de capas de mar, ¿cómo se vivió este reto y como contribuye a ese aprendizaje Cecilia Toussaint?
Sí me ayudó mucho, desde mi primer disco, yo estaba muy perdido y la primera vez que grababa no sabía por dónde empezar, ni cómo interpretar las canciones, ella me ayudó mucho a producirme la voz en esa primera ocasión. Siento que todavía sigo aprendiendo, aunque ya llevo un recorrido de 10 años, pero en realidad son pocos tracks los que he grabado, dos discos y tres sencillos y cada vez siento más control sobre lo que grabo, cada vez me caen realizaciones sobre cómo usar mejor la voz y cada vez me siento más seguro, en control me atrevo a hacer más cosas, y me gusta mucho abrir esa brecha y seguir aprendiendo a mis casi 60 años de vida en este planeta.
Aquí aparece Julián André Toussaint, quien comienza a tener un estilo propio y lo refleja en esos colores, ¿cómo defines a Julián como baterista?
Él tiene un vocabulario tremendo y se ha sabido nutrir de todos lados, aunque tiene mi herencia así mismo tiene los genes de Fernando Toussaint, su tío, que era un monstruo en la batería. Está muy enamorado de la música, igual que yo es un melómano, se la pasa escuchando música todo el tiempo, pero a él le tocaron otras músicas, muchos otros arroyos que yo no he transitado, entonces lo siento un músico muy completo, me llena mucho de orgullo ver cómo ha crecido desde la primera vez que lo invité en 2011, el grabó un track pero a dos baterías, a dos batacas. En ese disco él todavía estaba muy limitado, estaba empezando e hizo algo bastante básico, pero también tiene su magia ese track y cómo ha crecido desde el 2011 para acá es casi impresionante, ahorita toca todo, se pone de tú a tú con cualquiera, en México ha estado grabado con mucha gente, produciendo el disco Cromático (2020) de su mamá, ese disco es impresionante.
El haber estado tanto tiempo en contacto con el estudio lo ha hecho crecer mucho, también en cuanto a su sonido, sabe muy bien cómo lograr lo que quiere para cada track, cambia muchísimo las baterías, puede ponerles toallas encima o quitarles todas las sordinas, en fin, pueden hacer muchas cosas diferentes para lograr el sonido que quiere en cada canción, le sirve mucho la experiencia del estudio y aparte, no solamente ha hecho las baterías como bien sabes, sino que también es el encargado de las mezclas, él ha hecho las mezclas de audio de los últimos sencillos que he lanzado y el disco Cromático (2020) también de su mamá y de muchas otras cosas, está haciendo muchas producciones mucho trabajo como ingeniero y si ha crecido bastante, ante esto estoy realmente muy orgulloso del chamaco Julián.
¿Qué tan importante ha sido Federico Fong en este proceso como solista, en la música de esta década de Alfonso André?
Ha sido importantísimo, desde que lo conocí y empecé a tocar con él, y un día llegaron al ensayo Alejandro Marcovich y Saul Hernández y me vieron tocando con él y ahí mismo lo incluyeron en todos los proyectos, nos entendemos muy bien musicalmente, somos muy buenos amigos, nos leemos la mente casi, yo sigo tocando la batería incluso en mi proyecto solista con él. El segundo track que lanzamos fue “Canto Lunar”, ahí yo toco la batería y hacemos base con Federico.
Es un músico muy completo y creativo con muy buen gusto y una personalidad muy fuerte, y no le han hecho la justicia que deberían de haberle hecho por todo el aporte que le ha hecho al rock nacional, me gusta mucho trabajar con él, nos entendemos muy bien y nos leemos la mente, es muy fácil trabajar juntos. Desafortunadamente se fue a vivir a Puebla y es un estado que está cerca de la Ciudad de México, pero igual son unas horas de camino, ahorita no nos vemos tan seguido, nos vemos más por este tipo de plataformas que en carne y hueso, pero se le extraña al buen Federico para tocar.
Me llama la atención gratamente ese buen sonido de guitarra, no conocemos a Javier Calderón y Lari Ruiz-Velasco, ¿nos los quisieras presentar?
Curiosamente son dos excelentes guitarristas de rock, pero realmente han estado un poco alejados de la escena del rock aquí en México. Javier más que nada es productor, se dedica a producir mucho pop más que rock, aunque sí ha realizado de rock más que nada produce artistas de pop. Pero él es un enamorado del rock y toca la guitarra impresionante, él es el encargado del solo en esta canción “Hasta el Alba” y fíjate que me suena más marcovichiano a aguileano, pero esa es mi percepción.
Es un guitarrista extraordinario y lo curioso es que los dos tienen estilos muy diferentes de tocar, pero se complementan muy bien, se admiran mutuamente, entonces son una mancuerna increíble; a veces hay tracks que tienen mucho más de uno que del otro. Por ejemplo “Hasta el Alba” tiene más de Javier, en cambio Lari sólo hizo un solo etéreo al final. En la canción de “Los días van” creo que tiene mucho más peso Lari, en las otras están más repartidos.
En cuanto a Lari, lo conocí tocando en un bar, él suele tocar mucho en bares con su hermano y grupos de covers de rock, pop, jazz, de lo que sea es un músico muy completo y toca de todo. Y lo vi tocar en el bar y me voló la cabeza por la forma en que tocaba, así que me acerqué a él después de la tocada y le di mi teléfono, le pedí el suyo y le dije que ojalá pudiéramos hacer algo en algún momento. Pasaron los años o meses y de repente me lo volví a topar en otro bar tocando otra cosa totalmente diferente, un tributo a Pink Floyd impresionante haciéndolo con una maestría fusilándose como un maestro y nuevamente volvimos a platicar y cuando empecé a hacer mis primeras maquetas del primer disco en las primeras personas en las que pensé fue en hablar con Lari, afortunadamente aceptó y está ahí desde que empezamos.
Lo mismo a Javier, a él lo conocí gracias a través de Chema Arreola, ellos tocaban juntos cuando eran chavos en la secundaria y estábamos haciendo un homenaje a Cerati en la Ciudad de México y armamos varios grupos de diferentes músicos de la escena nacional para que cada grupo interpretará alguna canción de Cerati y justamente había dos músicos que tocaban para todos, Javier Calderón y Darío González, y él también ha participado conmigo en varios tracks, por ejemplo “Encanto Lunar” es el tecladista. Ahí conocí a Javier en el homenaje a Cerati y también me voló la cabeza por cómo tocaba y le empecé a enseñar mis demos y él fue quien se propuso solito, dijo “quiero entrar, me encantaría hacer rock hace mucho que no lo hago” y desde entonces estamos tocando juntos, desde el nacimiento del primer disco.
Hablando de la canción ‘Hasta el Alba’, letra de José María Arreola, ¿cómo la describes?
Esta canción pasó por tres diferentes letras, una de ellas hablaba de las mentiras, pero como que sentíamos que no tenía nada que ver con la música y por fin llegamos a esta idea y Chema, que es alguien con quien he trabajado desde mi primer disco, se le conoce a él más como baterista, pero en este proyecto fue más el letrista, se retiró de la batería hace ya unos años, escribe muy bien lo trae en los genes, en la sangre, es nieto de un gran escritor mexicano Juan José Arreola y trae la pluma en la sangre, siempre le ha gustado mucho escribir.
Esta canción es de amor, básicamente es como declararle tu amor a una persona amada y así como también tiene algo de añoranza de poder estar con esa persona amada en estos tiempos que estamos pasando. Aunque no fue compuesta con la pandemia en mente tiene su conexión, igual que los otros dos sencillos que sacamos, como que tienen que ver mucho con la pandemia, aunque no fueron concebidos hablando de ese tema en específico sino con temas mucho más personales, por ejemplo “Los días van” habla sobre la pérdida de la memoria, los recuerdos, el querer hacer cosas que se te van que también tienen que ver mucho con lo que estamos viviendo. Y “Canto lunar” es una plegaria a la luna para que nos ilumine.
Se habla de EP, que te da la posibilidad de una o más canciones, y si es el caso de más canciones, ¿no puede ser la base del tercer disco?
Sí, pensamos estas canciones sin nada en mente, sin saber si iban a ser una colección de sencillos o si los íbamos a acoplar a un EP o un LP. Todavía seguimos sin saber bien que hacer porque si queremos que quede en un formato físico ya sea en acetato o CD, aunque ya nadie los use, a mí me gusta todavía utilizarlo y sé que lo haremos realidad, pero no sabemos todavía si va a ser un LP o a lo mejor meter algunos de los covers que lanzamos durante la pandemia que están bien padres. Hay otras opciones en las que estamos trabajando ahorita, una de ellas ya tiene nombre y apellido se llama “Rezo” y está increíble, ya tiene el trabajo hecho nada más hace falta plasmarla en serio y no en el demo, y hay otra en la que estamos trabajando entonces si hay material suficiente para un EP o sino para un LP.
¿Qué significó Charlie Watts, en tu formación o tu inspiración, o tienes alguna anécdota especial junto a él?
Si, me dolió mucho su partida, no quiero mentir y decir que fue de mis grandes influencias, me gusta mucho los Rolling Stones es de mis bandas preferidas pero él como baterista no es una influencia importante para mí, aunque él fue una parte importantísima de los Stones no lo pondría entre mis bateristas preferidos, pero si me dolió mucho su partida, Sticky Fingers (1971) es de mis discos favoritos de la vida, me gusta mucho su trabajo en la cohesión de las bases y el ritmo de la canción, son de admirar. Es una época que se acaba por la partida de los grandes maestros de los rock de los 60 y 70, lastimosamente ya empezaremos a ver estas pérdidas.
Cuestionario Radionica:
¿Disco favorito?
No tengo
¿Comida favorita?
Comida japonesa y mexicana
¿Película favorita?
No tengo, pero me gusta mucho American Beauty
¿Qué te produce miedo?
Lo desconocido
¿Qué es el amor?
La fuerza que mueve al universo
¿Una canción para cantar en voz alta, a grito herido?
David Bowie, "ashes to ashes"
¿Un libro recomendado?
El amor en tiempos de colera, Gabriel García Márquez
¿Qué artista de México recomiendas?
Beta
¿Un lugar en el mundo?
Praga
¿Cómo se salva el mundo?
Con conciencia, nos hace falta a todos. Hay que ser más responsables con nosotros y nuestro entorno.