"¡Sí se puede!" Puerto Candelaria celebra 20 años de música independiente
Hablamos con Juancho Valencia (Sargento Remolacha) a propósito de las dos décadas de trayectoria que cumple Puerto Candelaria, su proyecto bandera, una apuesta por hacer música de calidad que no siga tendencias sino pasiones, un proyecto que sigue obteniendo reconocimiento alrededor del mundo por su sonido, por la continua y comprometida exploración de la que son pioneros en Latinoamérica: una fusión de cumbia colombiana con música tropical, jazz y algo de rock.
A la fecha Puerto Candelaria ha publicado 8 álbumes de manera independiente, Merlín Producciones es su sello y por allí salieron los tres lanzamientos del año pasado: “Yo me llamo cumbia”, que se llevó un Grammy Latino a Mejor Álbum Cumbia o Vallenato; “Cinema Trópico”; y “Cantina la Foule”, con gran acogida entre los seguidores del proyecto.
Con "Cantina la Foule" Puerto Candelaria rinde homenaje a varios y diversos artistas, nombres y músicas que pocos se atreverían juntar; es un álbum tan meticulosamente trabajado que quien escucha podría pasar por inadvertida la mezcla entre Frank Sinatra y Julio Jaramillo.
Juancho Valencia sigue haciendo lo que más le gusta: proponiendo, rompiendo moldes, generando impacto.
¿Cuál es la historia de “Cantina la Foule”?
“Cantina la Foule” es un disco de covers de canciones, la mayoría muy antiguas, compuestas en los años 30 y 40. Es un recorrido que Puerto Candelaria, entre homenaje, entre disfrute, entre locuras decidimos hacer un disco que fuera cantinerito, como con el sentimiento de despecho. En este trabajo decidimos unir canciones en español, en francés y en inglés; es el primer disco de Puerto Candelaria que es cantado en tres idiomas. Es un disco que une a Celia Cruz con Édith Piaf, que une a Julio Jaramillo con Frank Sinatra.
Este álbum une lugares lejanos pero que cuando tú lo escuchas te das cuentas que todas estas canciones hacen parte de una cultura y hacen parte de un sentimiento que podemos compartir como habitantes.
Aquí queríamos darle un toque candelario con la elegancia que tienen estas canciones, con la sutileza con que se cantaba y se interpretaba la música hace 90, 80 años. Queríamos transmitir esos elementos fundamentales, queríamos hacer un disco que pudiéramos compartir con nuestros abuelos, con nuestros padres, con nuestros hijos, y eso es lo que sucede en el disco, que realmente las personas que aman a Julio Jaramillo, que aman a Celia cruz, a Édith Piaf, a Fréhel, sintieran una admiración por este trabajo.
Es un trabajo que debes hacerlo con pinzas, es un trabajo de filigrana, de escoger cómo vas a llevar al sonido de Puerto Candelaria estas canciones que definitivamente no hay nada que hacerles porque son obras maestras desde el primer momento en que se hicieron.
¿Cómo fue el proceso de selección? ¿canciones o artistas?
Digamos que lo primero que estábamos buscando era que hablaran del desamor. También estábamos interesados en rendir homenaje a la cultura francesa que tanto nos ha permeado. Hemos estado muy presentes en Francia y queríamos generar ese lazo con el público francés adulto, y pues cuando tú te empiezas a adentrar en las profundidades de esta música te das cuenta que las canciones francesas tienen una influencia del bolero, porque el bolero en los años 30 era muy fuerte también, era muy conocido y potente en Europa.
Digámoslo de alguna manera que ya había sucedido la fusión entre Europa y Latinoamérica con estas canciones en los años 30 y 40. Igual con las canciones de Julio Jaramillo, por eso hacemos el juego de tener una canción que se llama “Que nadie sepa mi sufrir” cuando el disco se llama “Cantina la Foule”, y La Foule es la versión de “Que nadie sepa mi sufrir” de Édith Piaf. Cuando el equipo de Édith Piaf escuchó la canción les fascinó pero cambiaron la letra, digamos que los derechos de autor eran todavía muy insípidos para entonces y era posible hacer ese tipo de samples.
Para nosotros esas canciones fluyen en dos lugares. Era como generar unas redes, unas conexiones muy bonitas desde el faro de Puerto Candelaria, de eso se trata, de construir historia, valores de nuestras tradiciones.
“Cantina la Foule” ha tenido una muy buena recepción, ¿piensa Puerto Candelaria en un Vol. 2?
Totalmente, queremos seguir, precisamente, desarrollando canciones de esta misma época, con ese mismo romanticismo y nostalgia de otros lugares. Este álbum ha tenido tanto éxito con nuestros seguidores que por ejemplo empezamos a recibir mensajes como: “Mira, en Rusia tenemos un canción que puede funcionar. Que también es como de esta época”, en Brasil y en Turquía igual.
Entonces se empieza a expandir a otros lugares maravillosos este concepto, y definitivamente estamos esperando tener la posibilidad de hacer un volumen dos de “Cantina la Foule” a finales de 2020.
¿Qué se siente llevar 20 años haciendo bailar, llorar y reír a incontable número de personas alrededor del mundo?
Definitivamente me llena de sentimientos esa pregunta pero te puedo responder que lo único que siento es orgullo de seguir vigente todavía. 20 años después Puerto Candelaria sigue en sus primeros lugares, hace noticias importantes para la cultura colombiana, para la cultura latina, seguimos rompiendo fronteras con nuestra música, entonces me llena de orgullo, no solamente de Puerto Candelaria como proyecto sino de sus integrantes, de la familia que hemos construido, de las producciones.
Somos un equipo de 15 personas, la mitad llevamos 20 años y la otra mitad lleva entre 15 y 10 años trabajando muy fuerte en este proyecto y solo me da orgullo poder decirle al mundo que sí se puede, sí es posible en la música construir un lenguaje independiente, no tener que renunciar a tus sueños para complacer. Siempre estamos invitando a la gente para que se atreva a soñar, que se atrevan a hacer combinaciones inimaginables y definitivamente no tenemos duda de que a Puerto Candelaria lo tendremos 20 años más.
El 2019 fue un año movido para ustedes, lanzaron tres álbumes, uno se llevó un Grammy, ¿qué significó este reconocimiento?
En el transcurso de nuestra carrera, yo ya tenía un Grammy en el bolsillo de música clásica y seis nominaciones como productor y arreglista, de otros proyectos musicales, pero ganarse el Grammy con Puerto Candelaria era más que ganarse un premio, fue y se convirtió en un símbolo muy poderoso de la música independiente de Latinoamérica, no solamente después sino en el mismo momento. La ovación que tuvimos de la industria -que al final tiene otras reglas de tendencia- por el esfuerzo que habíamos hecho, por llegar solo con méritos, fue muy importante. Creo que el mayor premio que pude haber recibido fue haber podido transmitir ese mensaje de esperanza sobre la música independiente.
Ya adelantaste sobre un nuevo álbum para finales de este año, ¿qué más trae Puerto Candelaria?
Comenzamos nuestra gira mundial de los 20 años, acabamos de aterrizar de Argentina y Chile. Vamos a comenzar la temporada en Colombia y después estaremos viajando un par de meses por Europa, Eurasia y África. Vamos a seguir con nuestros conciertos. También estaremos lanzando canciones nuevas, canciones que se empezarán a recolectar en el primer trimestre del 2021 para lanzar nuestra novena o decima producción discográfica.