La melancolía envolvente de Alice Boman
Solitaria en su habitación, Alice Boman, oriunda de Malmö (Suecia), grabó hace varios años unos demos a los que título Skisser, que significa “bocetos” en sueco. Su plan, como el de muchos artistas, era enviarlos a un estudio con el objetivo de convencerlos de que le permitieran grabar el material de manera más profesional. La respuesta del estudio fue diferente: los enviaron a Adrian Recordings que, a su vez, decidió lanzarlos como EP el 22 de mayo de 2013.
Lo sencillo de esta historia, tanto por la imagen de Boman en su habitación trabajando en su música como en la forma tan orgánica en que esta salió a la luz pública, es una extensión de la sensación, del sentimiento, que genera su trabajo. Con un cuidadosa artesanía en la creación de texturas que irradian un sonido atmosférico e inmersivo, acompañadas además de su frágil y envolvente voz, la artista sueca crea una especie de vórtice en el que confluyen el ambient, el dream pop y el folk. El resultado es una música que parte de elementos muy sencillos que va conquistando oídos con ese don de generar tranquilidad.
Luego Skisser fue relanzado en una edición limitada de vinilos, y más tarde, el mismo 2013, vio la luz digitalmente un EP que contenía remixes de sus canciones. Ya en 2014 publicó su EP II que empezó a recibir elogios de Billboard, The New York Times o de Gorilla vs. Bear, entre otros. Su música también llegó a series de televisión y películas como 13 Reasons Why, Suits, Paper Towns o Transparent.
Este año, en el mes de enero, Alice Boman lanzó su esperado álbum debut Dream On con el sello Play It Again Sam. Un trabajo en el que la sueca buscó mantener la intimidad de su sonido, por lo que cargó sus instrumentos y equipos de grabación a una casa en el campo con el fin de sentar en la distancia las bases de lo que quería. Nuevamente impactó con sus paisajes sonoros, ondulantes, que en cierta medida evocan o cargan en su ADN una melancolía presente en películas como Moonlight, In The Mood For Love, Beginners y Paris, Texas. “Las películas son lo que más me inspira en mi composición", ha declarado la artista.
Hablamos con ella sobre lo sencillo, lo envolvente, la melancolía y el rechazo, siendo este último el tema de su primer sencillo de esta producción que lleva por "Everybody Hurts". Esto fue lo que nos dijo.
¿Por qué buscar tranquilidad y sencillez en la música?
Creo que para mí es una manera de acercarme al mundo. Cuando las cosas son sencillas es más fácil que te atraviese algo, que sientas cosas. Me gusta aterrizar el sentimiento de esta manera, cubrirlo de esta manera.
¿Cómo logra ese carácter inmersivo con su música?
En un principio intento crear un lugar cálido, y precisamente por eso es que busco que sea algo sencillo, jugar con el silencio. No me gusta que las cosas sean muy ruidosas, busco que puedas escuchar todos los elementos, es importante para mí.
Precisamente, ¿cómo es su rutina cuando busca la inspiración? ¿Qué tan importante es para usted distanciarse?
Depende mucho. Sí creo que la mejor manera de inspirarme es poderme retirar por un tiempo. Estar en silencio me permite estar mejor conectada con mis sentimientos, pues no hay distracciones y me puedo enfocar. Pero no puedo hacerlo todo el tiempo, hay veces que estoy en la ciudad y en ese caso me gusta mucho salir a caminar, me hace muy bien para mi cabeza. Tiendo a sobrepensar mucho y el acto caminar es muy importante. También me gusta mirar películas pues me ayuda a sacar cosas de adentro.
Ya que toca el tema de las películas, usted ha mencionado la influencia de largometrajes como Moonlight, In The Mood For Love, Beginners o Paris, Texas. Todas tienen como hilo conductor un sentimiento de melancolía, ¿busca usted esto en su música?
Sí, realmente me gusta la melancolía, creo que es un buen sentimiento. No es tristeza no es oscuridad, hay belleza ahí. Creo que es bueno estar cerca de tus sentimientos y estas películas me ayudan a conectarme porque muchas veces soy buena apagándolos y dejándolos a un lado.
Son muchos los aspectos de la vida que están siendo manejados bajo discursos que se construyen alrededor de la idea de ser felices, ¿estamos llegando a una dictadura de la felicidad?
Claro que siento este tipo de presión. Además, con las redes sociales, siempre todos parecen mucho más felices que tú, mucho más enamorados y creo que no es verdad. Creo que para mí, en mi música, es esencial mostrar que es muy importante dejarte estar triste o no tener sentimientos felices todo el tiempo. Incluso para poder estar feliz.
¿Ofrece su ciudad, por ejemplo, espacios nocturnos para otro tipo de relaciones o conversaciones fuera de la fiesta muchas veces revestida de euforia y felicidad?
No tenemos muchos espacios así, siempre se trata de bailar. Hay bares donde la música es más calmada, pero son muy pocos; usualmente tienes que gritar y no te puedes comunicar. Sería muy bueno tener diferentes lugares que atraigan otro tipo de personas y relaciones. Para algunas personas los lugares de fiesta pueden ser muy intensos.
¿Han transformado las redes sociales la manera de lidiar con nuestras emociones?
Sí lo creo. Es fácil estar ocupado todo el tiempo, llenando tu cabeza de lo que ahí ves porque siempre hay algo para ver. Sin darte cuenta muchas veces terminas en el celular, gastando horas en Instagram o yo que sé. Ya no tienes mucho tiempo contigo mismo.
Tomando como referencia la temática del sencillo "Everybody Hurts", ¿cómo convivir con el rechazo?
Creo que lo que hecho es acudir a amigos, no pensar que nadie te quiere. Es una persona solamente la que te está rechazando que considera que no eres suficiente, pero siempre habrá gente que te ame y eso es lo que hago, me refugio en esta.
¿Cómo mantener la intimidad creativa cuando ya tienes que trabajar con más gente en tu música?
Creo que he tenido mucha suerte porque la gente con la que he trabajado entiende lo que busco. No sé, simplemente he tenido mucha suerte, ha fluído naturalmente, me siento cómoda, lo cual es esencial.