"El futuro ya se ha acabado": Una charla con Andy Bell de Erasure
Una de las bandas británicas más exitosas de los 80 y 90, con cinco álbumes número uno y 24 éxitos consecutivos entre los listados británicos, Erasure continúa por el puro placer de poder hacerlo. El dúo de synth pop presenta su álbum 19 haciendo lo que mejor se le da, seguir adelante y con “The Neon” (2020), Andy Bell y Vince Clarke le presentan una carta de amor a todo aquello que los ha inspirado a hacer música.
Después de un político “World Be Gone” (2017) que les valió un regreso a los listados después de varios años, Erasure presenta un trabajo enfocado en el aquí y ahora con canciones sobre el enamoramiento, el amor propio y bailar. Ya sea el profundo amor por los sonidos electrónicos o la estética visual del neón, este álbum está hecho para las pistas de baile, algo que se confirma con canciones como "Hey Now (Think I've Got a Feeling)".
Hablamos con Andy Bell quien ha pasado la cuarentena tratando de cuidarse en soledad, separado de su pareja debido al cierre de aeropuertos este año “Lo extraño mucho a él, y a mi perro, pero me doy cuenta de que no me importa estar solo. Desde que me fui de casa, cuando yo era un chico de diecisiete años. Siempre he vivido con otra gente en casa. Es la primera vez que lo hago solo y me gusta mucho”.
En su soledad se ha dedicado a revisar todos los detalles del lanzamiento de “The Neon” (2020), a hacer entrevistas y trantando planear las fechas de su eventual gira para el próximo año.
"The Neon" (2020) tiene una relación especial con el color, la iluminación y la estética de uno de los íconos de la vida nocturna durante gran parte de las décadas de los 80 y 90, sin embargo para Andy es algo que va mucho más allá de una referencia a las fiestas y el baile “para mí, el neón es algo mucho más suave. Me gusta cuando caminas solo y lo ves en piedra, como un viejo muro de piedra. Me encanta la diferencia entre el muro realmente antiguo y el neón”. Es un asunto estético y romántico, Andy comenta que sus colores favoritos son el lavanda y el rosa.
El neón es una experiencia mágica que resulta de la interacción entre el gas y el vidrio, que se puede alterar en forma y color dependiendo de las mezclas y el tratamiento que se haga de él. Por momentos no se sabe si habla de música o de electrónica, tal vez para él en este caso son casi lo mismo. “Es como algo vivo atrapado dentro de esta caja de vidrio. Para mí, es como un fantasma, pero es casi como un sintetizador, así que es como, es como una terapia, si pudieras hacer, como un theremin de neón, creo que sería realmente asombroso”.
Este álbum se siente como una celebración de la música pop, como un regreso triunfal después de años de dominación de otros géneros.“Me encanta la música pop. Y no hay mucha música moderna para la que tenga paciencia para sentarme y escuchar. El otro día escuché un grupo que realmente disfruté mucho, creo que se llamarían algo como Would Be Thieves o algo así (¿Nothing But Thieves tal véz?)”.
Para Andy el problema en la música radica primero en todo lo extramusical. “Con los artistas modernos, todo es una especie de saturación. Llegas a este punto en el que no puedes girar la cabeza sin leer sobre ellos, sus relaciones y sus peleas. La música es como una telenovela”.
En la portada de “The Neon” (2020) se puede ver también una clara referencia estética a la calidéz de la modernidad, Andy recuerda cuando una canción era una canción, separada de todo el marketing, los videos y las redes sociales, de toda la histeria que según él rodea un hit en la actualidad. Para él la música debe ser una experiencia personal. “Cuando tenía 15 o 16 años, iba a la tienda de vinilos, miraba a mi alrededor con la emoción de ver a todos esos artistas en los estantes, solo podías mirar las fotos y luego tomar la grabación y simplemente escuchar y ver si te gustó”. Algo que contrasta con el ritmo frenético de scroll con el que la industria musical avanza en la actualidad.
El álbum trae de vuelta los sonidos electrónicos característicos de sus primeros trabajos, con un color muy del final de la guerra fría. Además en sus canciones hay mucha esperanza y reflexión. Andy comenta que esto no fue a propósito de nada en particular, muchos de los sonidos vienen de los sintetizadores que Vince tiene. Máquinas realmente únicas.
Uno suele relacionar estos sonidos con la estética de la época, pero para Andy no hay una relación directa. “La gente simplemente tiene esta extraña idea sobre los ochenta, el sonido de los ochenta y lo que era. No creo que sea una cosa en particular, es algo diferente para diferentes personas. Para mí, son sonidos que creó para este álbum que hicimos el año pasado. Así que es como el sonido de 2019”.
Vince Clarke siempre está buscando un sonido único, ha sido una de las fuerzas detrás del ascenso y la continua vitalidad del movimiento synthpop, y su trabajo con Erasure y agrupaciones como Depeche Mode y Yaz, entre otros, ha demostrado una enorme influencia en el surgimiento posterior de la electrónica. En el caso de este álbum Clarke usó solo los sintetizadores analógicos, casi los mismos que usó en trabajos como “Wonderland” (1986) y “The Circus” (1987), de ahí la referencia al sonido de los 80 del que se habla en muchas publicaciones, sin embargo Andy también recuerda que este tipo de sintetizadores fueron muy importantes para el nacimiento del hip hop y que son muy usados en la actualidad. “Ahora todos son instrumentos antiguos. ¡Ya no sé cómo puedes crear un sonido futurista! Creo que tal vez, tal vez hemos ido más allá de eso, lo hemos superado. ¡El futuro ya se ha acabado!”, afirma mientras ríe.
Este álbum fue el resultado de un ejercicio creativo sin pretensiones, un clásico: “Vince, ¿tienes ganas de escribir algo? Vamos a escribir un poco”, que Andy Bell propuso en agosto del año pasado. La composición y preproducción se realizó en Brooklyn en dos sesiones en las que Clarke tenía cerca de 20 pistas trabajadas y a las que Bell reaccionó con emoción. “Era justo lo que esperaba. Y luego, a pesar de que somos un poco tímidos siempre que entramos al estudio, solo levanté el micrófono y le dije a Vince que le diera play a ciertas partes que funcionaban. Sucedió muy rápido. Él y yo teníamos la sensación instintiva de que funcionarían muy bien”.
Andy se trasladó a Atlanta en donde tiene un pequeño apartamento con un estudio análogo y se concentró en trabajar en las letras del álbum. “Estaba concentrado, no estaba haciendo nada malo, no bebía demasiado. Y creo que tener disciplina ayudó mucho. Trabajar en las palabras cada noche, entre las diez de la noche y las dos de la mañana, ir al estudio al día siguiente y tener este tipo de rutina bastante disciplinada”.
Trabajaron la mezcla con David Wrench en Londres, en su estudio en Bethnal Green, cerca a la casa de Andy Bell. “Escuchamos las mezclas y Daniel estaba allí. Así que fue como en los viejos tiempos”.
Aparte de lo músical, Erasure ha sido una banda intrínsecamente ligada con las luchas de la comunidad LGTBI+, su más reciente video “Nerves of Steel”, dirigido por Brad Hammer y producido en cuarentena cuenta con una gran cantidad de representantes de la comunidad Drag y continúa con ese espíritu de celebración del disco. “Creo que si dejas a un lado las creencias religiosas y miras quién es un ejemplo. Una buena persona que te ayudará con tus compras cuando estés bajo llave y esas cosas. Quién es una persona realmente feliz, que cuida a sus amigos y familiares. Y muchas veces son personas LGBT, no sé por qué pero lo son”.
Andy también rememora la reciente celebración del mes del orgullo y recuerda que muchos avances se han realizado. “Creo que muchos jóvenes están mucho más adelante de nosotros, están mucho más adelante que cuando yo tenía 17 años. Creo que es algo natural y me siento muy agradecido de ser parte de la comunidad y ser parte del mundo como es ahora. Aunque es un lugar aterrador, a veces lo es, creo que están sucediendo muchas cosas emocionantes”.
“The Neon” (2020) estará disponible a partir del 21 de agosto en todas las plataformas.