Despegando con Enrique Lloreda
"Despegar" significa, según La Real Academia Española: “Apartar, desasir y desprender algo de otra cosa a la que estaba pegado o junto”. Un mensaje que, a lo largo de su debut musical, Enrique Lloreda insinúa a través de sus letras y su música.
Con el funk puro y duro como influencia principal, combinando un poco con sonidos Neo Soul, Indie, Hip Hop y R&B, Enrique logra condensar toda una serie de historias y emociones que fue recogiendo poco a poco a lo largo de su estancia en Montreal, donde estudió producción musical en la Universidad de McGill.
"Despegar" (2020) está compuesto de cinco canciones que, a través de arreglos venenosos, y riffs movidos, crean un sonido que nos invita a sentir todos los matices que implica un viaje. Desde la fiestera expectativa de llegar a conocer nuevos sitios y vivir nuevas aventuras, pasando por la tristeza nostálgica que se siente en muchas ocasiones al recordar las raíces y las cosas hermosas que se sacrificaron para poder emprender el viaje, hasta la importancia de reflexionar sobre el valor del regreso.
Este proyecto es un “Despegar” del suelo, de las raíces y tal vez de la misma comodidad para volar lejos y alimentarse de todas las nuevas experiencias que ese vuelo puede traer para crecer profesional y sentimentalmente.
Enrique nos abrió las puertas de su estudio y nos habló de su historia, del álbum y su origen, las temática de sus letras y, lo más apreciado, difícil y retador: crear un proyecto musical siendo su propio productor.
El concepto de tu álbum es "despegar" ¿Cómo llegaste a él?
Irse implica muchas emociones, combinadas. Por un lado, está la ansia y la ilusión de conocer una nueva tierra, nuevos mundos. Y al mismo tiempo está la nostalgia de dejar atrás el hogar. Al regresar, uno entiende que en el hogar está la esencia.
Toda esta música se inspira en mi experiencia de haber vivido en el exterior, es un despegar hacia nuevos estilos, nuevos sonidos, nuevas formas de pensar y nuevas experiencias sentimentales, pero reconociendo la importancia del lugar de donde vengo.
¿Cuáles son las grandes influencias musicales del EP?
Yo estudié en la Universidad de McGill en Montreal. Esta ciudad es conocida por tener una escena increíble de Neo Soul, Hip Hop y R&B. Yo me empapé de esta música, iba a todos los Jam, a los open mics, me parecían sonidos muy frescos y empecé a escuchar artistas como Mark Miller, Bruno Major y Kaytranada, productor que admiro mucho.
Esta experiencia me ayudó a decidir la vibra del EP que le tira al New Soul, al R&B, combinado con el funk caleño y lo alternativo, y lo Indie colombiano.
¿Cómo llegas a la composición de cada canción?
Este proceso fue un accidente feliz. En octubre del 2019 escribí el riff Funky de “4000 KM”, que es la primera canción del EP. Luego, la letra salió de la situación que estaba pasando en ese momento, el final de una hermosa relación a distancia y mis agradecimientos por ese amor.
En medio del proceso hice unos cursos de marketing online y para aplicar lo aprendido, cogí la canción como experimento y armé toda la campaña. Hice un contenido audiovisual tocando la versión acústica en mi balcón, a menos de 17 grados, con una tormenta de nieve atrás, le metí publicidades y eso conectó y explotó con miles de personas en Latinoamérica.
Fue algo muy loco, yo no me esperaba algo así, la canción se movió muy rápido, aún no había lanzado la canción oficial y la gente me preguntaba que para cuándo salía. Decidí anunciar que salía el 24 de febrero del 2020 y cuando salió se movió bastante. Al ver esta situación entendí que había creado algo que ya no podía dejar atrás, había gente esperando más música y ahí surgió la idea de sacar una canción cada dos o tres meses y lanzar un EP completo a finales de año.
Tu profesión es de productor ¿en qué momento decidiste transitar al trabajo de cantante?
Comencé produciendo para artistas como Alexis Fernández, Shawn, Monti Music, Flycomets, y Raiyei, ya hace dos años y medio, y fue muy hermoso observar el universo de la construcción musical, componer una canción, llevarla al computador, entender el desarrollo de la producción pensando en conectar con la audiencia, cultivarla y mantenerla sintonizada. Con esta experiencia aprendí cómo lanzar una canción, cómo ser un artista y a pensar en las emociones de la audiencia, ser empático a través del sonido, la música y la letra.
Fue un reto que me puse para aprender cómo se siente estar al otro lado del vidrio, cómo se siente ser artista y, de esto, traer estas experiencias a mi negocio como productor para fortalecer el aspecto de organizar y estructurar las visiones de los proyectos musicales con los que trabajo.
Grabas parte del EP en medio de la cuarentena ¿cómo fue esta experiencia de convocar a lso músicos?
Yo soy de Cali, allá me encontraba cuando todo pasó, y en mi casa tengo un equipo de gente con la que trabajo, entonces estuve ahí con ellos trabajando en sus espacios, grabando percusiones, etc., pero el 98 % de la música la hice solo en mi casa. Fue un proceso interesante tener que tomar decisiones, decir que va y que no, y como eran tres canciones las que faltaba por lanzar, tocaba moverse con eso.
Para esas tres canciones trabajé con Felipe Zamora, trompetista, y Juan Manuel Prieto, saxofonista. Ellos grabaron los vientos en “Nananana”, pero de resto sí lo hice solo en la cuarentena.
Y sobre el video de “Nananana”...
En Cali también hicimos el video de “Nananana”. Fue una experiencia muy bonita, mostrar la ciudad en ese video y haberlo hecho con tanto amor con gente que he querido toda la vida.
Antes de rodar hablamos de unas referencias que iban con el R&B de acá de Colombia como Juan Galeano y Jona Camacho, que son grandes exponentes en Colombia, pero en lo demás yo no metí mano. Francisco Lago fue el mastermind detrás de todo, es un gran amigo de toda la vida, le pedí que se encargara de lo audiovisual.
¿Qué planes tienes para seguir moviendo la música? ¿Hay planes de concierto o formatos en vivo?
La forma como me quiero mostrar es como un one man show tirando samples, loopeando y armando todo con el computador y los instrumentos. Quiero hacer versiones así de cada canción, ponerlas en Youtube y lanzarlas solo audiovisualmente para que sea más o menos un concierto, esto, para seguir moviendo el álbum.
También estoy planeando un álbum de colaboraciones, en este voy a ser más productor y beat maker. La idea de este álbum es introducir el R&B y el New Soul en la música que se escucha aquí, hay reguetoneros, cantantes de pop, funk y Hip Hop. Esto con el propósito de crear algo novedoso y posicionarlo en Latinoamérica.
¿Cuál es la reflexión personal que te ha dejado este trabajo musical?
Aprendí que hay momentos en la vida en los que debo hacer una pausa y pensar en lo que está pasando, en lo que realmente siento. Una cosa es pensar lo que uno cree sentir y otra es escuchar el cuerpo, la mente y el espíritu.
Trabajando en las canciones hubo momentos en los que sentí mucha pesadez, entonces paraba, salía al balcón, luego me sentaba, cerraba los ojos, me ponía los audífonos y esperaba a ver cómo mi cuerpo reaccionaba a la música. Creo que la lección más grande es aprender a parar y escucharse a uno mismo, saber qué es lo que necesita.