La Orquesta Filarmónica de Medellín prepara una noche con ritmos llaneros y clásicos
La música de los compositores Rachmaninov y Mendelssohn, una pieza musical contemporánea del colombiano Wolfgang Ordóñez y la participación del violinista Philippe Quint, integran la programación del concierto, con la dirección de David Greilsammer, que estrena la Temporada 2024 “Conexiones” de Filarmed.
La cita será el sábado 17 de febrero a las 6 p. m. en el Teatro Metropolitano. Todo sobre las boletas en latiquetera.com, Premium Plaza y Plazoleta Central La Tiquetera Itagüí.
Para Greilsammer la temporada inicia con un programa lleno de energía y se presenta para descubrir la manera de ver la vida de los músicos: sus pasiones, su creatividad, su conexión con el mundo. “...además, este concierto simboliza conexión entre todas la emociones humanas: amor, fuerza, felicidad, melancolía, nostalgia, inspiración”.
El director, reconocido como uno de los artistas más audaces y aventureros del mundo clásico, es el actual titular de Filarmed: “La música puede ayudarnos a crear vínculos entre humanos y puede ser un puente entre diferentes culturas. Durante esta temporada, en todos nuestros programas notarás conexiones únicas e inusuales”.
El concierto
Esta primera conexión con los músicos presenta una fusión de ritmos llaneros y sonidos electrónicos con el estreno mundial de Travesía n°. 2 del compositor colombiano Wolfgang Ordóñez.
“Está basada en dos ritmos de la música del folclor llanero, la Kirpa y el Quitapesares, también tiene momentos que evocan los cantos del trabajo en el llano, particularmente en los solos de trompeta. La obra, además, se puede interpretar con un fondo de música electrónica que contiene sonidos ambientales...”, expresó el compositor.
Además, el público podrá sentir el espíritu creativo e indomable de Rachmaninov en su Segunda sinfonía, una obra a gran escala en la que el compositor expresar sus sentimientos; sus melodías proclaman que sus sentimientos no sólo eran sombríos y melancólicos, sino también cálidos y románticos.
Por otro lado, todo el virtuosismo llegará con el Concierto para violín de Mendelssohn, con la participación del solista Philippe Quint. Se trata de una obra muy enérgica que está a la altura de los grandes conciertos para violín de Beethoven y Brahms, y suena con frescura y magnífica melodía.
Hay muchos momentos en este concierto en los que Mendelssohn se eleva por encima de lo ordinario: desde los golpes de tambor de la apertura, con el solista haciendo una entrada inmediata poco convencional, hasta el segundo tema, marcado para los clarinetes por encima de las flautas sobre la cuerda del solista.