El Tattoo music Fest celebró su sexta edición
El festival más grande de Tattoo reunió a 250 artistas del tatuaje, a una veintena de skaters y a 26 bandas de Punk, Hard Core, Rap, Reggae y Ska que hicieron vibrar a los más de 10.000 asistentes, la concurrencia más alta del festival en sus seis años de existencia.
Tattoo Music Fest nació con la necesidad de unir el tatuaje con la música en la búsqueda de espacios no solo para los tatuadores sino también para las bandas que no tienen escenarios que les garanticen las condiciones para tocar, según cuenta Carlos Alberto Ruíz, director General del festival. Desde la primera versión en 2015 con un tercio de la asistencia de este año, el festival se ha convertido en uno de los festivales de su tipo más importantes de Latinoamérica.
El pabellón 3 de Corferias acogió a 250 artistas del tatuaje distribuidos en 180 stands y cubículos para recibir cerca de un millar de personas que llegaron allí para tatuarse. Los tatuajes realizados durante las dos jornadas del festival podían entrar a la competencia del festival en sus 21 categorías, discriminados por la técnica utilizada, lugar del cuerpo tatuado, idea original y una categoría especial para ‘el mejor nuevo talento’.
Pero ahí no se queda la apuesta del festival en cuanto a la cultura Tattoo, desde hace unos años el evento ha creado alianzas para traer invitados de convenciones de tatuajes que se dan alrededor de todo el mundo, como el Tattoo México Convention, la Convención de La Mitad del Mundo de Ecuador y marcas europeas de productos para tatuajes que vienen todas ellas en búsqueda de talento para alimentar sus convenciones, hacer intercambios, patrocinar y mover en el circuito europeo y norteamericano a los tatuadores colombianos.
El pabellón 3 de Corferias era un zumbido permanente por el sonido de cientos de máquinas tatuadoras encendidas. Lienzos humanos recostados durante un par de horas o más -según la técnica, el tamaño y la complejidad del tatuaje- para ser rayados, 250 artistas concentrados en la elaboración de sus piezas sobre la piel de otros.
Luis Fernando Rodríguez, artista del festival, habla de "heridas estéticas”. Después de realizado el tatuaje el cuerpo tiene una serie de reacciones: la piel se deshidrata, en la zona del tatuaje se expulsa plasma y comienza la formación de una costra que puede dañar el tatuaje si no se mantiene limpio y fresco, el tratamiento normal de una herida.
Jhon Caicedo, artista del Tattoo Music Fest y ganador del primer puesto en la categoría ‘idea original’, recuerda la razón por la que una persona se tatuó con él en México, se tatuaba para olvidar una tragedia que tuvo con la familia, olvidar la forma en que murió su mamá, liberar toda su presión con el tatuaje que se estaba haciendo.
La otra apuesta fundamental del festival es la música, durante esta edición hubo 26 bandas, provenientes de Puerto Rico, México, Ecuador, Estados Unidos y Colombia, participaron, dos bandas internacionales actuaron como headliners: Puya (Puerto Rico) y Attila (Estados Unidos). La curaduría y booking de artistas de esta edición la trabajaron al lado de festivales de talla mundial como el Hell and Heaven de México y el Knotfest, lo cual permite, no solo que bandas como Attila toquen en Colombia, sino que bandas colombianas toquen en alguno de estos grandes festivales.
Durante los dos días las 26 bandas que se subían y bajaban se tomaron los dos escenarios del Tattoo Music Fest. El escenario principal (Broken Stage) vio una afluencia de tan solo un par de cientos de asistentes que mientras caía la tarde presenciaron la celebración de los 20 años de Dar A Cada Uno Lo Que Es Suyo, una de las bandas más longevas del Hardcore colombiano que frente a un público apático se engrandeció, coreando, saltando y pogueando.
Esa fue la antesala perfecta para recibir a Puya, la banda puertorriqueña que no venía a Bogotá desde su presentación en Rock Al Parque en 2010. Cuando salió Puya ya no eran cientos, eran miles, su guitarrista, Ramón Ortiz, después de que la banda arrancara con Móntate y Rémora recordó la primera vez de Puya en Colombia: “Colombia fue nuestro primer concierto grande fuera de nuestra tierra, ese Rock Al Parque del 96 va estar siempre en nuestras memorias”. Poco más de una hora y trece canciones entre clásicos y primicias mantuvieron al público capitalino conectado con la banda de Metal alternativo durante la primera jornada del festival.
El público que llegó a ver a las bandas durante la segunda jornada se triplicó, más de 6000 personas fueron llegando al escenario principal para ver a las leyendas del Punk nacional I.R.A. y la fuerza, la furia de Arcadia Libre, Death By Stereo y Attila, la banda estadounidense tocó su último acorde tras un concierto lleno de energía y pasó la batuta a AlcolirikoZ.
“Hace 15 años nos decían 'ñeros', ahora nos escuchan hasta metaleros y punkeros” sentenció Gambeta en Házmelo Rap hace un par de años, y así ocurrió en el Tattoo Music Fest, el lugar se atiborro, los metaleros se quedaron y los fans de los oriundos de Aranjuez llegaron. En su formato de quinteto los AlcolirikoZ daban su primer concierto del año y testearon con el público capitalino sus recién salidos Pambelé, No está en venta y Sanconcho en leña. Cada uno de los 14 cañonazos, como señaló Gambeta, fue aplaudido y coreado palabra por palabra. De esa manera se cerró la sexta edición del Tattoo Music Fest.
La preparación para la séptima edición del festival arrancó incluso antes de que terminara la edición del 2020. Para la edición 2021 los organizadores del festival están por cerrar unas bandas que anunciarán en los próximos meses. En la siguiente edición abrirán un segundo pabellón para que más artistas del Tattoo puedan hacer parte del festival y a su vez traer más invitados internacionales; tambiérn piensan tener un país invitado de honor y fortalecer las alianzas comerciales para que las experiencias durante el festival crezcan para los asistentes. Potenciar la incipiente parte del skate dentro del festival en la siguiente edición, trayendo invitados internacionales y mejorando la infraestructura para los skaters invitados. es también uno de los propósitos.