¿Dónde estás corazón?, un podcast de consejería romántica
Ya lo cantaba Shakira con pasión en los noventa.“¡¿Dónde estás, corazón?!”, le decía al público con un look más rockero, mientras pronunciaba con fuerza que había buscado a su amado en el armario, en el abecedario, en los libros de historia, en las revistas y en la radio. Pero quizá, nadie lo sabrá nunca, esa joven que tanto nos inspiró, solo estaba buscándose a sí misma. Tal vez, solo estaba hurgando en su interior mientras destilaba rabia y amor en su canción… o de pronto, solo estaba intentando reunir los pedazos perdidos de su corazón roto para salir viva del laberinto del dolor que queda después de una ruptura.
Y es que todos hemos sido esa Shakira sufrida que le canta al amor con desespero en busca de respuestas. Todos hemos estado perdidos en algún momento en cuestiones del corazón intentando buscar de vuelta el camino a la calma. Por este motivo y para intentar dar respuestas y desenmarañar esos dilemas amorosos que no nos dejan dormir o que simplemente nos generan preguntas, nació ¿Dónde estás corazón? .
Producido por Camino, un estudio creativo enfocado en el cambio social, este podcast es conducido por Alba Centauri, psicóloga, educadora sexual y fundadora de Poliactivismo. Aquí el objetivo principal podría resumirse en crear contenido educativo sobre las relaciones, bajo un formato de entretenimiento donde las risas, los aplausos y la honestidad siempre están presentes y donde las dudas o dolores de personas reales son las protagonistas.
¿De dónde nace este proyecto y en qué consiste?
Un día yo estaba con un amorcito que había venido a visitarme de España y recibí una llamada de Nicolás Vallejo, Director de Camino y me propuso hacer un podcast. Me dijo, ‘mira, te va a escribir Sebastián Payán para hacerte la propuesta‘, que es esta persona así re dura que ha trabajado con Diana Uribe y los podcast de Cero Setenta.
Yo me senté con Sebastián y habló del concepto. Cuando vi esa propuesta hubo un par de cosas que para mí inmediatamente funcionaron. Una de ellas, es que me propusieron un podcast de entretenimiento en donde hubiera contenido educativo, pero ligero y entretenido y me encantó porque a mí eso se me da fatal en general, porque soy muy de pensarlo todo muy seriamente.
La otra fue que de entrada estaba la idea de que el formato fueran consultas y pues yo sé que no estoy dando abasto con la demanda que hay en estos momentos en mi comunidad de Poliactivismo para realmente atender las dudas que tiene la gente, porque no todo amerita una consulta privada de una hora y demás.
Y aunque esto no reemplace una conversación más extensa sobre la situación, siempre alguna pista puede darle a la gente. Luego, creo que lo que ha hecho que esto sea algo disfrutable es que hay un equipo entero detrás con unas funciones clarísimas que ha estado encargándose de distintas cosas para que yo pueda ser la anfitriona.
¿Podrías ahondar en esa idea del programa de “consultoría romántica para amantes extraviados”? ¿Qué significa eso?
La parte interesante tras bambalinas es que este es un concepto de Andrés Archila, Director Creativo de Camino, y cuando me la comparten, yo digo que suena divino, suena una nota.
¿Cómo resueno yo con esto “amantes extraviados”? Yo creo que perdidas, perdidos y perdides hemos estado todos en algún momento en el amor. Yo me imagino “amantes extraviados” como ese instante que hasta a mí, la “experta en las relaciones” —que bueno… es un término muy grande— Alba Centauri, también le pasa.
De hecho hace un par de semanas estaba yo en una situación en la que llegué a sentarme a una mesa con Sandra Bravo y con otra gente del mundo del poliamor a decirles "sé que esto es una reunión de trabajo para nosotras, pero necesito soltar lo que estoy sintiendo ahorita porque no lo soy capaz de manejarlo".
Son esos momentos, que aunque tengas todas las herramientas, un montón de teoría,de práctica, necesitas oídos amigos alrededor con una disposición cariñosa de escucha a ayudarte a pasar ese momento.
¿Cuáles son los nodos más comunes por los cuales las personas llegan a tu consulta o en este caso, al podcast de Dónde estás corazón?
Bueno, esto está súper identificado y es que las personas emparejadas o en relaciones sentimentales establecidas, muchas veces encuentran dificultades a la hora de identificar sus necesidades y límites. Y no solo de expresarlos y comunicarlos, sino también de que esa comunicación dé lugar a acuerdos efectivos y propicie el bienestar de la relación.
Esto tiene que ver con una faceta de autoconocimiento y autoexploración, pero también de herramientas de comunicación para compartir eso que han descubierto sobre sí mismos. Incluso cuando yo ya tengo mi autoconocimiento y las herramientas para decirlo, puede existir el miedo a la pérdida de la relación, por el hecho, por ejemplo, de tener todas mis necesidades invertidas en una única persona.
Otro gran tema es la gestión de las emociones, incluida esta que llamamos “celos” y cómo se nos embolata un resto entender qué es eso que llamamos una emoción y cómo tramitarla desde lugares, a lo mejor, distintos a como nos han enseñado que por lo general no son las más funcionales. La pregunta es cómo logramos sentir sin que eso nos desmorone, desborde y rompa.
También está el duelo por supuesto, la pérdida de la relación y la posibilidad de la pérdida, incluso a veces antes que se haya materializado, pero una vez que ha sucedido pues transitar este trabajo de aceptación de esa pérdida.
Luego, atravesando cualquiera de estas áreas se mezcla mucho la culpa, el “debería ser” y el hecho de pensar “esto debería ser de otra manera” y como no lo estoy logrando, siento culpa.
Ya que mencionas el tema del “debería ser”, supongo que esto también está entrelazado con los mitos que hay alrededor del amor romántico, ¿cuáles son los mitos más comunes y cómo se relacionan con la culpa?
En el episodio con Luciana esto se ve súper claro cuando ella y yo nos reímos de que nos gustan los bombones y que nos abran la puerta. Esto es porque tenemos unos mandatos del amor y estos dicen que el amor debe ser heterosexual, cisgenero y reproductor por excelencia.
También que debe ser para toda la vida, institucional a través del matrimonio legalizado, cohabitacional, exclusivo… nos dicen que ese amor sexoafectivo debe ser el más importante de todos los amores que tengamos. Nos dicen que hay uno que es verdadero y todos los demás son falsos.
Entonces están todos estos mandatos y luego nos encontramos con todo este montón de mujeres feministas que tienen los mandatos contra amorosos también super incorporados. “Tú tienes que estar bien, aunque no tengas pareja”, “tienes que estar satisfecha sola porque eres una mujer completa”, “no necesitas ningún hombre a tu lado”...
Estos mandatos del feminismo son un rechazo obviamente a esa imposición del amor que nos tiene retenidas al servicio del hogar y a la familia, pero entonces nos quedamos atrapadas en no poder estar en ningún lugar. Nos quedamos atrapados entre los mandatos hegemónicos y contrahegemónicos y no hay salida.
Este ejemplo del feminismo es muy obvio, pero pasa con el poliamor también: rechazo todo lo hegemónico de la monogamia, pero como no llego a vivir el ideal poliamoroso, me castigo porque el poliamor trae sus propios mandatos contra hegemónicos.
Claro y termina siendo una moral demasiado fuerte y casi que un dogma en donde si no eres tal cosa o no llegaste a tal ideal, pues entonces te castigas y prácticamente dejas de ver en tu presente todo lo que tienes, ¿no?
Claro y empiezas a fiscalizar los deseos también que es una cosa super violenta. “¿Cómo le voy a pedir a mi pareja esto?, ¿eso no es controlador? ¿no es antiapertura?”: es un trabajo de balancearnos. Es decir, cuando vamos a retar el mito, es no irnos al otro extremo del ideal contra hegemónico.
¿Y cuáles podrían ser esas “banderas rojas” que me muestren que tal vez estoy cayendo en un dogma hegemónico o contrahegemónico?
Lo primero es hacer una distinción entre la política y la práctica. Mi práctica puede ser política, pero no tiene que ser el ideal político y luego entonces aterrizó eso con mucha compasión y validación hacia mí misma. Ya suficiente nos niega el mandato del amor hegemónico, suficiente nos ha negado posibilidades diversas de existencia como para llegar a pensar que nuestro deseo no es suficientemente diverso, por ejemplo.
Doctora corazón fue esta consultoría romántica más noventera, pero traer este nuevo formato al presente, a las relaciones y formas de pensar contemporáneas con un enfoque en la diversidad y el género, da toda una nueva perspectiva en cuanto a derechos y posibilidades en las relaciones, ¿cuál crees que es la importancia de traer un formato así a la actualidad?
Siento que lo que es verdadero sin cuestionamiento es que la gente sigue teniendo muchas dudas. Hay una demanda muy grande para este tipo de espacios y la pandemia ha dejado muchos estragos en las redes afectivas de la gente.
Este formato de consultas era necesario con Doctora Corazón porque a lo mejor en esa época era más tabú hablar de estos temas y ahora que lo podemos hablar, sigue siendo profundamente necesario porque siguen existiendo dudas, porque aunque podamos hablarlo con las amigas, vivimos vidas mucho más solitarias.
El amor ha sido una pregunta que nos ha preocupado a las personas desde el inicio de la filosofía y del pensamiento escrito. Desde que sabemos que las personas piensan, el amor ha sido una gran pregunta… el eros, en su momento.
Entonces el amor va a seguir siendo una gran incógnita y en la medida en que es una pregunta esencial a la experiencia humana, siguen haciendo falta estos espacios y que lo hagan imperfectamente porque ni yo ni ningún ni ninguna de las personas que vengan, vamos a tener la respuesta 100% definitiva, pero siempre va a ser útil reflexionar y pensar en torno al amor.
Si quieren enviar sus consultas a este podcast, lo primero que pueden hacer es seguir a @dóndeestáscorazónpodcast en Instagram y ver qué temática se está tratando. Luego, pueden escribir al Whatsapp que está en el link de la biografía, siguiendo las recomendaciones del mismo.