Desde Argentina, mashups para degenerar las fronteras musicales
Si algo está claro es que la masificación de la tecnología ha permitido que muchos lleven su creatividad a otros niveles para crear cosas que antes serían muy difíciles de lograr, o que estarían solo al servicio de unos muy pocos.
También es cierto que esa misma posibilidad ha abierto muchas puertas para que, en el buen sentido, algunos tomen cosas que ya existen y les den un giro. Algo así como crear visiones alternativas de realidades que ya se establecieron. Es así como nacieron los memes, algo sin lo que sería tal vez imposible comprender este presente.
Bajo esa misma lógica, pero alejándose de la sátira y acercándose más a la experimentación artística, podemos encontrar el trabajo de Alan Lucero, un argentino de casi 30 años. Y es posible que por ese nombre casi nadie logre reconocerlo a la primera, pero si mencionamos su proyecto de mashups Degenerate, seguro algunos ya saben hacia dónde va todo.
Pero primero, ¿que es un mashup? También llamado por algunos más eruditos de la música como bastard pop, es básicamente la creación de una nueva pieza musical a partir de diferentes partes de otras ya existentes. Los mashups más simples abarcan la combinación de una voz a capella (sin su música original) con la pista musical de otra canción. Sin embargo, y con las herramientas de hoy (tanto en producción musical como lo que se puede encontrar en la web, que es la gran amiga de estos creadores), estas nuevas canciones se parecen más a un collage de diferentes ritmos y letras, todas con una coherencia que a veces cuesta imaginar. Algo así como una colcha de retazos muy bien confeccionada.
Ahora, regresemos a Argentina y a la historia de Alan. Él, desde los 15 años ya estaba creando remixes y muy pronto se dio cuenta que lo suyo era más estirar las fronteras de las canciones que ya estaban construidas, reinterpretándolas. Así que, desde los 16, en 2008, comenzó con su primer proyecto, Mashupéamela. En él jugaba, tímidamente pero sin prejuicio, combinando a Prodigy con Daddy Yankee o a Britney Spears y Shakira. Luego lanzó un disco (que se puede encontrar en YouTube) solo dedicado a canciones mezclando a Eminem con Calle 13. Y finalmente, en 2014 nace su proyecto actual, Degenerate.
Según él, el origen del nombre tiene que ver con la Alemania nazi, y cómo llamaban a la música que, para ellos, iba en contravía del espíritu alemán de aquella época. El término que ellos usaban para llamar a estos géneros (entre los que se encontraba, por ejemplo, el jazz), era 'Entartete Musik", que significa "Música Degenerada".
En sus palabras, “El canal nació como una forma irónica de mezclar (a veces) géneros musicales que muchas veces están contrapuestos, y más que nada por la mente de las personas. Degenerate apuesta por esta degeneración (y des-generación) musical y la música libre de prejuicios, más allá de los gustos musicales personales.”
Y su premisa sí que se cumple. Cuando se echa un vistazo a los videos subidos a su canal, por ejemplo, nos podemos encontrar con una versión en clave de trap de "Rock the house" (de Gorillaz), acompañada por Bad Bunny. Y aunque esta pueda ser una mezcla predecible, tal vez no lo sean Eurythmics y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, o Britney Spears con Spinetta. Así como también, entre sus creaciones, hay colaboraciones soñadas que solo se podrían hacer realidad así, como Pink Floyd con Charly García, o Cerati con WOS (que, tal vez, si él estuviese vivo, seguro habría aplaudido por su vocación experimental).
Pero su experimentación no se queda solo en lo sonoro. Sus videos son, literalmente, videoclips regenerados, donde perfectamente combinan ambos universos, sin percibirse que son ajenos entre sí. El montaje y los trucos visuales son cuidados y se disfrutan tanto como la música que llevan sincronizada.
Este argentino en sus 85 videos (hasta ahora, en su canal de YouTube), cada semana o dos publica una pieza más arriesgada y rica en creatividad que la anterior. Y si, es posible que sean mezclas impensadas, que a los puristas de algún género musical le puedan incomodar, pero, son fieles al propósito que él mismo sostiene, que su trabajo sea “una invitación directa a que te degeneres musicalmente”.