WËRAPARA, una película sobre seis mujeres trans de la comunidad embera
"Siempre mujer, convertida en la flor del colibrí, perfume con aroma a tierra mujer de barro, flor de la tierra, chica trans, siempre mujer, con perfume dulce a mujer de barro, esa soy yo".
Como parte de la celebración de la semana del orgullo LGBTIQ+, WËRAPARA, una película que cuenta la historia de seis mujeres embera trans será proyectada por primera vez en nuestro país. La exhibición tendrá cita en la pantalla inflable de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, ubicada en el centro de la ciudad, en la calle 10 entre carreras tercera y cuarta a las 6:30 p.m. Además habrá un conversatorio, moderado por Daniela Castro, con sus protagonistas y su directora quien se conectará de forma virtual.
Wërapara, chicas trans es el nombre completo de esta cinta que se centra en descubrir las vidas de Marcela, Jaima, Gina, Alexa, Roxana y Pamela, que transcurren entre las montañas de los Andes colombianos. Allí siembran la tierra, cultivan y cosechan café, fabrican artesanías, cuidan de sus hogares y, ante todo, honran su territorio y cultura ancestral. Ellas conforman un grupo de mujeres trans de la comunidad Emberá Chami ubicada en el resguardo indígena Karmata Rua, que ha ido labrando su camino a pesar de las dificultades.
"Este primer evento es un homenaje a la diversidad y es muy relevante hacerlo en FUGA, que nos brinda el espacio para conectarnos y volver a trazar las redes que se pueden tejer para crear nuevos equilibrios", asegura la directora del documental.
Estas “mujeres de barro” que no han tenido miedo de asumir su identidad y han luchado por defender su lugar en un entorno muchas veces hostil, han logrado darle visibilidad a sus expresiones artísticas y espirituales, mientras su trabajo como tejedoras y diseñadoras de accesorios típicos de su cultura, ha resonado en la vanguardia de la moda en Colombia y en el exterior.
Las Wëra pa ra, —como son llamadas en su lengua nativa—, se dan consejos, se apoyan y sobre todo se esfuerzan por preservar el poder sanador de reconocerse como comunidad. Cada una de estas mujeres, con sus historias, representan la diversidad y el potencial que tienen la cultura y la tradición Emberá. Gracias al apoyo de sus familias, pero también a su innato empeño por luchar en contra de la discriminación, su individualidad brilla con luz propia.