Vanguardia étnica en el 16 Festival Internacional de Cine de Cali
La memoria y la diversidad cultural estuvieron vivas en la XVI versión del Festival Internacional de Cine de Cali (FICCALI), realizado del 12 al 17 de noviembre de 2024. Diecinueve cortometrajes integraron las secciones "Vanguardias afro" y "Vanguardias indígenas", que, en su sexto año consecutivo, permitieron a los asistentes reconocerse en cada historia presentada.
Esta selección, curada por Laura Valencia y Mileidy Domicó, destacó narrativas audiovisuales que invitan a la reflexión y promueven la preservación de la memoria y las luchas de las comunidades afrodescendientes e indígenas de Colombia.
Resistencia, memoria y representación en Vanguardias afro
En una transmisión especial realizada el sábado 16 de noviembre desde Radiónica Cali, conversamos con Laura Valencia, curadora de Vanguardias Afro, quien estuvo encargada de seleccionar cuidadosamente 14 películas para esta edición del FICCali.
"Esta es una muestra que intenta resaltar la diversidad étnico-cultural de las personas afrodiaspóricas, que nos permite que tengamos cada vez más entrada a estos espacios de exhibición porque hay una brecha muy grande en las narrativas. Que pernas negras también podamos fijarnos en varios momentos no solo desde la proyección, sino también desde la producción y la curaduría, significa también reparación histórica", explica Laura Valencia, curadora de Vanguardias afro.
La selección tuvo tres componentes principales:
Visiones comunitarias: una selección de cine comunitario, en el que se sitúan las voces colectivas de barrios, infancias, escuelas y activistas en el centro de la historia, y es que películas como Detrás del Sur, Danzas para Manuel, de Rafael Palacios y Carlos Correa, exploran prácticas antirracistas desde la danza, mientras que Ecos del pasado, realizada por Casa Cultural El Chontaduro, evoca la fuerza de la memoria colectiva en un contexto de sanación y resistencia.
Maricas negras: un espacio para reflexionar sobre la relación entre lo afrodiaspórico y la disidencia sexual y de género. Esta sección da voz a personas negras disidentes del género y la sexualidad, rescatando las historias de quienes han sido invisibilizados en las historias audiovisuales tradicionales. Degenere de Sara Asprilla Palomino y Trans-itar lo negro y marica de May Romero Quiñonez presentan procesos de empoderamiento que reivindica la riqueza y diversidad de experiencias, celebrando la autorrepresentación como una forma de resistencia cultural. Estas producciones reflejan la importancia de contar historias en primera persona y desde la propia identidad.
Memorias emancipadas: obras que abordan la trata trasatlántica y cómo las personas afrodiaspóricas han reimaginado su existencia en América. En cortometrajes como El Olvido de Robert Brand Ordóñez se profundiza en la resistencia de una comunidad que se rehúsa a ser olvidada, mientras que Legado de Zumaya Mayers Caicedo y Rodrigo Cuervo Jiménez reflexiona sobre la lucha ancestral desde la mirada de un legado cultural. Así las cosas, estas obras buscan cuestionar y transformar el presente a través de un diálogo sobre el pasado y la memoria viva.
Valencia destacó que el festival cumple un papel crucial al incluir estas propuestas cinematográficas: "Por las mismas brechas, muchas de estas narrativas no llegan fácilmente a los espacios de exhibición, lo cual forma parte del racismo estructural. El cine, como muchas otras expresiones artísticas, permite abordar conversaciones difíciles". Según Valencia, "este séptimo arte activa recuerdos, facilita el reconocimiento en un espacio compartido y nos ayuda a imaginar un futuro".
Vanguardias indígenas: la herencia, el territorio y posibles futuros
Por su parte, la curaduría de Mileidy Domicó destacó la visión indígena sobre la infancia y la producción audiovisual. Su programa se dividió en dos secciones que exploraron tanto los legados ancestrales como los desafíos actuales de las comunidades indígenas en Colombia.
Infancias indígenas: una selección documental que aborda la niñez como elemento clave en la transmisión de conocimientos ancestrales. Por ejemplo:
Inchishashiyi Barí (Nuestra niñez) del colectivo Nasa Luuçx retrata la cotidianidad y los valores del pueblo Barí.
La Trampa, de Ferney Iyokina, muestra los desafíos de crecer en la Amazonía.
Estas historias preservan la cultura al ofrecer una ventana a los universos de cada pueblo, subrayando la importancia de la identidad desde la niñez y la continuidad de las tradiciones.
La gestión y producción audiovisual indígena en Colombia (Ficciones): obras con un enfoque en el género y los relatos orales, cargadas de suspenso y conflicto.
Lambari de Erminson Vega Quintero explora las tradiciones del pueblo Pijao. El Gran Putisman (El Gobernador) de Yony Alexander Cuatin plantea un paralelo entre la vida comunitaria y los desafíos contemporáneos de gobernanza.
Cada obra refleja el compromiso de los realizadores indígenas con su identidad cultural, narrando historias que conectan pasado y presente.
Con esta edición del Festival Internacional de Cine de Cali, las secciones Vanguardias afro y Vanguardias indígenas destacaron el talento y la creatividad de cineastas afrocolombianos e indígenas, promoviendo un diálogo entre culturas, identidades y experiencias que buscan ser vistas, escuchadas y comprendidas.