'Señorita María, la falda de la montaña' llega al festival MiradasDoc de España
Este año, MiradasDoc cuenta con muestras temáticas dedicadas a la escena documental de República Dominicana, la animación como herramienta del cine de no ficción, miradas sobre el turismo y las películas documentales de Isabel Coixet, quien es la invitada de honor en esta ocasión. La cineasta catalana, además, será galardonada con el premio honorífico Mirada personal.
La programación de este año reúne un total de 18 horas del mejor cine documental internacional, con 12 películas programadas entre largos y cortos de los concursos de ópera prima, cortometraje y largometraje internacional y del ámbito nacional. Las temáticas son amplias y se contará con la participación de varios directores.
Como es costumbre, dentro de la competición oficial del festival se seleccionan 12 películas, entre largos y cortos, que trazan un particular mapa del documental contemporáneo. Entre la docena de títulos se destacan 'Tierra sola', de Tiziana Panizza (2017); 'City of the Sun', de Rati Oneli (2017); 'Kawasaki Keirin' de Sayaka Mizuno (2016); 'Among Wolves' de Shawn Convey (2016) y 'Señorita María, la falda de la montaña' de Rubén Mendoza (2017).
Serán nueve días dedicados al cine de realidad en busca de la verdad frente a los simulacros, según explica el director del festival, Alejandro Krawietz, en el texto de presentación del catálogo de este año.
Ante el frenesí de la elaboración de discursos y contradiscursos, en MiradasDoc se atreven a creer que “una cámara sobre un trípode es capaz de detener esa maquinaria, apenas durante cincuenta, cien minutos, para extraer, de los escombros de la realidad, un poco, unas briznas de esa materia preciosa y rara, tan hermosa, que es la verdad. Formamos parte de las tensiones que resisten aún”, como afirmó Krawietz.
Señorita María, la falda de la montaña
Boavita es un pueblo campesino, conservador y católico, incrustado en los Andes y detenido en el tiempo: entre las faldas de sus montañas vive la Señorita María Luisa. Tiene 45 años y nació siendo niño. Lo que parecía ser otra vida más sumida en los conflictos de género e identidad, esconde una tenebrosa historia familiar, adobada con odio desde sus más profundas raíces, y cuyo chivo expiatorio es la Señorita, desde antes de pisar este mundo. Todo el horror del campo y la moral de Colombia no han hecho más que multiplicar la fuerza de un ser solitario y apartado desde la cuna, desde el vientre, que ha encontrado en sus secretos, en su amor por los animales, en el laberinto de su fe, los caminos para soportar un mundo que no ha hecho sino despreciarla por razones ajenas, y de las que más bien es su primera víctima. Pero la Señorita es fuerte como una espiga de trigo, a la que los terremotos no le hacen ni cosquillas, y aunque conoce todas las tristezas, no hay una tan vigorosa como para agotar sus lágrimas.