Recordando el trabajo de Philip Seymour Hoffman
Actor de método y de múltiples géneros, el estadounidense dejó grandes actuaciones que una generación entera recordará con mucho cariño.
Parece que las tragedias en Hollywood son el pan de cada día. Una combinación de excesos y sustancias tiende a ser, la mayoría de las veces, la receta de un triste coctel fatal, causante de dolorosos y extraños fallecimientos para el mundo del cine. Lastimosamente, Philip Seymour Hoffman es ahora uno de esos casos que sorprenden y que marcan.
Ganador del Oscar a mejor actor por Capote (2005), fueron también papeles más allá de la alfombra roja los que le dieron el reconocimiento y el amor de la audiencia.
Desde el buen enfermero que ve llover ranas en Magnolia, pasando por el insufrible actor de segunda que interpretó en Mi novia Polly, el pretencioso escritor Lester Bangs de Rolling Stone en Almost Famous, el tosco y terco entrenador en Moneyball, hasta sus roles más complejos en cintas independientes como el de Caden Cotard en Synecdoche, New York (del director Charlie Kaufman), y del atractivo pero oscuro sacerdote de Doubt, Hoffman se robaba el show por su talento e incluso por su aspecto, que no era el típico del actor masculino de Hollywood.
Roles serios y determinantes, así como sicológicamente retadores, hicieron de Hoffman un actor respetado y querido. En Before the Devil Knows You're Dead junto a Ethan Hawke, por ejemplo, interpreta a un personaje manipulador, calculador y sin arrepentimiento, capaz de atentar contra su propia familia. Era ese el estilo de roles que mejor se le adecuaban, personajes perturbados, con mil caras, impredecibles, pero muy humanos; o los de mucha responsabilidad, como el de La hora 25, en el que tiene la triste tarea de cuidar a su mejor amigo (Edward Norton), a quien él mismo denunció, antes de que aquel tenga que ir a pasar años en la cárcel.
Por eso, el domingo 2 de febrero de 2014, la noticia de su muerte conmocionó al mundo, más cuando se trató, al parecer, de una sobredosis de heroína, un hecho que no deja de ponerle un tinte trágico y sensacionalista a su partida.
Hoffman murió muy joven, a los 46 años, seguramente con sus mejores roles todavía por venir. El actor fallecido se encontraba filmando The Hunger Games: Mockingjay - Parte 2, y había participado en la serie de televisión Happyish, y en The Hunger Games: Mockingjay - Parte 1.
Sus más recientes películas estrenadas fueron dos independientes: A Most Wanted Man y God's Pocket.
Hoy lo recordamos entonces con algunos de los tráilers y vídeos de sus películas más importantes. Véanlos a continuación.