Películas bíblicas que son joyas del cine
En la Semana Santa se celebra la vida y muerte de un carpintero, hijo de dios, humilde y empático que dedicó su vida a ayudar a los más desfavorecidos; que andaba con los leprosos, las prostitutas, los mendigos; que hablaba de amor, de no juzgar y de unidad. Que enfrentó de forma pacífica a un imperio que lo crucificó, pero como se puede matar a la persona pero no a la idea, su mensaje creció y creció hasta convertirse en la religión más profesada del planeta.
Esta es una gran historia de divinidad, lucha, reflexión y perdón y algo que sabe hacer muy bien el cine es contar grandes historias. Y por supuesto la vida de Jesucristo no ha quedado por fuera de las pantallas grandes. Desde el inicio del cine con películas como La vie et la passion de Jésus-Christ (1903), dirigida por Alice Guy Blaché, que fue una de las primeras películas a color que se hicieron, lo sacro ha sido un tema recurrente en la historia del séptimo arte.
Bien sea como un tema de culto y exaltación de lo divino, o como forma de evangelización o como una mirada crítica a los mitos católicos, las películas bíblicas son un género en sí mismo, que es fascinante por su producción, por las reflexiones que genera y por su estética.
Por eso repasamos algunos títulos que viajan entre lo divino y lo profano.
La última tentación de Cristo (1988)
Dirigida por Martin Scorsese y con las actuaciones de Willem Dafoe, Barbara Hershey y David Bowie está brillante película habla de que hubiera pasado si Jesus rechaza su sacrificio en la cruz y pasa el resto de su vida como un mortal al lado de María Magdalena. Esta es una mirada al Jesús humano, el que está anclado a esta tierra y lucha contra. no solo las tentaciones de Satanás, sino con la tentación de vivir una vida normal, tener familia, envejecer. Pensamientos que tal vez pasaron por la cabeza Cristo cuando estaba en la cruz muriendo como humano, para luego reencarnar como un dios.
Los diez mandamientos (1956)
Esta película basado en el Libro de Éxodo, el cual cuenta cómo Moises dejó su vida como príncipe del imperio egipsio, encabezó una rebelión con la que liberó a su pueblo y luego recibió de la mano de dios los diez mandamientos que forman la estructura de la fe judeocristiana, es una de las producciones más espectaculares y ambiciosas de la historia del cine. Dirigida por Cecil B. DeMille y grabada en technicolor, Los diez mandamientos es una obra maestra por su arte y por sus efectos especiales, que para ese entonces revolucionaron la industria. Tres horas y media dura esta gran historia que no solo ha atrapado a los devotos sino a los cinéfilos.
El evangelio según Mateo (1964)
El director italiano Pier Paolo Pasolini era un ferviente ateo, pero estaba obsesionado con las enseñanzas de Jesucristo, las cuales en esta película son abordadas desde un enfoque más marxista y humanista. Enmarcada en el neorrealismo italiano, El evangelio según Mateo es una obra que se centra en el Jesus hombre, el que sufre por su pueblo oprimido y que no lucha por la gloria de los cielos sino por la libertad de la gente. Pasolini no creó el perfil del hijo del dios, sino de un revolucionario bondadoso muy alejado de la grandilocuencia de la fe y la divinidad, y centrado en lo mundano y las luchas de los oprimidos. Esta visión fue tan polémica que el Vaticano criticó fuertemente esta película que nos recuerda que el destino y la salvación del mundo está en el pueblo y no en los cielos.
Jesus Christ Superstar (1971)
Con la música de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice, lo que empezó como un álbum conceptual, se transformó en una obra de Broadway y en una de las películas más exitosas y emocionantes que se han hecho sobre la Pasión de Cristo. Esta ópera rock cuenta, o más bien canta, la última semana de vida mortal de Jesucristo, según la describen los Evangelios, pero en esta obra hay un giro interesante que es la discusión política entre Jesús y Judas y las dudas del apóstol respecto a su líder.
Ben-Hur (1959)
En su momento está fue la película más costosa, ambiciosa y espectacular jamás hecha. La producción de Ben-Hur amplió los límites del cine a un mundo antes inexplorados y es la epopeya de un príncipe caído en desgracia y lleno de rencor y odio que es redimido a través del amor y el perdón que profesa Jesús. Sin duda esta es una gran cinta hecha no sólo para sorprender a los espectadores sino como exclamación hiperbólica de la fe.