‘Mis dos voces’, una película íntima sobre la migración
Producida por Lina Rodriguez y Brad Deane, Mis dos voces es el tercer largometraje de la directora colombiana, el cual tuvo su estreno en la prestigiosa sección de Forum durante el Festival Internacional de Cine de Berlín.
Ana Kostic de nacionalidad mexicana, junto a Claudia Montoya y Marinela Piedrahita, ambas colombianas, son las protagonistas de esta película en la que comparten sus experiencias íntimas de migración y cómo esta situación hace que vivan constantemente en una delgada línea entre el pasado y el presente. Esto, porque nunca es posible despojarse de sus raíces, familia, recuerdos, de la lengua materna y también, porque es difícil encajar 100% en su nuevo contexto social y geográfico.
La apuesta narrativa de este trabajo propone una forma diferente de acercamiento a las protagonistas e invita al espectador a conectarse con ellas primero por medio de sus voces mientras cada una habla de sus experiencias y sentimientos como mujeres migrantes.
“Con esta película no me interesaba representarlas o darles voz, pues cada una de ellas tiene su propia voz independientemente de mí. La forma como decidí construir la película es en reciprocidad a la generosidad de estas mujeres maravillosas que me recibieron en sus vidas y en sus casas”, expresó Rodriguez.
Y agregó: “ya que mi intención no era ni definirlas ni fijarlas, decidí no mostrar sus rostros al principio, pues siento que a veces creemos que al ver a alguien estamos más cerca de saber quién es. Nuestras identidades son mucho más complejas que lo que muestra nuestra apariencia. Me interesaba complicar esta idea de ‘conocimiento’ e invitar a los espectadores a escucharlas, a observar los gestos y texturas de sus vidas cotidianas. Quería tejer otro tipo de relación con la complejidad de sus vidas, de sus experiencias y de sus historias”.
Filmada en Super 16mm, esta fue rodada en varios barrios en Toronto y en St. Catharines, en Canadá, país donde reside la cineasta quien ya ha dirigido seis cortometrajes, entre ellos, ante mis ojos (2018) y largometrajes como Señoritas (2014), Mañana a esta hora (2017) y Herida abierta/So Much Tenderness (2022).
El tema central aquí es la migración y la diáspora que genera sentimientos de dislocación y simultaneidad, la sensación de estar en muchos lugares a la vez. Por este motivo, la directora apostó a crear la impresión constante de desorientación en el espectador, haciendo difícil que se ubique en relación con lo que ve y escucha.
Así, Mis dos voces celebra la potencia y sabiduría de estas tres mujeres inmigrantes, y nos invita a reflexionar sobre el significado de la diáspora y el dolor de la distancia. Para llegar a estas reflexiones tan íntimas, Rodriguez forjó fuertes conexiones con las protagonistas, quienes le compartieron historias como inmigrantes y como mujeres, pues tuvo la oportunidad de visitar sus hogares y familias para prestar atención a sus ritmos, colores y texturas tanto de sus vidas como de sus trabajos cotidianos.
“Mis dos voces es un homenaje a los inmigrantes quienes en tierras lejanas y en lenguas extrañas luchan por encontrar su identidad en medio de la diversidad, de la adversidad y de la oportunidad. El título de la película me hace pensar en la lucha interna por encajar dentro de una nueva sociedad sin perder nuestra ‘auto-valía’ y las conexiones entrañables con nuestras raíces. Me hace pensar en la dualidad y el proceso de reconciliación entre la que fui y la que soy”, dijo Claudia Montoya, una de sus protagonistas.
Esta es una película colombo canadiense, producida por Rayon verde que se realizó con el apoyo del Canadá Arts Council y el Toronto Arts Council y de Michèle Maheux/Toronto Film Critics Association como parte del premio Technicolor Clyde Gilmour. Su distribución en Colombia está a cargo de Danta Cine.
Aquí su conmovedor tráiler: