“Malcolm and Marie”: más que un denso drama sentimental a blanco y negro
Suena “Down and out in New York City" de James Brown. Un hombre de traje, en compañía de su pareja, llegan a casa, una hermosa mansión, luego de lo que parece ser una velada glamurosa. Él extiende la celebración a los confines de su moderno palacio, mientras que ella cocina unos Mac and Cheese.
Ese momento inicial es quizá uno de los únicos los que el espectador no sentirá la tensión del drama que comienza a desarrollarse. Poco a poco se empieza a develar quién es quién. Él, Malcolm, un director de cine que acaba de presentar su ópera prima con éxito. Ella, Marie, su pareja, compañera y actriz, que no ha logrado desarrollar su carrera.
A medida que Malcolm habla sobre su aclamada película, su ego se comienza a henchir; y en su discurso grandilocuente se evidencia una serie de críticas a la industria cinematográfica y a los medios de comunición por su inclinación de convertir en política cualquier obra hecha por artistas negros. Las críticas hacia la crítica cultural son una constante en el hilo narrativo de este filme en blanco y negro dirigido por Sam Levinson (Another Happy Day).
Es imposible no notar la irritación de Marie durante las diatribas de su pareja. Después se develará que su novio no le agradeció en el discurso de presentación, aún cuando la película sobre una mujer con serios problemas de adicción está basada en ella.
A partir de ese momento se empiezan a desarrollar una serie de discusiones de pareja que, con celeridad, se enredan y desenredan. Infidelidades, vacíos, desconfianza, maltrato, manipulación y, al final, redención o simplemente aceptación, se condensan en horas de extensos diálogos que, pese a su densidad, logran mantener al público alerta.
Zendaya (Euphoria) y John David Washington (BlacKkKlansman), son los protagonistas de “Malcolm and Marie”, un filme que no solo es una trifulca sentimental que pone al desnudo las vulnerabilidades del otro. No, esta película es un reflejo de temas que han sido claves en la agenda feminista.
Por un lado Malcolm saca a relucir los problemas de salud mental que aquejan a su pareja, convirtiéndolos en rasgos banales de una mujer desesperada y ejerciendo sobre ella una manipulación emocional descarada.
Por otro lado, ese exhaustivo trabajo de cuidar, de velar por un hogar, de apoyar, de aconsejar, de verse bella en las reuniones sociales y ser la musa invisible de la creación de su par, nubla ese deseo de ser una actriz, elevando la frustración a un juego de culpas en las que el éxito del uno es la rendición del otro.
Esta película estrenada por Netflix, es un viaje a la intimidad de una pareja, pero también a disertaciones sobre género, raza, fama, la industria cinematográfica, los medios de comunicación y la vida en pareja.