La Paz y la guerra, pero no la de Tolstói
La relación entre la realidad y el mundo ficticio de los cómics siempre va a ser un punto de discusión interesante y más cuando esta se refleja en el cine. Diego Bolaños les cuenta cómo se puede entender esta en dos estrenos cinematográficos del 2016.
Si ustedes han llegado a este texto seguramente lo han hecho por las imágenes que lo acompañan. Este es un año muy especial para el cine, los cómics y para las sociedades que los inspiran. Elecciones presidenciales en las potencias, escándalos de corrupción internacionales, negociaciones de paz y grandes eventos deportivos. En medio de todo lo que nos rodea, las principales casas de cómics y productoras cinematográficas se las han arreglado para tratar (como ya es costumbre) la misma temática en sus blockbusters de temporada y curiosamente, aunque es tan antiguo como la sociedad misma, es tan actual y relevante como siempre.
Es así como este año nos encontraremos con ‘Captain America: Civil War’ y ‘Batman V Superman’. Mas allá del enfrentamiento de unos otrora ‘Super Amigos’, el planteamiento político y social arraigado dentro de las obras de Mark Millar (Civil War) y Frank Miller (The Dark Kight Returns) es muy relevante.
Estamos en un mundo donde el problema de la seguridad y la libertad se plantea como eso, un problema. ¿Es más importante para nosotros que nuestros hijos estén seguros, o que sean libres? ¿Es acaso una dependiente o condición de la otra? ¿Hasta donde llega la legitimidad en el uso del poder del estado?
Son todas preguntas importantes, pero por más que lo ignoremos, el debate está por todos lados, el enfrentamiento legal entre Apple y el gobierno norteamericano, Wikileaks, Edward Snowden… El problema no puede estar más frente a nosotros que ahora.
Ese es el dilema que plantean las películas de cómics esta temporada. Por un lado tenemos a un Tony Stark obsesionado con la seguridad (y el trauma de haber enfrentado a los Kree y casi no sobrevivir al intento), con un desacierto ya en su historial como lo que sucedió con Ultron, un experimento fallido por establecer una inteligencia artificial que se encargue de nuestra defensa.
Por otro lado está el Capitán América, Steve Rodgers, quien llega decepcionado de lo que el poder y el control pueden hacer con las libertades y el futuro de la humanidad. Está claro que tras la caída de Shield (convertida en Hydra), el Capitán Rodgers tiene mas que clara su posición.
Pareciera que estoy tomando partido (sí, soy #TeamCap, lo siento). Pero el debate está mas que claro y lo que veremos será unos cuantos argumentos a favor y en contra, empaquetados en lo que seguramente serán más de 120 minutos de acción, dilemas morales y mucha adrenalina.
Ahora bien, lo que plantea ‘Batman V Superman’ no está nada alejado de este planteamiento; En este caso es Batman quien, considerado un vigilante ilegal, decide no cooperar con quien considera un títere del gobierno norteamericano, el favorito de todos, Superman. Este otro, a petición de las autoridades es enviado a ciudad Gótica a poner en cintura a quien decide tomar la justicia en sus manos. En esta trama intervienen los medios de comunicación, la responsabilidad de los gobernantes y la cambiante posición de la opinión pública. En la obra original que inspira la próxima entrega de ‘El Hombre De Acero’, Miller intenta retratar una decadente sociedad norteamericana, dependiente de los medios de comunicación, y de una figura que aunque esperanzadora también se convierte en un factor de presión y disuasión del Gobierno norteamericano sobre la población y el mundo, la última arma de defensa y destrucción, el hombre invencible, Superman.
Si algo más tienen en común es que todos estos personajes buscan la paz, son superhéroes, a eso se dedican, pero es obvio que no se puede desprender la declaración política de las obras originales. Lo que pueden hacer el cine, los cómics y los superhéroes, es recordarnos que el dilema está allí y que no se va a ir a ninguna parte. En sociedades hiper conectadas como las que vivimos, el balance entre la privacidad, la libertad y la seguridad cada vez va a ser más complejo, más cercano, más real, y tarde o temprano, no podremos ignorarlo.