Kevin Hart y Bryan Cranston son 'Amigos por siempre' en el remake de la taquillera película francesa
En el 2012, la película francesa The Intouchables (2011) titulada en Colombia 'Amigos', se convirtió en un fenómeno taquillero del cine independiente. Pasó lo mismo en Francia, donde se convirtió en la cinta más taquillera en la historia del cine francés. Nunca antes una producción local había recaudado 166 millones de euros y había sido vista por 19 de sus 65 millones de habitantes.
Ahora, la historia basada en hechos reales, sobre la amistad poco probable, pero increíblemente divertida entre un aristócrata que ha quedado cuadripléjico y un ex convicto, vuelve a salas de cine el próximo 24 de enero en una nueva versión protagonizada por Bryan Cranston, Kevin Hart y Nicole Kidman.
La presencia de Cranston con -posiblemente- la mejor serie de la historia a sus espaldas (Breaking Bad) y la oscarizada y siempre brillante Kidman (The Hours), con el aporte de Kevin Hart (Jumanji: en la selva), que siendo fiel al estilo de comedia propio del stand up y la comedia ligera nortemaeicana, logran darle la visión estadounidense a una película francesa que no es estrictamente una comedia.
Este es un remake que Hollywood emprendió hace más de cuatro años intentando adaptar la historia que Olivier Nakache y Éric Toledano (La Part de l'ombre) recrearon con profunda sensibilidad, mientras que la adaptación a cargo de Neil Burger (Divergente, 2014 y El Ilusionista, 2006), navega inconstantemente entre la comedia y el drama, y si bien hay numerosas escenas bien logradas por parte de Bryan Cranston y Kevin Hart donde logran hacernos sentir que todo fluye entre ellos (cuando compran un montón de perros calientes y Bryan fuma 'porro'), no es una constante, y con dificultad hacen esa transición entre la comedia y el drama.
Fue en el papel de Kevin Hart como un exconvicto que aprende algunas de las lecciones de la vida mientras intenta reparar algunos errores en el camino, donde la versión hollywoodense de la taquillera película francesa encontró la oportunidad de explotar ese típico humor que hace que el público explote de la risa, y eso efectivamente ocurre en algunas escenas: Kevin enfrentándose a una ducha sueca de lujo que no sabe cómo manejar, Kevin intentando decir “pene” a pesar del pudor que le produce, Kevin acechando a una terapeuta (Golshifteh Farahani) y Kevin presentando en público su primera obra, concebida por él como una obra maestra; pero quienes vieron la versión original extrañarán la profundidad de aquel personaje que Omar Sy (El Doctor de la Felicidad, 2011) hizo en la película original, personaje en el que para esta versión, su desarrollo se apoya demasiado en esa dinámica repetitiva del hombre culto y malhumorado conociendo al ignorante habitante de barrio bajo llevándolo a la ópera y dandole la oportunidad de conducir un carro lujoso, mientras el personaje de Cranston intenta redescubrir la vida escuchando a Aretha Franklin y fumando yerba.