Intercambio de reinas: una crónica histórica y política donde todo es patético
El cine sigue siendo con el paso del tiempo y aún con el poderío de Internet, esa ventana a través de la cual contar y descubrir, personajes, lugares y episodios, en ocasiones históricos.
En Intercambio de reinas (2017) nos ubican en el Siglo XVIII, en Francia y España con una doble boda para mantener la paz en Europa: El hijo de Felipe V, futuro Luis I de España, de 15 años, con la francesa Luisa Isabel de Orleans, de 12; y Luis XV de Francia, de 11, con la infanta española Mariana Victoria de Borbón, de 4 años.
Al salir de las salas, luego de verla, van a querer, seguro, indagar más en la historia puntal que recrea la película, porque lo que logra es generar curiosidad, y lo hace en gran medida con un reparto de lujo integrado por Juliane Lepoureau, en su papel de futura reina niña, la veterana Andréa Ferréol, como reina madre y encargada de explicar a la pequeña lo que se espera una soberana: una máquina de procrear futuros herederos.
También están Anamaria Vartolomei como Louise Elisabeth, Kacey Mottet Klein como Don Luis, e Igor Van Dessel como Luis XV de Francia. Todos sus personajes son privilegiados en el ejercicio de sus privilegios, que terminan sumergiéndolos un montón de protocolos que en nuestro contexto no tienen sentido, que vemos únicamente como turbios negocios de Estado.
La ambientación, el vestuario, la fotografía y la banda sonora son también apuestas magníficas. Marc Dugain (Une exécution ordinaire) logra desde la escritura y la dirección, indagar, a veces con humor -sin llegar a lo cómico- en la condición humana a través de los conflictos de sus personajes. Si les gustan las películas de corte histórico, esta será una buena opción para visitar las salas.