Greta Gerwig estrena ‘Mujercitas’ con el subtexto feminista del libro de Louisa May Alcott
Alrededor de 1865, Louisa May Alcott había publicado varios thrillers bajo seudónimo, tenía 35 años cuando, a través de su padre, Bronson Alcott, recibió el encargo de escribir un relato de chicas. Roberts Brothers, el sello que lo encargaba, conocía sobre sus habilidades literarias y esperaban que contribuyera a un fin más grande: formar mujeres, ser puente entre “el aula y el salón”, aconsejando “sumisión, matrimonio y obediencia, en vez de autonomía y aventura”, tal como lo cuenta Elaine Showalter en el prólogo de la edición Penguin Clásicos. Alcott aceptó y acabó escribiendo sobre todo lo contrario, Mujercitas, clásico que desde su publicación en 1868 le ha dejado claro a lectoras, grandes y chicas, que no hay una sola forma de ser mujer, y que es posible huir de todo lo que se espera de ellas.
En 2019, Mujercitas cumlió 150 años de haber visto la luz, y su influencia en la cultura popular permanece, una muestra de ello fue la avalancha de publicaciones que ocasionó su aniversario, y el estreno la nueva versión cinematográfica, película que bajo la dirección de Greta Gerwig (Lady Bird) se suma a las adaptaciones anteriores, la primera de ellas publicada en 1933 con George Cukor como director.
Ahora, 86 años después de ese primera adaptación, y después de otras que le sucedieron, obras de teatro, series de televisón y hasta ópera, Greta Gerwig, busca darle una vuelta de tuerca feminista a la historia de las cuatro hermanas March contada por Jo, aspirante a escritora, y quien desde el papel ha inspirado a infinidad de artistas y pensadoras, abriéndoles las puertas desde niñas para que sean ellas mismas. Jo, cambió la vida de Patti Smith cuando era más que “una soñadora flacucha de 10 años”, y también la de Simone de Beauvoir, pensadora y otro de los nombres más importantes del feminismo, autora de El segundo sexo (1949), una de las obras fundacionales del feminismo. Y la de otras tantas, artistas o no.
Por ello la versión cinematográfica de Greta Gerwig se centra, a diferencia de las anteriores, en la figura de la mujer artista, en Jo y en Alcott, en su yo como creadora y en todas las contradicciones a las que ese yo se enfrenta. Gerwig se propuso visitar al personaje de Jo y vestirlo con detalles de la vida real de Louisa May Alcott. Cuando a ésta la editorial le pidió que escribiera un libro para niñas, ella, poco entusiasmada con el proyecto, aceptó porque necesitaba dinero, "No disfruto este tipo de cosas", escribió en su diario. "Nunca me gustaron las chicas ni conocí a muchas, excepto a mis hermanas, pero nuestros juegos poco convencionales y nuestras experiencias vitales pueden resultar interesantes, aunque lo dudo". Por ello Alcott se basó en las vidas de ella y sus hermanas para escribir el libro: Anna (representada en el libro por Meg March), Elizabeth (Beth) y Abigail, que es Amy. La obra se convirtió en un rotundo éxito nada más ponerse a la venta. De hecho, las dos mil copias que conformaron su primera edición se agotaron en dos semanas, y de inmediato los lectores pidieron una segunda parte. Esos dos volúmenes se convirtieron en el clásico de 759 páginas que los lectores aún devoran hoy en día.
La nueva versión cinematográfica del clásico literario tiene un elenco de lujo, y promete llevar anuevas generaciones el mensaje de Louisa May Alcott.
“El libro ha quedado envuelto en una moralidad de postal navideña, pero bajo la superficie hay otras cosas. Cuando volví a leerlo de adulta, me di cuenta de lo espinoso, extraño y revolucionario que resultaba”, afirma Gerwig. Sus protagonistas son feministas porque “son mujeres completas, y no clichés ni objetos”, según precisaba la directora, a mediados de diciembre, durante una entrevista en París.
“Jo quería ser escritora, como yo. Y tenía mal carácter, como yo. No sé si ya me parecía a ella y por eso me gustó tanto, o si me esforcé en parecerme a ella hasta que lo logré”, dijo Gerwig, a quien inicialmente contrataron para escribir el guión de Mujercitas, no para dirigir.