Exorbitante y conmovedora, así es la película de ‘Elvis’
Un movimiento pélvico que acalora al público, lo hace sonrojar y al tiempo amenaza con romperlo todo en una sociedad ultraconservadora urgida de sexo y rocanrol. Con una premisa simple, pero bien desarrollada, Baz Luhrmann nos conduce por un viaje exorbitante y sensual a través de la vida de Elvis Presley donde los excesos, el color, el gospel, el blues y la exudación de la belleza son los protagonistas.
Así, en una cinta que no llega a ser un retrato perfecto de la vida del artista, ya que deja varias preguntas abiertas, y tampoco un musical aunque el sonido retumbe y el escenario donde está el Rey del Rock despliegue grandeza, el también director de cintas como Moulin Rouge, The Great Gatsby y Romeo + Juliet, nos cuenta una historia a través de los ojos de Tom Parker, interpretado por Tom Hanks, el perverso manager de Presley.
Conocemos la evolución del artista desde que era un niño y estaba enamorado de la cultura negra de Misisipi al sur de Estados Unidos y sentía ya la música con todo su cuerpo; luego cuando conoce a Parker y cómo va evolucionando en su arte, dejando ver a su vez la compleja relación parásita del mismo, llena de manipulación y mentira.
Paralelamente en el relato en el que guionistas como Sam Bromell, Craig Pearce y Jeremy Doner participan se reflexiona sobre temas como la familia, la fama y la rebeldía con un personaje que en medio de sus formas tradicionales de ver la vida, es capaz de ser un defensor de quién es él y de dónde viene, en una industria que amenaza con olvidarlo, si no se acopla a lo que supuestamente pega.
Con un elenco conformado por Austin Butler quien encarna a Presley y ya ha recibido numerosos premios por su impecable actuación, Tom Hanks, Olivia DeJonge, Yola, Luke Bracey, Kelvin Harrison Jr., Dacre Montgomery, Helen Thomson, Richard Roxburgh y David Wenham, en Elvis también hay varios guiños a la defensa de los derechos civiles.
La cinta deja ver la lucha en contra del racismo que se puede sentir desde el principio de la película y menciona a personajes importantes como Martin Luther King Jr, lo que a su vez nos permite conocer a un Elvis que no teme cantar cuando quiere decir algo importante, como en su canción “If I can dream” que nació justamente como un comentario político del famoso discurso del lider negro “I have a dream” y de su desafortunado asesinato.
Así con su arte, incluído su tan icónico movimiento de cadera que guarda un lugar especial dentro de la memoria colectiva y con el que Elvis le mostró al mundo que el disfrute es un derecho de nacimiento y no lo que decían muchos, una forma de corromper a la sociedad, esta película es una muestra garrafal de que en la autenticidad y no en la homogeneidad reside la belleza.