Estos actores terminaron odiando a sus directores
Que son gruñones, perfeccionistas y obsesivos. Lo que realmente ocurrió en cada uno de estos casos, es que llevaron al límite a sus actores para cumplir sus objetivos.
Sin importar los procedimientos, ni los métodos, Lars von Trier, Stanley Kubrick, Abdelatif Kechiche, Alfred Hitchcock y Werner Herzog crearon personajes que terminaron siendo un trago amargo para los actores que les dieron vida en la gran pantalla.
Bailando en la oscuridad
Lars von Trier - Björ
La cinta estrenada en el 2000 narra la trágica historia de una inmigrante checoslovaca en Estados Unidos (Björk) que está apunto de quedar ciega. El drama musical danés fue la primera y la última colaboración de Björk con Lars von Trier. La razón fue la presión psicológica que la artista debió soportar durante la filmación para lograr que su personaje, Selma, fuera quien el director tenían en mente.
Según se supo después de estrenada la película, durante el rodaje de una escena, Björk sufrió un ataque de ira contra von Trier, fue tan fuerte el inconveniente que la cantante rompió con los dientes el traje que llevaba puesto y salió corriendo por las calles de Copenhague (capital de Dinamarca) y estuvo desaparecida por cuatro días. La relación actriz-director se complicó tanto que dejaron de hablar. Björk incluso llegó al punto de escupir a los pies de von Trier. Después de todo, juró no volver a trabajar con él.
El resplandor
Stanley Kubrick - Shelley Duvall
La cinta de 1980 basada en la novela homónima de Stephen King tuvo que haber sido de cualquier modo, traumática para el elenco que Stanley Kubrick seleccionó para su icónica cinta de terror psicológico.
Shelley Alexis Duvall, la protagonista de The Shining, confesó en repetidas ocasiones que Kubrick fue bastante cruel con ella durante el rodaje. La actriz estadounidense fue víctima de tortura psicológica por parte del legendario cineasta, pues el objetivo de éste para el personaje de Wendy (esposa de Jack y madre de Danny) fue mantener a la intérprete en un estado de vulnerabilidad, hecho que le permitiría obtener credibilidad y espontaneidad durante las reacciones de horror.
En la película Jack Torrance (Jack Nicholson), esposo de Wendy, enloquece y la persigue a punta de hachazos por todo el hotel de alta montaña Overlook. El rodaje se alargó durante un año, por lo que la tortura mental a Duval también se vio extendida. Si recuerdan la escena del baño en la que Jack intenta matar a Wendy, les interesará saber que Duvall tuvo que repetir más de 127 tomas para lograr el cometido de Kubrick.
A causa de la presión a la que se vio sometida durante todo el año de rodaje, la actriz sufrió una crisis nerviosa al finalizar la película, después necesitó ayuda psiquiátrica.
La vida de Adele
Abdelatif Kechiche - Léa Seydoux y Adele Exarchopoulos
Las declaraciones de Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos, protagonistas de la ganadora de la Palma de Oro del 2013 (La vida de Adèle), salieron a flote después del festival de Cannes. Las actrices protagonistas de la cinta aseguraron durante una entrevista para el sitio web Daily Beast, que Abdelatif Kechiche, su director, fue bastante autoritario y en ocasiones violento, durante el rodaje de su quinta película.
Durante la entrevista, las dos comentaron sus experiencias durante el rodaje de la cinta y hablaron sobre lo difícil que fue para ellas trabajar junto a Kechiche. Las dos lo describieron como un talentoso director pero afirmaron no querer vollver a trabajar con él, pues para las dos resultó infernal realizar la famosa escena de sexo, la cual calificaron como demasiado larga.
Seydoux: El rodaje fue durísimo, no podía luchar contra él, tenía que hacer lo que me pedía. resultó humillante. A veces me sentía en una trampa; otras, en una pesadilla…
Exarchopolous: Ella (Seydoux) me pegó de verdad mientras Kechiche gritaba 'Pégale, pégale de nuevo’. Lo más terrible, sin embargo, es que no veíamos el final del rodaje.
Los pájaros
Alfred Hitchcock - Tippi Hedren
Los métodos de Hitchcock, para quien los actores de sus películas eran objetos de una historia, podrían llegar a ser incluso tortuosos. Tippi Hedren, protagonista de Los pájaros (1963), contó tiempo después de estrenada la película lo difícil que había sido para ella trabajar con el maestro del thriller psicológico.
A ella, Hitchcock la descubrió en un comercial de televisión, después de eso prometió convertirla en una de las estrella de sus obras de arte. Y así fue, ella aceptó ser Melanie Daniels, la hija consentida de un magnate periodístico de San Francisco en Los pájaros, pero no sabía lo que le esperaba.
Hitchcock estaba tan fascinado con la rubia hasta el punto de contratar a un equipo de detectives para que la siguieran y lo tuvieran al tanto de todo sobre la vida de la protagonista de su película. En el rodaje de la cinta, que trata sobre una invasión de pájaros en un pueblo, Hedren fue sometida a un ataque real de plumíferos, acto que le causó un ataque de pánico: “los pájaros mecánicos no funcionan. Tenemos que utilizar reales“, justificó Hitchcock en su momento.
Para grabar la secuencia del ático el director se tomó una semana de rodaje, solo así pudo capturar el horror tal como el maestro del cine lo quería plasmar. Los animales le causaron heridas y sufrimiento, según se supo tiempo después, Hedren sufrió un impactó en el ojo con uno de los pájaros que le provocó un derrame de retina.
Un calvario fue para ella grabar la memorable cinta, pero en 1964, aceptó trabajar de nuevo con Hitchcock para Marnie, la ladrona, tiempo en el que el director la acosó constantemente hasta el punto de intentar dirigir su carrera profesional, pero Tippi lo rechazó con firmeza.
Mi enemigo íntimo
Werner Herzog - Klaus Kinski
Werner Herzog y Klaus Kinski son una de las duplas más famosas del cine, una relación creativa que puede ser verificada en cada una de las cinco películas que rodaron juntos: Aguirre la ira de Dios (1972), Woyzeck (1979), Nosferatu (1979), y Fitzcarraldo (1982). Kinski, el controvertido actor aleman nacido en 1926, padecía repentinos ataques de ira o locura, 'personalidad' que fascinó al director y documentalista alemán Werner Herzog.
Entre los dos nació una estrecha amistad que se caracterizaba por las constantes manifestaciones de violencia entre ambos, una relación entre el amor y el odio que se evidenció en el documental, Mi enemigo íntimo (1999), durante el cual Herzog asegura, estuvo tentado a asesinar a Kinski, quien tiempo después también plasmó su rencor y resentimiento hacia Herzog en una autobiografía, donde se refería a él como:
"Es un individuo miserable, se me pega como una mosca cojonera, rencoroso, envidioso, apestoso a ambición y codicia, maligno, sádico, traidor, chantajista, cobarde y un farsante de la cabeza a los pies. Su supuesto “talento” consiste únicamente en torturar criaturas indefensas y, si hace falta, matarlas de cansancio o asesinarlas. Nadie ni nada le interesa, a excepción de su penosa carrera de supuesto cineasta..."