[Entrevista] Jhonny Hendrix: "Ya está bueno de fragmentarnos"
En esta conversación Jhonny Hendrix Hinestroza, director de películas como Saudó Laberinto de almas (2016) y Chocó (2012), nos habló sobre su trabajo en radio y sobre cómo llegó a ser director de cine; y además de mencionar las cualidades de Candelaria (2018), su nueva película, nos explicó por qué su obra está atravesada por el amor verdadero.
Lean a continuación al que también ha sido productor de películas como Perro come perro (2007), Dr. Alemán (2008), En coma (2011) y Anina (2013) entre otras.
Hiciste radio alguna vez... ¿en qué consistió ese paso?
Fue ese espacio donde perdí la pena y la timidez, en realidad soy una persona un poco introvertida y en la radio me pude desatar un poco; me ayudó a soltar la lengua, a hablar cuando tengo que hablar, a decir las cosas como las quiero decir y fue muy bacano. La radio fue una universidad para mí y me encantaría volver a la radio en algún momento, me parece que es una de esas cosas que alimentan el alma. Arranqué como locutor supernumerario y lector de noticias en cierta cadena nacional y era el Dj de determinadas emisoras, me tocó hacer de todo.
Aparte de director, Jhonny ha trabajado como productor para un espectro tan diverso desde la animación y ternura de Anina (coproducción colombo-uruguaya) hasta la crudeza de Perro Come Perro. ¿Cómo percibes la diferencia de los dos roles?
Creo que ha sido de las cosas más bonitas, he conocido gente de todo el mundo a través de mi labor. Antes de Candelaria (su nuevo filme) yo siempre me presentaba como un productor, no director, me reconocía como un productor y no como un artista. La diferencia está en que el productor tiene la película en la cabeza y sabe qué hacer y cómo hacer cada cosa y es algo en donde me muevo como pez en el agua, lo sé hacer y me encanta hacerlo. Lo que pasa es que ahora ya en la tercera película me sentí ya un realizador, un director en donde no solamente tenía la película en la cabeza sino que sabía plenamente por qué quería y para qué quería cada cosa y eso ya le cambia la mirada sobre el cine que uno está haciendo.
¿Cómo llegó a ser director de cine?
La vida me ha traído hasta donde estoy, soy un personaje que sigue sus impulsos y realmente fue como “Soy productor de cine” y en algún momento en una conversación con un director de cine donde nos enfrentamos por una idea en común, ese personaje me dijo “no, no, no, dedícate a la producción que creativo no sos” y con eso me bastó para sentir el impulso de enfrentarme a una cámara y empezar a ver el mundo desde mis ojos directamente y contar las historias desde mi perspectiva. Tengo la necesitad de mostrarle al mundo que nada es imposible.
A propósito del Premio GdA Director’s Award 2017 en el marco del Festival de Cine de Venecia. ¿Qué le representa recibir este premio?
Realmente lo que ellos hacen es una selección de los directores que ellos creen que traen una mirada bastante distinta de lo que viene siendo recurrente en el cine a nivel mundial. Es lo que creen que van a ser los directores de cine de vanguardia en unos años, y entonces recibir ese premio lo llena a uno de orgullo y honor porque es un reconocimiento a tu labor, pero también es un reconocimiento al cómo ves y el cómo tú cuentas tus historias del mundo.
Creo que el que los medios de comunicación lo difundan es lo que me ha hecho caer en cuenta que gané un premio, siento desde el momento que lo recibí que es un premio de todos, porque yo creo que el cine no es una cuestión de una persona, se tiene que trabajar en equipo. Hacer tantas entrevistas y que mucha gente hable de él lo va haciendo caer en cuenta a uno de que es un premio importante y que valió la pena llegar aquí. Yo hago cine por contar historias y no por ganar premios, alguna vez me preguntaron '¿Y por qué cuenta este tipo de historias?', y creo que es porque hay historias que le dan voz a gente que no tiene voz en el mundo y creo que mis historias son de esos personajes que no tienen voz y entonces yo por medio de la historia les doy algo de voz, algo de grito.
¿Qué hará con el dinero del premio?
Pagar deudas (risas) la mitad se la lleva el distribuidor y la otra va para pagar todas las deudas que adquirí al hacer la película.
¿Qué cualidad cree que tuvo Candelaria ante los jurados para darle el premio?
Tuve la oportunidad de hablar con algunos de los jurados, la mayoría de ellos decían que era una mirada muy genuina sobra la Cuba de ese momento pero que era una historia muy distinta. Es de gente adulta enmarcada en un contexto bastante triste y en medio de esa tristeza logran reír, logran sacarle sonrisas al público y creo que eso es lo que enamoró al jurado, que se siente muy auténtica, libre y muy tranquila, sin afanes. No significa que tenga planos largos y aburridos, significa que tiene su tiempo, modo y encanto, ese encanto que alguna vez los abuelos, cuando nos sentaban a escuchar sus historias, transmitían, y creo que fue por eso que los jurados se sintieron tan plácidos a la hora de ver la película y hablar de ella.
¿Cómo logró que los personajes tuvieran tal química?
La historia es real, la descubrimos en la Habana, Cuba, en el año 2012 cuando fui con mi película Chocó a participar del Festival de Cine. Es una historia que me contó Gladys, una amiga cubana, me pareció fascinante y dije “bueno, vale la pena llevarla a cine”, me vine con esa idea divagando. Mi padre salió jubilado y pude ver cómo en menos de un mes mi papá que era un hombre aguerrido, divertido, super trabajador y luchador, se convertía en un hombre callado, ensimismado y básicamente encerrado en su cuarto, que poco sale, y ahí pude descubrir que la vejez es algo a lo que no le hemos prestado atención y que en la mayoría de países del mundo casi que se convierte como en una enfermedad donde la mayoría de viejos quedan relegados, no se sienten útiles y la sociedad no les da un lugar en el mundo. Eso me apasionó más a que había que contar una historia de amor divertida entre estos dos viejos y me puse en el plan de escribir esta película. En ése mismo momento yo también venia de un despecho amoroso bastante fuerte y quería que esta historia tuviera un poco de mi historia de amor... y como mi única forma de comunicarme con el mundo hasta ahora ha sido a partir de una cámara, quise introducir una cámara en medio de los personajes y ver qué pasaba, y así fue cómo nació esta historia de amor de dos viejos a los que les llega una cámara y revive ese deseo sexual que se había muerto un poco entre ellos.
¿Qué es una buena historia para Jhonny?
Es la que tiene unos buenos personajes, que te permiten viajar, si están bien construidos puede que uno sienta que no pasa nada en la película pero en realidad pasa de todo. A mí me gustan los personajes que pareciera que no dicen nada pero te están diciendo todo con la mirada y tienes que escudriñarlos para saber lo que sienten. Las buenas historias están en los buenos personajes y creo que eso es lo más difícil para los directores, encontrar la persona que te ayude a contar la historia, a narrarla bien.
En todas las películas que he visto de Jhonny Hendrix hay de fondo una historia de amor verdadero que sustenta la aventura. En Chocó es la historia de la protagonista con sus hijos, en Saudó hay un amor que mantiene a Elías en su viaje y en Candelaria hay un gran amor entre dos viejos. ¿Estoy bien en esta hipótesis?
El ser humano está en busca del amor verdadero siempre, es un sueño, utopía y claro, es intencional, yo mismo estoy en la búsqueda de ese amor. Por eso en Chocó, como vos decías, el amor lo encuentro en esa mujer que lo da todo por sus hijos, en Saudó es un padre que da su vida por su hijo y en Candelaria son un par de viejos que no tuvieron hijos (risas) pero crían pollos y aman a esos pollos locamente. Sí, es esa búsqueda del amor es lo que me lleva a contar esas historias y casi siempre el tema está transversal en la película, los historias y el dolor de cada personaje.
¿Qué viene para Jhonny Hendrix Hinestroza?
No tengo ni idea (risas)... como les decía al principio: en la vida yo no hago un plan. Tengo guiones escritos, pero no sé si mañana la vida me lleve a volver a hacer radio, lo que sí sé es que en camino tengo dos historias: una es sobre un soldado que le toca vivir ese último momento de la guerra de Colombia, está a punto de jubilarse y odia la guerra a toda costa, es secuestrado, y en medio de ese secuestro pierde a su esposa, su hijo ha crecido y ya no lo reconoce como autoridad pero todo el barrio lo reconoce como héroe y él no se reconoce a sí mismo como héroe porque odió esta guerra desde siempre; se llama Río Rojo y estamos buscando llevarla a cabo.
Por otro lado estamos desde hace más de 5 años con una historia que a mí me conmueve particularmente y es la historia de un escritor que es padre soltero porque su esposa murió, el tipo es un alemán, se ha vuelto a casar con una colombiana, conviven en Berlín y él se gana una beca para ir a Namibia a investigar sobre el primer campo de concentración nazi que hubo que realmente ocurrió fue en África, no en otro país ni con judios sino en África y con negros, y él investiga esto sin saber que su hijo en la época actual está agraciandose con la nueva ideología neonazi; porque el ser humano es el único animal sobre la faz de la tierra que no aprende de sus dolores, entonces la película se llama El Color de los Peces.
Esperamos ver más cine de Jhonny Hendrix Hinestroza porque definitivamente hay una voz. La importancia de Chocó debería ser más allá de ese título que le dan como “La primera película de cine colombiano afro”, no es contar estas películas porque sean una rareza sino porque merecemos muchas más historias.
Mira que ese es un raciocinio que poca gente llega a él y es: yo ya estoy un poco fastidiado que cada vez que hablan del cine afro me llaman a mí pero cada vez que hablan del cine colombiano no me tienen en cuenta. Es como: Yo soy director porque hago cine compenetrado con actores e historias afro pero sino, posiblemente nadie sabría que Jhonny Hendrix existe en Colombia, con todos los premios que me puedo ganar, porque cuando se habla de cine no se tiene en cuenta a Jhonny Hendrix o a otros directores afro y eso molesta bastante y habla un poco de la idiosincracia que somos como colombianos.
Más que sea el momento es que creo que ya deberíamos estar cansados de fragmentarnos como seres humanos, no nos llamemos afros, indígenas, blancos, ya está bueno de fragmentarnos, llamémonos seres humanos y a partir de allí seguramente seremos distintos y mejores. Y de eso es que yo vengo un poco cansado.
¡Ya está bueno! (Risas)
Si Jhonny pudiera, ¿Qué consejo le daría a su 'yo' de los 20 años?
Es una pregunta que me la he hecho muchas veces. Y la respuesta es: 'Aprovecha el tiempo'. Lo que he descubierto de la vida es que no importa cuánto dinero tengás, no importa cuánta comida te sirvas en la mesa, no importa cuántas mujeres u hombres tengas, no importa cuánto te hayan querido o cuánto hayas querido, lo importante es: ¿Cuánto tiempo tienes?. El tiempo es lo único que de verdad vale en la vida e invertirlo en lo que quieres es tu decisión, de nadie más. Entonces si yo lograra verme con Jhonny Hendrix a los 20 años le diría: “Ojo con tu tiempo, ahorralo e invierte en las personas que tu quieres invertirlo realmente, no le pongas atención a muchas otras idioteces en la vida y valora tu tiempo”. Uno no valora el tiempo, uno se parcha en la esquina, habla con gente que dice muchas estupideces y ahora después de grande recuerdo muchas frases de mi papá y una era “Invierte bien tu tiempo porque mientras otros lo están perdiendo, tú te estás educando, tú estás haciéndote preguntas que te van a llevar a donde tú quieres llegar. Posiblemente cuando tú llegues allá, esos otros van a seguir perdiendo el tiempo, ahorrar el tiempo e invertirlo bien, creo que es el secreto para llegar a hacer algo en la vida, lo que sea."
En marzo de 2018 veremos Candelaria en las salas de cine de nuestro país, mientras tanto pueden seguir la gira de festivales internacionales de esta película en las redes sociales de Antorcha Films.