Elementos: una enseñanza sobre aceptar a los demás desde la diferencia (Reseña sin spoilers)
Luego de 8 años desde el estreno de la película Un Buen Dinosaurio (2015), Peter Sohn regresa a la dirección y la escritura de un nuevo proyecto para Pixar, siendo un constante participe en sus múltiples realizaciones, principalmente desde los equipos creativos y la producción ejecutiva. Un artista de gran importancia que comenzó sus aventuras en el cine animado desde 1999 con una obra maestra como lo es El Gigante De Hierro, pasando por proyectos similares de la talla de Buscando A Nemo (2003), Los Increíbles (2004), Ratatouille (2007) y WALL-E (2008).
En Elementos (2023) se nos cuenta una historia fantástica ambientada en un mundo donde seres antropomórficos pertenecientes a los 4 elementos de la naturaleza, logran convivir con sus diferencias en una gran metrópolis llamada Ciudad Elementos, la cual se asemeja mucho a Nueva York. En dicho contexto se cuenta la historia de Cinder y Bernie Lumen, una pareja de esposos inmigrantes provenientes de las lejanas Tierras de Fuego, quienes desde cero empezarán una nueva vida en el distrito de Fire Town, conservando todas las tradiciones de su pueblo y criando a su pequeña hija, Ember.
Estando a punto de convertirse en adulta joven, Ember estará en una particular dicotomía de este momento de la vida, al cuestionarse sobre sus sueños o seguir adelante con el negocio familiar que su padre le quiere ceder. En esa búsqueda por mantener la llama viva de su familia y de esta tienda, se encuentra con una gran cantidad de tropiezos donde conocerá a Wade, un inspector ciudadano que calificará dicho establecimiento. Sin embargo, su encuentro como una pareja dispareja hallará el amor desde sus diferencias, ya que Wade siendo un ser de agua cargado de sensibilidades, no será del agrado del Bernie Lumen quien desaprueba todo ser perteneciente a otro elemento que no sea el fuego.
La diversidad social más allá de la animación
De una manera muy concreta y bien pensada, Elementos se convierte en una serie de reflexiones acerca de la historia de los inmigrantes de diferentes partes del mundo, quienes llegaron con un puñado de sueños y esperanzas a los Estados Unidos. Un análisis sobre el ser diferente en otras tierras, abordando desde allí el concepto de las comunidades en las grandes metrópolis y el progreso de las mismas desde sus tradiciones para estas capitales del mundo.
Aquí también son evidentes las perspectivas de las nuevas generaciones y los hijos de inmigrantes, quienes deben evidenciar la vejez de sus padres, dentro de una mezcla por conservar las tradiciones de sus lugares de origen y aprender sobre la pluralidad cultural de ese nuevo entorno. Toda una hazaña de supervivencia frente a los prejuicios y la discrimación, en una historia que dialoga con el cambio de los tiempos y las transformaciones socioculturales propias de tales epicentros.
Lo más importante es que a pesar de las dificultades y las frustraciones frente al futuro, los sueños y las familias, siempre se mantiene ese orgullo por la procedencia, por la patria y por la identidad, sea cual sea el lugar donde se esté habitando. Adicionalmente, también se entablan conversaciones con los habitantes que son propios de estos lugares, para así proponer nuevas formas de relacionamiento y de crecimiento como una sola sociedad.
Sobre las emociones, los sentimientos y los temperamentos
Así como Intensa-mente (2015) es un tratado sobre las emociones humanas, pero vistas principalmente desde el valor de la alegría y la tristeza, Elementos lo hace desde el manejo de la rabia y la ira, a través de conceptos de la psicología como el termómetro de las emociones. Algo que se puede apreciar en la cinta con varias reflexiones al respecto, ya que se habla sobre la importancia de manejar las emociones con aquellas personas que son diferentes a nosotros.
Aquí se evidencia a través de analogías cómo al dejarse llevar por la rabia, esta se transforma en un fuego que lo permea todo, que se esparce, y se convierte en algo complejo de atenuar. Pero también cómo puede ser la convivencia entre las personas que son más explosivas y aquellas que son más emocionales, para así generar uniones en la creación de algo único y nuevo. El trabajo en equipo como algo supremamente válido que desde las diferencias se vuelve complementario, pero también sobre cómo la atracción entre opuestos se direcciona hacia el surgimiento de nuevos sentimientos .
También se habla sobre cómo las llamas se van atenuando desde las rutinas diarias que impone la sociedad, donde influyen evidentemente aspectos como el estrés y la angustia, matizando en una enseñanza sobre la importancia de la calma y el manejo de las emociones. Adicionalmente, de una manera muy consciente tocan otros aspectos como el crecer y la relación con los padres, hablando sobre la importancia de incomodarse para salir de las zonas de confort y otros procesos tan necesarios como el desapego, abordando ese momento de soltar a los hijos en el camino de la niñez a la adolescencia y de la adolescencia finalmente hacia la adultez.
Detalles finales y un resultado para ver a profundidad
Elementos es una cinta que demuestra cómo actualmente la animación a nivel internacional no se está conformando con solo un estilo, ya que es menester decir que tecnológicamente hemos llegado a una platea donde los ordenadores permiten hacer posible lo imposible. Sin embargo, acá se toman una gran cantidad de estilos de animación que se conjugan en una misma producción, para así llevar una experiencia visual diferente en la que se sienten muchos elementos en pantalla, los cuales conjugan varios estilos y texturas para ayudar a crear esa mencionada pluralidad.
No por nada, esa necesidad de experimentar y probar fuera de la platea se está apreciando con otras cintas como Spider-Man: Across the Spider-Verse, pero además como una interesante tendencia que también se verá en la nueva película de las Tortugas Ninja.
Vale la pena aplaudir la labor de doblaje de Ricardo Tejedo y su equipo, quienes lograron realizar un trabajo de voces para Latinoamérica bastante profesional, ya que no hay inconvenientes en ver la película doblada o con subtítulos, porque ambas versiones logran su respectiva recordación entre los espectadores.
Para concluir, Elementos es una hermosa película que nos deja muchas reflexiones sobre cómo relacionarnos desde nuestras diferencias como adultos en la sociedad, pero también sobre la importancia de reconocer nuestra emociones y darles el manejo respectivo en dichos intercambios. Lo más importante es que si bien es una reflexión para los adultos, también es una enseñanza para los niños como algo de vital importancia para la vida.
Posdata: Lleguen temprano porque antes de la película, hay un cortometraje de Up llamado La Cita de Carl, donde se habla de la lealtad del perro Doug y las segundas oportunidades.