El (original) despertar de la fuerza: 40 años de Star Wars
Se cumplen 40 años de una de las sagas cinematográficas más importantes de la historia y Manuel Carreño recuerda su legado.
Imaginen a los primeros niños que fueron a ver una película llamada 'Guerra de las Galaxias' en 1977, los cuales prácticamente jamás se habían visto una real película de ciencia ficción ya que el género había perdido mucha fuerza. Imagínense a esos niños viendo por primera vez un su vida una espada hecha en una especie de rayos. Un arma clásica pero totalmente futurista al mismo tiempo. Era la forma de atraparlos.
Imaginen a estos niños en mayo de 1977 sin tener ninguna red social, starwars.com, o YouTube para ver y repetir el tráiler en su PC. Solo si fueron al teatro días antes pudieron ver el tráiler que encontrarán abajo. Ni siquiera tenían alguna especie club de fans o amigos por correspondencia (eso vendría un poco después) para hacer el fenómeno global. Ese día, cualquiera de esos niños, hijos de la extraña y pesada década de los setenta, tuvo un evento que lo marcó mucho más que cualquier cosa que hayan oído o visto después.
No tengo claro exactamente la primera vez en que fui a ver Star Wars. Tengo claro que fue en cine. Debió ser en el ochenta. En su relanzamiento. Debí tener 4 o 5 años y recuerdo que cada vez la volvían a exhibir, yo iba sin excepción. No tenía cómo saber que estaba ante este fenómeno, era una película que me cautivaba y ya. No fui el único.
Hay algo mágico sobre 1977 que muchos sociólogos y expertos culturales han tratado de explicar. La verdad es que ese año fue simplemente una mezcla perfecta del espíritu de los tiempos: un gran aburrimiento que contribuyó a una respuesta artística con una cantidad de personas que sin saberlo estaban reinventado la cultura en que crecieron. El punk estalló en Londres, el rap y el hip hop empezaron a desarrollarse en Nueva York. Incluso la música disco tuvo su cuarto de hora con la famosa discoteca Studio 54.
De su creador George Lucas se han dicho cosas buenas, regulares y malas. Yo como fan creo haberlas escuchado todas (cierto tipo de fan de Star wars es proclive a quejarse y mucho, y llevo cuarenta años escuchándolos), y casi todas son ciertas. Si yo me tengo que quedar con una faceta de George Lucas es la de esta especie de industrial de la cultura que con los años sería el modelo a seguir en todo el entretenimiento norteamericano. Tuvo una idea, disfrutó inventándosela y jugando con ella. Pero no se quedó ahí, cuando fue el momento de recoger el dinero, él también era el hombre.
Le jugó a favor a Lucas que la industria cinematográfica reflejaba perfectamente la densidad y decaimiento moral del país. Películas de desastres, terror y comedias negras. Y eso se veía reflejado en una baja en las taquillas. Por esa razón los ejecutivos de Hollywood se fueron a buscar nuevas ideas en las escuelas de cines. De esa camada conocida como “El Nuevo Hollywood” salieron Scorsese, Spielberg, Coppola y el mismo Lucas que se mostraba como uno de los cineastas con más talento de su generación
Lucas llevó su idea a los estudios y obviamente le cerraron la puerta en las narices durante mucho tiempo. Finalmente decidió algo más arriesgado: producir él solo la película y arreglar con FOX el tema de la distribución. Así la película y su universo seguían siendo de él. FOX aceptó ya que no tenían mayor fe en esta historia de magos y princesas en el espacio.
Pero la historia estalló: las imágenes de miles de niños o adolescentes haciendo fila en el teatro chino para entrar a ver esta fábula espacial, muestran que Star Wars no fue un fenómeno que fue creciendo sino que nació grande.
¿Es aquella película del 1977 una gran película? No del todo. Tiene serios vacíos en el guion, se le ven las costuras en varios pedazos y combina la ultra profesionalidad con momentos casi amateur. Pero no es la película como tal lo importante (para eso estaba su siguiente capítulo, 'El Imperio Contraataca'), es el universo que creó tan fuerte y consistente que a veces cuando hablamos de Alderaan o Tatooine, parece que habláramos de lugares reales. La fuerza, los Jedi, el lado oscuro. Todas las cosas de las que hemos discutido tanto como cualquier otro tema (y ni hablar lo que nos genera muertes como la de Carrie Fisher). Y no quiero debatir con los fans de otras sagas grandes, pero por mucho ruido que generen, ninguna sigue produciendo la emoción de Star Wars. Es lo más parecido cinematográficamente a la llegada de un mundial.
Después vino todo lo demás: el máximo punto con 'Imperio', el final medio enredado con 'El Jedi'. Los pobremente recibidos relanzamientos digitales de los noventa, las más que insatisfactorias precuelas, el cheque gigante de Disney a Lucas y la reimaginación que ha tenido todo desde ahí.
Pero ahora que se están cumpliendo 40 años, no hay que olvidar aquella fábula de una princesa rescatada por un joven granjero, siendo perseguidos por una especie de robot esquelético. Les apuesto a todos que en 40 años más habrán pasado muchas cosas pero Star Wars seguirá siendo el más grande fenómeno que ha dado la cultura pop. Si tengo razón, que me regalan un sable de luz.