¿Cómo se hace y se consume cine en Medellín?
A través de la mirada de tres realizadores audiovisuales de la ciudad les contamos sobre la experiencia de hacer cine en la capital de Antioquia.
Medellín siempre ha sido una ciudad importante en la creación de ficción audiovisual. Desde películas como Bajo el cielo antioqueño (1925), una de las pioneras en el cine colombiano, hasta obras más recientes como Los nadie (2016), pasando por obras importantes como Rodrigo D: No Futuro (1989), La vendedora de rosas (1998) y Apocalipsur (2005), el cine hecho en esta ciudad es un claro referente dentro del panorama nacional.
Una ciudad como Medellín está llena de historias, algunas ya han sido contadas en el cine, y otras aún están construyéndose entre guiones y grabaciones. Hay una nueva generación de realizadores que tiene una mirada particular de la ciudad y de quienes la habitan, y una inquietud por narrar una Medellín diferente a la que muchos conocen por los noticieros o las polémicas que han tenido lugar en la ciudad durante las últimas décadas.
¿Cómo es actualmente contar historias a través del video en esta ciudad? ¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan quienes quieren contar una ciudad como Medellín a través de imágenes? ¿Cómo perciben los paisas el cine hecho en esa tierra?
Hablamos con tres realizadores de Medellín: Catalina Arroyave, directora de Los días de la ballena, Juan Sebastián Mesa, director de Los Nadie, y Daniela López, productora de Ruido Audiovisual.
¿Cómo es hacer cine en Medellín?
Catalina Arroyave: “Hacer cine en Medellín, como en todas partes,es muy difícil. Se necesita un equipo muy coordinado, personas que quieren el proyecto, una historia que te apasione, y encontrar todos esos factores al mismo tiempo siempre será complicado. Algunas dinámicas como lo que sucede con el control de los barrios de la ciudad, e incluso el clima también influyen. Pero hay cosas positivas, como la Comisión fílmica de la ciudad, una entidad que apoya la realización de películas en Medellín."
Juan Sebastián Mesa: "Hacer cine es complejo en cualquier ciudad del mundo, pero de las cosas que más me encuentro y que son diferentes en ciudades más grandes es encontrar personas que realmente se dediquen a hacer cine y que pueda cumplir roles dentro del rodaje de una película. Aunque más allá de eso, las ciudades tienen las capacidades de suplir las necesidades artísticas y técnicas en un rodaje."
Daniela López: "Hacer cine en Medellín no solo depende de las convocatorias y oportunidades que tiene la ciudad en cuanto a financiación sino también del método que uses para realizar, es decir, como hay quienes tenemos un formato más sencillo en cuanto a recursos técnicos (como cámaras de video), como también de las posibilidades que tengas para asociarte con otras empresas o incluso hacer 'cine entre amigos', que es unirnos entre quienes hacemos cine en la ciudad para juntos hacer una película."
¿Se puede vivir del cine en Medellín?
Catalina Arroyave: "Sí se puede. No solo nosotros (Rara Colectivo), colectivos como Monociclo llevan una carrera larga haciendo proyectos exclusivos para cine. Hay una diversificación en las cosas que puedes hacer, no solo hacer tus películas sino prestar servicios a producciones extranjeras. No es fácil, es una tarea que exige compromiso y dedicación total, pero lentamente se ha venido haciendo más posible."
Juan Sebastián Mesa: "En este momento estoy tratando de descubrirlo, es a lo que le estamos apostando desde Monociclo, la productora que tengo con mis amigos. La idea es que a largo plazo podamos vivir de esto, teniendo proyectos en diferentes etapas para que mientras uno se esté exhibiendo o distribuyendo pueda sostener a otro que esté naciendo."
¿Qué se requiere para hacer cine en Colombia?
Catalina Arroyave: "Se requiere una vocación. Y no solo en Colombia sino en cualquier parte del mundo, se requieren ganas de hablar profundamente de algo, de entrar en una relación próxima con textos, personas, situaciones que no son tu vida habitual, hasta resistencia al fracaso. Se requiere amor por contar historias."
¿Cómo ha crecido la ciudad en consumo nacional?
Catalina Arroyave: "Las cifras dicen que las personas van más a cine, pero no necesariamente a cine colombiano. Al año hacemos 32 películas y no todas las personas alcanzan a verlas, Ahora... que una película tenga 30.000 espectadores es un logro. Todavía nos falta tanto a los cineastas poder acercarnos a la audiencia, como a ellos acercarse más al cine colombiano."
Daniela López: "Si bien ha crecido y se ha incrementado el público local que asiste a cine para ver pelis nacionales, todavía hace falta. Falta continuidad desde los directores, que logren sacar películas con menos años de separación. También hay películas colombianas muy buenas que se quedan por fuera y ahí hace falta algo de apoyo desde los exhibidores, ya que muchas solo están en los circuitos de festivales. Aunque se han creado otros espacios en ciudades como Bogotá o Medellín en los que podemos acceder a ese otro cine que no se exhibe en las salas a las que acude la mayor parte de la gente."
¿Cómo creen que ven las personas que no están involucradas en lo audiovisual o lo artístico el cine hecho acá?
Catalina Arroyave: "Yo me encuentro con muchas personas diciendo que en el cine colombiano solo se habla de droga y narcotráfico, pero uno ve que actualmente las temáticas en el cine que hacemos acá son más diversas, con lugares diferentes y con miradas cada una muy distinta. Hay un prejuicio respecto al cine colombiano y pocas personas que le dan la oportunidad de verlo. Ahora se hacen películas de muchos temas, hay más miradas y más voces."
Daniela López: "Es bien sabido que quienes no están dentro del mundo audiovisual pueden ser muy reacios a los contenidos que tienen unas narrativas diferentes, sin embargo hay públicos para todo, y en Medellín sobre todo ha venido surgiendo un público que acude a los festivales locales y que comienza a responder de forma masiva a exhibiciones de películas de narrativas no comerciales."
¿Hay una narrativa propia que caracteriza al cine hecho en Medellín?
Catalina Arroyave: "No hay una narrativa ni una estética que nos una como tal. Lo que está pasando es que nos estamos buscando, cada uno desde su orilla. Tenemos en común el contexto pero las miradas son distintas."
Daniela López: "Los directores que narran la ciudad se preocupan mucho por contar la juventud, cómo abordan los jóvenes la libertad, cómo viven ellos la ciudad y los conflictos locales. Sin embargo, aunque las temáticas y las preocupaciones de los directores locales a veces pueden ser similares, yo creo que todos tienen una forma diferente de contar las cosas y de narrarse a sí mismos en sus historias. Cada director es un universo diferente."