'Coco': Pixar hizo del Día de muertos una historia universal
El 19º largometraje de la productora más celebrada del cine de animación arrasa en salas. ¿Ya vieron 'Coco'?
En Coco (2017), la compañía subsidiaria de The Walt Disney Company estrena protagonista latino: Miguel Rivera, un niño mexicano que sueña con hacer lo que su familia más odia: música.
Miguel tiene 12 años y lleva melodías en su sangre pero debe esconder ante sus familiares eso que tanta felicidad le produce, tocar la guitarra y cantar. En su casa todos se dedican a la zapatería y tienen terminantemente prohibido cualquier contacto con la música, ventanas cerradas, lejos de la radio y los instrumentos, los músicos no son bienvenidos en la familia ni porque necesiten arreglar o embetunar sus zapatos. Así que Miguel sabe que lo suyo será dedicarse a la zapatería, pero el día en que le ofrecen el delantal para dedicarse de lleno y con honor al oficio familiar, Día de Muertos, descubre algo que le permite entender su pasado y cambiar su futuro: su tatarabuelo fue músico y dejando atrás a su esposa y su hija, Coco, se marchó con guitarra en mano para no volver. Miguel también se marcha persiguiendo su sueño, pero su viaje termina llevándolo a universo extraordinario repleto de esqueletos, colores, recuerdos, memorias y olvidos.
Lee Unkrich es el director de Coco (2017), Darla K. Anderson, la productora. Para un Día de muertos, Unkrich, acostumbrado a percibir el cementerio como un lugar triste, encontró en México una fiesta y una película; la noche entre tumbas no era nada de lo que él creía, la celebración prometía alegrías porque más allá de ser un monumento a la melancolía, México celebra la vida en su Día de Muertos y se hace en comunión, entre lápidas, con velas y flores, con música alrededor de los sepulcros donde se invocan los recuerdos haciendo memoria familiar.
Tras crear una de las películas animadas más exitosos de la historia (Toy Story 3) Unkrich y Anderson encontraron potencial en el Día de muertos, presentaron la historia al jefe de Pixar y éste se entusiasmó, acto seguido, fueron enviados a México y volvieron cuatro veces más, se hospedaron en casas familiares, hicieron trabajo de campo en aldeas y observaron las costumbres preguntando hasta saciar su curiosidad. Unkrich tuvo miedo de filmar una película sobre las raíces de otro país, pero se asesoró a nivel local y contó con el mexicano y coguionista Adrián Molina como codirector. Coco (2017) hace un retrato riguroso de la cultural mexicana y del Día de muertos; música, arte, flores (cempasúchil), personajes, perros (Xolo), Frida Kahlo y un doblaje en el original mexicano, todo en la nueva película de Pixar es hecho a partir de una base bastante local y la respuesta del público mexicano es sólo el efecto de un trabajo bien hecho, la película ya se convirtió en el filme de animación más taquillero de la historia del país.
Coco (2017) está cargada de humanidad, quienes la han visto se rinden ante ella y se conectan con una historia que además de deslumbrar por su técnica, su narrativa y su dirección de arte, provoca lágrimas en pequeños y grandes, carcajadas en niños y adultos, ternura y tristeza.
Coco (2017) tiene alma y corazón, es el resultado de 6 años de trabajo y quienes viven el Día de muertos se han identificado con ella, y quienes conocemos de lejos el concepto de la celebración, vemos recreadas en la gran pantalla las raíces de la relación que México tiene con la memoria de sus muertos. Pixar no defrauda y con Coco (2017) han hecho del Día de muertos de México una historia universal.