Cinco películas icónicas del cine en 3D
Desde los inicios del cine se buscaba conseguir una sensación de profundidad e inmersión, para aquel entonces ya se tenía conocimiento sobre cómo funcionaba la sensación del 3D en el cerebro. Para esto es importante tener claro en qué consiste la estereoscopia, que es cualquier técnica capaz de recoger información visual tridimensional y/o crear la ilusión de profundidad en una imagen.
La historia oficial del 3D comienza en 1890, cuando se comenzaron a hacer distintas pruebas de este formato, William Friese-Greene patentó algunos artefactos claves para el desarrollo de esta técnica, de hecho también es considerado como padre de la cinematografía. A los 14 años abandonó la escuela para convertirse en aprendiz del fotógrafo Maurice Guttenberg, luego montó sus propios estudios de fotografía, se enamoró de las imágenes en movimiento y comenzó a fabricar herramientas para darle movimiento a las imágenes.
Luego, en 1900 Frederic Eugene Ives desarrolló el "fotocromoscopio", que consistía en una cámara y un proyector, fue la primera aplicación comercial del proceso de color aditivo, es decir la producción de impresiones en color mediante la combinación de imágenes parciales en rojo, verde y azul y fue él quien también aportó al cine 3D con su cámara de dos lentes.
Gracias a esto se dio la separación de la imagen basada en dos colores, y así se introdujo el concepto de las gafas de dos colores que son las que asociamos actualmente al 3D.
Pero fue hasta el 27 de septiembre de 1922 el día en el que se proyectó la primera película en 3D, por esta razón en el Día Internacional del 3D o del Cine en 3D, recordamos cinco películas que han cambiado el rumbo de esta tecnología a lo largo de la historia.
Cortometrajes (1915)
Antes de la proyección de la primera película en 3D, el 10 de junio de 1915 se proyectaron tres cortometrajes en el Teatro Astor de Nueva York. Escenas Rurales de los Estados Unidos, El Rey de la Estafa y un documental sobre las Cataratas del Niágara fueron las primeras producciones que utilizaron una técnica tridimensional y se proyectaron ante la audiencia.
Edwin Porter y William Waddell estuvieron a cargo de esta proyección de una serie de secuencias que habían grabado a la actriz Marie Doro, a unas bailarinas orientales e incluso en las cataratas del Niágara las cuales creaban una tosca sensación de profundidad en los asistentes.
The Power of Love (1922)
Fue la primera película en 3D que se proyectó en las salas de cine, rodada por Harry Fairall y Robert Elder, se estrenó en el Hotel Ambassador de Los Ángeles y al público se le proporcionaron unas gafas especiales para que pudieran apreciar los efectos de esta tecnología. Se desconoce si las imágenes tenían algún tipo de filtro o si estaban coloreadas ya que sus versiones tanto en 2D como en 3D se perdieron y nunca más se pudieron recuperar.
Es un filme mudo de drama, en el que Don Almeda promete su hija María a Don Álvarez debido a sus problemas financieros; sin embargo, María no ama a Álvarez y se enamora de Terry O'Neal. Entre robos y suplantaciones finalmente María demuestra que Álvarez es un asesino y ladrón y se casa con O’Neal.
La proyección de The Power of Love (1922) no tuvo una mayor repercusión en el momento, pero sí marcó el inicio del desarrollo de la tecnología tridimensional como la conocemos en la actualidad.
Luego de este filme, se sabe que en la Alemania Nazi se utilizaba esta tecnología 3D para las proyecciones del Ministerio de Propaganda de Goebbels. Mientras que, debido a la Gran Depresión el 3D quedó relegado durante un largo tiempo.
Bwana Devil (1952)
Fue hasta 1952 que el 3D resurgió. En los años 50 llegó el cine a color y también se proyectó la primera película 3D en color, Bwana Devil. La cinta está basada en la historia de los devoradores de hombres de Tsavo, sobrenombre que se le puso a dos leones devoradores de hombres, fue escrita, producida y dirigida por Arch Oboler y tuvo una gran recepción tanto del público como de la crítica.
Para esta película se utilizó el sistema ideado por M.L. Gunzberg que consistía en dos rollos de película que se debían proyectar al tiempo y perfectamente sincronizados. Pero, el efecto de tridimensional solamente se podía ver en los asientos del centro y las gafas causaban dolor de cabeza y mareo en los espectadores.
A partir de ese momento, estudios como Disney, Universal o Columbia se sumaron al boom del 3D con largometrajes como Stereo Techniques, Now is the Time (to Put On Your Glasses), Around is Around, A Solid Explanation, Royal River o The Black Swan.
Debido a las dificultades técnicas y al malestar que generaba en el público, una vez más el cine 3D quedó relegado. En los años 60 Arch Oboler creó el sistema Space – Vision 3D que consistía en imprimir dos imágenes superpuestas en una sola tira de película, cambiando la manera de proyección usando nada más un proyector sólo que con un lente especial.
Pero fue hasta los años 80 que el 3D volvió a coger fuerza con la popularización del cine IMAX, en aquel entonces la industria cinematográfica estaba pasando por un difícil momento debido a que era muy popular que el público alquilara las películas y las viera en su hogar en vez de ir a una sala de cine.
En la tecnología del IMAX 3D se utilizan dos lentes de la cámara para representar a los ojos derecho e izquierdo. Esa grabación queda almacenada en dos rollos de película por separado para los ojos derecho e izquierdo, y luego se proyecta de forma simultánea. El boom comercial de este formato se dio cuando se estrenó la película The Polar Express (2004), pero, un año antes, James Cameron había proyectado Ghost of the Abyss (2003).
Ghosts of the Abyss (2003)
Es un documental dirigido por James Cameron en el que se pueden observar los restos del verdadero Titanic mientras que se narra la historia del hundimiento de este barco. Fue rodado en 2001 y en él se muestra a varios arqueólogos buscando los objetos que aparecen en la pantalla, se utilizó la tecnología 3-D con el fin de darle al público nuevas sensaciones sobre los misterios que encierra este hecho histórico.
Avatar (2009)
Seis años después de la proyección de Ghosts of the Abyss (2003), James Cameron estrenó Avatar, una película en la que afirmaba que los espectadores se podrían encontrar con un espectáculo visual nunca antes visto, y así fue, el éxito absoluto en taquilla habla por sí solo, de hecho se convirtió en la película más taquillera de la historia hasta que Avengers: Endgame (2019) le quitó este título 10 años después.
En Avatar corre el año 2154. Jake Sully es un antiguo marine que vive postrado en una silla de ruedas y tiene una misión entre manos: viajar a Pandora, un planeta del que los humanos extraen un mineral que puede acabar con la crisis energética de la Tierra.
Sin embargo, este planeta posee una atmósfera extremadamente tóxica, por lo que se ha creado el programa Avatar, según el cual los humanos unen sus conciencias a un cuerpo biológico que, por control remoto, es capaz de sobrevivir al aire letal. Este cuerpo está compuesto tanto por ADN humano como por ADN de los Na'vis, las criaturas nativas de Pandora, entre las que Jake se tendrá que infiltrar empleando su nueva apariencia.
Gracias a su avatar, Jake es capaz de caminar otra vez y eso, junto con el hecho de conocer a Neytiri, una bella Na'vi, provocará que disfrute cada vez más de su apariencia alienígena y menos de la humana. Poco a poco, será aceptado en la tribu y estrechará lazos con las criaturas, mientras los humanos esperan informes de la misión y se preparan para entrar en batalla con los Na'vis, lo único que se interpone entre ellos y el codiciado mineral.