Chavela Vargas: cinco razones para ver el documental
Isabel Vargas Lizano nació en Costa Rica en 1919, huyó a Ciudad de México cuando era adolescente y al igual que Luis Miguel (Puerto Rico) se convirtió en uno de esos íconos de la mexicanidad, figuras tan representativas al día de hoy en la cultura del país azteca que gran parte del público se sorprende todavía al descubrir sus lugares de origen.
Chavela Vargas surgió en la década del 50 como una de las artistas favoritas de la floreciente escena bohemia de clubes nocturnos de la ciudad, y soprende aún por sus apasionadas interpretaciones, por su voz única, inigualable e inconfundible; ella, Chavela, la mujer y la artista, es eterna, su legado, indeleble. Y Chavela (2017) de Catherine Gund y Daresha Kyi le hace justicia a su excepcionalidad y carisma.
Este documental es un retrato cariñoso de su espíritu libre y pionero, el de una mujer que se atrevió a vestirse, hablar, cantar y soñar de manera auténtica, haciendo caso omiso al convencionalismo de una sociedad que no estuvo preparada para la Chavela vanguardista, cuyo legado radica no solo en su obra artística, sino en la libertad con la que vivió.
Para este homenaje se han recogido letras de sus canciones y los mitos e historias que se contaron sobre ella en vida, así como los que ella difundió sobre sí misma. Revisen a continuación algunas de las razones por las cuales no deberían perderse este documental.
Redescubriendo la música de Chavela Vargas
Este homenaje nos permite revisar a la luz de la historia de Chavela su música ranchera. Nos enfrentamos aquí a las letras de sus canciones ligadas a los recuerdos de sus amores y las realidades de su caminar desafiando los valores morales del momento, usando pantalones, tomando tequila como no lo hacía ninguna otra mujer, fumando cigarrillo tras cigarrillo mientras interpretaba canciones de amor diseñadas para que los hombres sedujeran a las mujeres mientras que Chavela se oponía a cambiar los pronombres.
Hay en la música de Chavela a la luz del pasado todo aquello que la hizo ser ese personaje osado, pionero y rebelde, pero hay también a la luz de su vida una explicación a toda la rabia y el dolor que contenía su cantar.
Una gran conversación - material inédito
La riqueza de este documental radica en las palabras de Chavela, y no precisamente porque se revelen historias desconocidas a la luz de los relatos de otros sino porque es la misma Chavela quien nos lleva con una conversación informal al detrás de su propio personaje, ese que la hizo vivir como se le dio la gana desafiando cualquier cantidad de estereotipos. Aquí Chavela desde la simplicidad de una charla cualquiera nos habla de la feminidad y la libertad sexual como solo lo hizo desde el escenario.
El renacimiento de la artista
Las directoras de este documental logran capturar en desfachatadas entrevistas la previa de la más importante resurrección de Chavela tras doce años de silencio en el que muchos la creían muerta. Aquí se inmortaliza el más importante retorno de la artista, cuando sería reconocida internacionalmente y encontraría en España un segundo hogar para que luego los teatros de su amado México le abrieran las puertas.
Chavela la mujer
"El legado de Chavela es la libertad con que vivió", afirma Daresha Kyi, directora de este documental. La Chavela mujer, lejos de los escenarios, es la que vemos en esta película hablando de sexualidad, aceptando frente a las cámaras su homosexualidad, riéndose de los prejuicios y amando sin vergüenzas con la libertad como bandera. Chavela fue una mujer revolucionaria, fue libertaria y abonó con determinación el camino de la lucha por la libertad de la mujer y la libertad de género. Aquí vemos a Chavela hablando de su familia y del rechazo que sintió por parte de sus padres desde siempre por su caracter masculino.
Testimonios determinantes
Si bien la palabra de Chavela es protagonista en este trabajo documental, no lo es todo. El relato de Catherine Gund y Daresha Kyi también se compone de entrevistas con los allegados y exparejas de Chavela incluyendo a la abogada con quien vivió esos 12 años de receso artístico, así como de personalidades que compartieron de uno u otro modo su vida.
La presencia de Pedro Almodóvar es importante para comprender la relación de Chavela con España, donde también aparecen artistas como Miguel Bosé. Tania Libertad, Eugenia León, Jesusa Rodríguez, Liliana Felipe y familiares de José Alfredo Jiménez (a quien Chavela interpretó como nadie más lo ha hecho) también hacen parte de este retrato.