‘Cantos que inundan al río’, la película que destaca a las cantadoras de Bojayá
Cantos que inundan al Río es un lamento, pero también una bendición, es memoria y recuerdo olvidado. Es una película necesaria para nuestro letargo colectivo y llega a las salas de cine después de 7 años de trabajo en Pogue, corregimiento de Bojayá en el Chocó, en donde un equipo comprometido logró ponerlo en la mira por su fuerza, resiliencia y creatividad. La producción cinematográfica aportará además recursos propios, de la comunidad y de los espectadores para la construcción de una Casa del Canto en Pogue que aporte a la labor de las cantadoras y del semillero de alabados y su trabajo pedagógico en el que participan cerca de 50 niños y niñas del corregimiento.
La película le permitirá a los espectadores sumergirse en la selva, sentirse adentro de los sembrados de plátano, navegando en el río con la brisa sonora y las hojas que caen de los árboles, mezclados con los hipnóticos sonidos de las aves de la región, del río, de la lluvia y sobre todo, las más de 15 canciones que Oneida Orejuela Barco y las cantadoras de Bojayá, han compuesto para ser escuchadas por el mundo entero.
Germán Arango, Luckas Perro, director de la película, Ana María Muñoz, productora y todo el equipo realizador, coinciden en que el estreno en salas de cine está colmado de expectativas. Sobretodo, crear comunidad alrededor de las cantadoras de Bojayá y reconocer su oficio como hacedoras de paz y de cultura, vincular al espectador desde un sentimiento de empatía con el entorno y la fuerza con la que las comunidades negras han afrontado los dolores y amenazas del conflicto armado. “Buscamos que la película se sume a este momento de transformación de un país al que le urge reconocer sus heridas, su dolor y para construir juntos la reconciliación y el desmonte de una guerra que no solo está en los fusiles, también en las mentes y en los corazones”, afirman.
"Todos tendríamos que cuestionarnos sobre nuestro lugar en la construcción de la paz”, afirman Ana María Muñoz y Luckas Perro. Por su parte la productora Ana María Muñoz, precisa que aunque presentía el gran impacto que generaría la película alrededor del mundo, no imaginó que esta coincidiera con un momento de transformación política tan importante, con una vicepresidente negra y con la entrega de un informe final de la Comisión de la Verdad. El recibimiento de la producción a nivel internacional ha sido grande, bello, generoso. Sobretodo, en Estados Unidos donde esta ha sido invitada a cerca de 8 festivales. El sentimiento es que tiene que ver con la fuerza del movimiento afro en ese país.
Además, se han obtenido dos galardones en festivales internacionales, el más importante es el reconocimiento a Mejor Documental del Festival de Cine Latino en Toulouse, Francia, un festival con más de 30 años de historia y una selección de cine latinoamericano que no se puede encontrar en ningún otro festival.
El recorrido de Cantos que inundan al Río ha sido arduo por diferentes países: tuvo su estreno mundial en la competencia oficial de HotDocs 2021Canadá, TrueFalse Film Fest, Candem International Film Festival - mención de honor del jurado, estreno latinoamericano en el Festival Internacional de Cine de Lima, Cinelatino Missouri, Festival Internacional de Cine de Guadalajara, preestreno en Colombia como película de clausura Festival de Cine y Artes Audiovisuales Miradas Medellín, Chicago Internacional Film Festival, San Diego International Film Festival, Festival Internacional de Cine de Cartagena, Festival Cinelatino Toulouse premio a mejor película documental y fue la película de clausura del Colombian Film Festival Nueva York, Chicago Cinelatino.
La película fue presentada en Pogue en el marco de los 20 años de la conmemoración de la masacre de Bojayá, en donde estuvieron alrededor de 200 personas en el puerto del pueblo. Antes de iniciar la proyección, las niñas cantaron y las mujeres adultas pusieron un rezo: fue su bendición a la película, su aceptación y demostración de cariño y respeto por las imágenes que allí quedaron plasmadas. “En Pogue sienten la película como un homenaje a sus líderes y a sus luchas, ya hace parte de la memoria histórica del pueblo y eso es de lo más valioso que el cine puede brindar”, enfatizan Ana y Luckas.