Así ha sido la revolución femenina en el cine colombiano
Por: Diana Ampudia C.
Camila Loboguerrero, Libia Stella Gómez, Marta Rodríguez, Victoria Solano y ‘Vicky’ Hernández son nombres importantes en la historia del cine colombiano no solo por su talento, sino por reivindicar la presencia del género femenino en una industria dominada por el hombre.
En el octavo episodio de Hecho en Colombia, podcast original de RTVCPlay con el apoyo de Proimágenes Colombia, hicimos un recorrido por las luchas y conquistas de las mujeres que han revolucionado la industria audiovisual en el país.
Camila Loboguerrero
Cineasta bogotana nacida en 1941. Inició sus estudios en la Universidad de los Andes para, posteriormente, aterrizar en París con el propósito de aprender Historia del Arte. Sin embargo, su participación en el Mayo francés, la hizo cambiar de rumbo y entrar a la Facultad de Cine de la Universidad de Vincennes, fundada después de los hechos revolucionarios.
Loboguerrero, pionera de la incursión femenina en la industria audiovisual colombiana, comenzó su carrera profesional en el país como editora de cortos y fue subiendo –escalón por escalón– hasta llegar a la dirección de sus propias producciones.
“Al regresar a Colombia nadie dirigía. Mis dos antecesoras del mundo documental eran: Marta Rodríguez y Gabriela Samper; Martha muy importante documentalista, muy premiada, pero yo lo que quería era hacer ficción. Mis primeros trabajos fueron como editora, haciendo montaje de cortos y largos (...) yo fui subiendo escalón por escalón porque sino hubiera sido muy difícil” Camila Loboguerrero, cineasta colombiana.
La película más importante de la cineasta es una cinta inspirada en la actividad política colombiana de 1920, cuando la nación recibió la indemnización por la pérdida de Panamá, pero los trabajadores seguían sometidos como en la época colonial. La cinta narra las luchas reivindicativas lideradas por María Cano.
“Yo había descubierto a María Cano 15 años antes (...) la descubrí cuando estaba recién llegada de estudiar en París y era una joven soñadora. Me pareció que era linda María Cano, pero no me gustaba su final porque era un poco triste” Camila Loboguerrero, cineasta colombiana.
Loboguerrero –en sus palabras– lleva toda una vida peleando por el cine colombiano. Su última producción fue la película de comedia Nochebuena, estrenada en 2008.
Libia Stella Gómez
Directora santandereana. Empezó su camino por el séptimo arte en el teatro y tiempo después -con la apertura de la Escuela de Cine de la Universidad Nacional- cumplió su sueño de hacer ficción y documentales.
Gómez nació –en 1969– en una familia de cuatro hermanas y estudió en un colegio femenino. En su infancia nunca vió limitado su comportamiento por razones de género; sin embargo, no desconocía el machismo patriarcal, pues a pesar de la fortaleza que caracteriza a la mujer santandereana, en casa mandaba su papá.
En su camino profesional, la directora de cine vinculó de manera errónea el feminismo con la reivindicación. “Yo pensaba: ‘las directoras feministas solo hacen cine reivindicativo y a mí ese cine me parece una jartera’, pero últimamente estoy cambiando el norte. No se trata de hacer cine reivindicativo ni que la obligación sea esa, es la representación de la mujer lo que tiene que cambiar”, destacó la cineasta.
Entre las cintas de Gómez están: Un tal Alonso Quijano (2020); Ella (2015); El traje nuevo del emperador (2014); Arista Son (2011); La historia del Baúl rosado (2005); películas en donde las protagonistas no son cosificadas y representan la lucha que ha encarnado su directora para abrirse camino.
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Marta Rodríguez
Documentalista nacida en Bogotá. Estudió Sociología en España e incursionó en el mundo del cine en 1961, en París. Fue alumna del antropólogo Lévy Strauss y de Jean Rouch, creador de películas etnográficas y fundador del Cinéma Verité. Asimismo, trabajó de la mano con Camilo Torres, conocido como el cura guerrillero.
“Regreso a Colombia en 1958 (...) me bajo en un hotel, en Cartagena, y en el hotel está un cura que se llama Gustavo Restrepo, compañero de Camilo, es que el destino me tenía trazado el camino. Entonces él me dice: ‘oiga Marta, usted estudió sociología, trabaje con nosotros’” Marta Rodríguez, documentalista colombiana.
Su documental insignia, Chircales, lo hizo en el barrio Tunjuelito de Bogotá. Este retrato sobre una familia que hace ladrillos de manera artesanal en las peores condiciones de explotación laboral y social le valió el Golden Dove en el Festival de cine documental de Leipzig y el Grand Prix en el festival internacional de cine de Tampere.
Rodríguez es una mujer que durante décadas acompañó las luchas campesinas, afrodescendientes e indígenas con más de 18 documentales, en los que mantuvo una narrativa ética y un compromiso indeclinable con la denuncia de las injusticias sociales. ‘La sinfónica de los Andes’, su más reciente documental, fue estrenado en 2020.
Victoria Solano
Documentalista colombiana. Estudió Medios Audiovisuales en el Politécnico Gran Colombiano y tiene un magíster en periodismo de la Universidad de San Andrés en Argentina, país en donde fundó la productora Clementina Films en 2012.
En 2014 ganó el Premio Simón Bolívar por 9.70, documental en el que habla sobre la privatización de las semillas que los campesinos usaban ancestralmente en su oficio de cultivar la tierra. Este fue el punto de partida para desarrollar su línea argumental sustentada en la producción de impacto e inspirada en Marta Rodríguez.
“Yo realmente hace muchos años admiro a Marta Rodríguez, mucho, como mujer y como cineasta (...) siento que cuando uno cuenta la historia de Marta Rodríguez es impresionante, ¿no?, cómo ha dedicado su vida a caminar el campo colombiano y a contarla. Siento que ella, su figura, ha sido siempre una inspiración muy fuerte” Victoria Solano, documentalista colombiana.
El largometraje documental Sumercé –pieza importante liderada por Solano– narra la resistencia campesina alrededor de la defensa del territorio y sus raíces. Esta es además la primera película colombiana en estrenarse de manera virtual durante la pandemia del nuevo coronavirus.
Victoria ‘Vicky’ Hernández
Icono de la actuación en la industria audiovisual colombiana. Hernández –nacida en Tuluá, Valle del Cauca– ha participado en películas como: Carne de tu carne (1983); Cóndores no entierran todos los días (1984); Visa USA (1986); La mansión de Araucaima (1986); La estrategia del caracol (1992); La toma de la embajada (2000); Satanás (2007); y Ciudad Delirio (2014), entre otras.
“Yo aprendí desde niña a hacer teatro y a trabajar en la escena con gente grande, con gente importante, con gente entregada a eso. No había esa zalamería de hoy en día, en el ensayo uno se podía matar. Yo vi a Santiago García darle un puño a Rafael Murillo en la boca (...) yo vi cosas y oí, pero aprendí que en la escena la gente se peleaba por hacer algo mejor, por sacar las cosas adelante” Vicky Hernández, actriz colombiana.
El carácter y templanza de ‘Vicky’ la llevaron a construir de manera impresionante sus papeles, a dejar huella en el teatro, cine y televisión colombiana, y a conquistar los halagos de la industria y el público en general. La actriz caleña también interpretó a ‘La Machiche’ en La Mansión de Araucaima, un papel que le quitaron –en principio– por “ser fea”.
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Aunque la lucha por abrirse un espacio cada vez más grande en la industria audiovisual de Colombia ha rendido frutos, el panorama aún es desalentador. El Movimiento de Mujeres del Sector Audiovisual de Colombia –Musa– y el laboratorio Killary CineLab revelaron que en el país solo hay 39 % de mujeres directoras de arte, 28 % de productoras, 23 % de montajistas, 17 % de guionistas, 13 % de directoras, 10 % de sonidistas y 6 % de directoras de fotografía. Estas organizaciones y otras colectivas, han denunciado además, que algunas mujeres que tienen oportunidades en la industria, se han visto enfrentadas a todo tipo de situaciones de abuso, acoso y discriminación por el hecho de ser mujeres, así que la revolución también incluye la lucha por seguir abriendose espacios en la industria y pelear por los derechos de quienes han sido vulneradas en el cine colombiano.