[Amityville: El Despertar] Otras maneras de abordar el horror clásico
Se estrena en Colombia la décima entrega de esta sobrenatural serie, donde cuentan desde otra perspectiva la mítica historia de su casa embrujada.
El 27 de julio llega a las salas Amityville: The Awakening (2017), la nueva producción de esta saga que comenzó en 1979 gracias a una primera parte protagonizada por James Brolin y Margot Kidder, basada en el libro de 1977 escrito por Jay Anson. Desde aquel entonces se han contado diversas historias de familias y habitantes de la residencia del 112 de la avenida Ocean en Amityville, referenciando de una u otra forma la verídica historia de Robert DeFeo y su famosa masacre.
En la nueva entrega se nos muestra un relato que no tiene ningún tipo de relación con la historias anteriores, ya que lo narrado en todas hace parte de su ficción; por ende, el espectador se enfrenta a un nuevo caso, donde la única base es lo sucedido verídicamente en noviembre de 1974.
Con Amityville: The Awakening (2017) nos encontramos con el trabajo del director francés Franck Khalfoun, quien ha tenido aciertos y desaciertos dentro del cine de horror reciente. Desde su no tan favorable debut con P2 (2007) y el interesante remake de la clásica cinta de slashers Maniac (2012), protagonizada de forma versátil por el gran Elijah Wood.
En su nueva película,Franck Khalfoun cuenta la historia de una familia disfuncional que tras perder a su padre y sufrir una calamidad en la que uno de los hijos quedó en estado vegetativo, deciden darse una nueva oportunidad al mudarse a la mítica casa donde residieron los Defeo. Belle, la hermana mayor, debe afrontar la obsesiva actitud de su madre por mejorar la salud de su hermano, mientras que se van descubriendo las consecuencias sociales de vivir en este recinto y las perturbadoras situaciones que empiezan a manifestarse.
Actuaciones que cumplen con los parámetros teniendo en cuenta la participación de la grandiosa Jennifer Jason Leigh, quien de manera similar a Julian Moore en el remake de Carrie (2013), interpreta a una madre completamente invadida por la locura, pero sin lograr complementar la legítima amenaza de esta historia. El verdadero peligro es encarnado de cierta manera por Cameron Monaghan, quien con su apariencia nos sigue sugiriendo al Joker de la serie de televisión Gotham (2014).
Se destaca la actuación Thomas Mann que encarna a Terrence, un joven geek compañero de escuela de Belle, el cual con su humor hace una serie de referencias al libro de Anson y las películas de 1979, 1982 y 2005; allí afirma que esta última en su condición de remake nunca cumplió con las expectativas. Según el personaje, “no hay nada más cool que ver la película de Margot Kidder en el lugar donde ocurrieron los hechos reales…”.
Infortunadamente esta es una producción que no logra lo esperado, teniendo en cuenta la importancia cultural de su trasfondo. La película se convierte en un proyecto más que pretende recrear clásicos, pero sin obtener algún tipo de efecto, principalmente por su enfoque adolescente cargado de momentos predecibles.
Mas allá de eso, son pocos los directores que han conseguido despertar una vez más el miedo en la salas. Podríamos citar a James Wan, quien con su particular visión de los Warren y otras historias conectadas con Amityville, recargó de manera significativa en El Conjuro (2013), aquel espeluznante sentido de clásicos sobrenaturales como El Exorcista (1973), La Profecía (1976) o The Changeling (1980).
Sin embardo, después de ver Amityville: The Awakening (2017) sigue surgiendo aquella pregunta sobre ¿qué necesidad existe de seguir tomando ideas clásicas, si se pueden crear nuevas historias que se conecten con la gente?