‘Alis’ una hermosa mirada a lo profundo del alma humana
Arcadia es un centro de acogida del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud ubicado en Bogotá, donde habitan varias y varios jóvenes que han vivido en la calles de la capital o no tienen quién pueda cuidarles. A este lugar llegó Alis, una niña de 15 años que se convirtió en distintas cosas para sus compañeras: una amiga, una confidente, una amante, un anhelo, un respaldo, una esperanza, una luz. A cada una, Alis la impactó de forma distinta y gracias a esto, ella fue capaz de existir y de cambiar vidas.
Alis tuvo muchos cuerpos, vivió en muchos lugares, tuvo muchos pasados. Para algunas de estas jóvenes fue muy fugaz, para otras sigue estando presente, pero sin importar qué forma tome Alis, ella existe. Así como todas estas jóvenes existen, por más que estén en un pequeño panóptico, por más que las ignoremos por la calle, por más que el sistema y la sociedad las menosprecie, existen.
Dirigida por Clare Weiskopf y Nicolas van Hemelryck, responsables del documental Amazona (2016), Alis es una película conmovedora que nos invita a formar parte de un juego.
Esta pareja llegó a Arcadia luego de dictar una serie de talleres de cine documental junto a la Gerencia de Artes Audiovisuales en uno de estos centros de acogida. Clare Weiskopf cuenta que lo primero que sintió al entrar a estos internados fue pesar, pero en la búsqueda de romper ese prejuicio empezó a conocer a estas mujeres a profundidad, su vida, sus historias, sus pasados y sus sueños. Esto derivó en un ejercicio imaginativo en el cual se les pidió a 20 de estás jóvenes que imaginaran a una compañera llamada Alis.
Frente a la cámara ellas comenzaron a darle características a este personaje, a inventarle una historia y a pensar una relación con ella. Entre risas y lágrimas, se va desnudando la humanidad de estas mujeres mientras las vamos conociendo mejor y empezamos a preguntarnos si lo que cuentan es real o no. Si es algo que vivieron, algo que vieron, algo que se inventaron, pero lo curioso es que mientras avanza la película, estas preguntas pasan a un tercer plano porque realmente no importa la respuesta. Lo que importa es que lo están contando y que se están abriendo frente a nosotros.
Este documental ha ganado varios premios en todo el mundo incluyendo el Oso de Cristal y Teddy Award en la Berlinale 2022 y no solo la sensibilidad que propone nos atrapa, sino lo arriesgado del formato. Para contar esta historia, Clare y Nicolás sentaron a las participantes frente a un fondo neutro, un cuarto de Arcadia, y pusieron la cámara a la altura de sus ojos.
Básicamente, los espectadores estamos sentados durante una hora y veinte viendo a los ojos a estas mujeres. Escuchandolas hablar y de alguna forma formando parte de ese juego imaginativo que nos lleva a un lugar muy íntimo, en el que solo están el público, las mujeres de Arcadia hablando una por una y Alis.
Esto se complementa con tomas del día al día en el internado, planos fijos como el de un conejo rosado de peluche dando vueltas en una secadora, secuencias de baile y mucho movimiento que le dan un sentido corporal a esta historia que por más que la mayoría del tiempo vemos un plano fijo, constantemente hay acciones, las cuales suceden en la pantalla o en nuestras cabezas.
Según la directora, esto se hizo con la intención de no poder escapar, de obligar al espectador a mirar bien el rostro de unas jóvenes a las que la vida les ha dado muy duro, que han tenido que aprender a sobrevivir solas en un mundo muy hostil y que han atravesado momentos llenos de dificultades y desesperanza.
Pero la película no solo muestra este lado “negativo”, más bien busca que veamos esa parte humana, esa parte que ríe, que sueña, que aprende, que es torpe, tierna y ruda a la vez. Esa parte que ama, que corteja y que baila.
Por eso Alis busca ir más allá de la pantalla y en un alianza con la Fundación Tiempo De Juego se está trabajando para darle varios apoyos a estas jóvenes mujeres y poder hacer una casa de acogida distinta que sea un espacio seguro de desarrollo y aprendizaje.
Algo que llama la atención de este documental es que no conocemos el nombre de las participantes, todas están cobijadas por la figura de Alis y todas son una parte de este cuerpo y esta alma inquieta que solo busca existir.
Si bien este ejercicio se ha hecho muchas veces a lo largo de la historia del cine, este formato es muy disruptor. Es casi como estar hablando con las participantes y en momentos se vuelve frustrante no poder devolverles la pregunta, decirles algo o darles un abrazo.
Miren nuestra entrevista completa a Clare Weiskopf y no se pierdan esta película. Si quieren apoyar a las mujeres de Arcadia y al proyecto de Alis entren en este link.