[Historias de RAP] Una cámara para rockear
Esta es la historia de un 'cámara novata'. Un oyente de Radiónica que conocimos en Rock al Parque, nos compartió sus fotos del festival y nos contó su experiencia:
Quisiera que llegara un momento en que mi cámara puediera retratar más que un rostro, quisiera retratar la euforia de los monmentos que componen un festival como Rock al Parque...
Al ir como espectador a un concierto uno es consciente del sentimiento colectivo que genera la música, disfrutamos sin importar que tan cansado o sediento esté el cuerpo; se canta, se poguea y se baila hasta el último instante. Pero asistir a un concierto como fotógrafo es algo distinto, la concentración está en lo que sucede en el medio de la gente, pero también de lo que ocurre en tarima, no hay espacio para disfrutar la música y vivir el show como quien va disfrutar de la experiencia que ofrecen los espectáculos en vivo, la música en vivo, pero cuando se observa detrás de un lente se descubre la alegría de un punkero en pleno pogo y se vive la adrenalina de tomar fotos dentro de ese mosh arriesgando la cámara, pero la gente es tan amable de protegerla en medio de los empujones y patadas que se agradece.
Gracias a mi cámara fui a Rock al Parque 2017 más allá de los estereotipos para llegar a la gentileza de las cabezas rapadas y de los cuerpos tatuados. Pude fijarme en las lagrimas de Marisol Hernández (cantante de la Santa Cecilia) cantando “como dios mande”... es algo inolvidable.
A pesar de las dificultades que pueden surgir al tomar fotos en un evento como este, es muy grato y satisfactorio vivir y fotografiar el momento y la gente, se aprende apreciar a las personas, y a cambio, ellos regalan algo que va más allá de un retrato. Comparto con ustedes, los lectores de Radiónica, las imágenes que registré en la edición No. 23 de Rock al Parque.