‘Una estación fisiomágica’ y ‘Una estación fisiológica’, homenajes a pioneros del cine en El Delia
Del 21 al 23 de junio, la Sala Fanny Mikey del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella albergará la película de cine vivo Una estación fisiomágica y la instalación Una estación fisiológica; una puesta del artista Santiago Sepúlveda que explora los orígenes del cine y sus vínculos con la ciencia y la magia.
Ambas creaciones surgieron a partir del constante interés de Sepúlveda por las relaciones entre el cuerpo, el espacio y la imagen en movimiento y, en este caso específico, de sus investigaciones alrededor de dos personajes pioneros de la pantalla grande: el médico y fotógrafo francés Étienne Jules Marey (1830-1904) y el ilusionista y cineasta, también francés, George Méliès (1861-1930).
El artista indagó en los primeros registros existentes de animales moviéndose realizados a través de la cronofotografía, hechos por Marey, y repasó toda la filmografía de Méliès (1861-1930), reconocido por su rol en la creación de los efectos especiales en el cine y muy recordado por la película Viaje a la luna (1902). Preguntándose cómo hubiera sido una película realizada entre Marey y Meliès a finales del siglo XIX, Sepúlveda construye dos experiencias sonoras, visuales y espaciales, que estarán abiertas al público durante tres días en el Delia.
Por un lado, el público podrá visitar la instalación Una estación fisiológica, donde el artista hace una referencia a los experimentos de Marey; con un montaje a partir de los archivos del fisiólogo, construido en el mismo diorama de la película y evocando las creaciones visuales de Méliès, a través de la magia que permite la aparición de los animales.
La instalación estará disponible el 21 y 22 de junio de 10:00 a. m. a 5:00 p. m y el 23 de junio de 10:00 a. m. a 1:00 p. m.
Por otro lado, en Una estación fisiomágica, se presentará una película de cine vivo en la que un coro de personas sordas interpreta una serie de propuestas visuales que evocan la magia que representaba el cine en sus inicios, el denominado cine mudo. “Con esto se crea un tipo de relaciones con unas tensiones y esas tensiones constituyen la experiencia del espectador. El marco es el cine mudo, leído a través de las primeras representaciones de los animales”, explica el artista.
La película podrá verse el 21 y 22 de junio a las 7:30 p. m. y el 23 de junio a las 3:00 p. m.
De manera transversal, el artista indaga en los orígenes del cine vinculados a la ciencia y a la magia. El experimento incluye otros referentes como Nanook, el esquimal (1922) de Robert Flaherty, la primera pieza cinematográfica considerada como documental. El público podrá así disfrutar también de un homenaje a estos pioneros de la imagen en movimiento.
Las dos estaciones estarán abiertas al público con entrada libre hasta completar aforo.