Recodifica: Señales de cambio
El medio ambiente no da espera, por eso está en manos de la gente buscar alternativas reales para crear conciencia, modificar conductas y promover acciones directas para cuidarlo.
¿Por qué esperar años a que se construya una nueva cicloruta, y que probablemente no quede bien hecha? ¿Para qué depender de campañas comerciales o de que las instituciones hagan algo para que las cosas mejoren? ¿Como habitantes de la ciudad, por qué no podemos modificarla y enviar un mensaje que afecte positivamente el entorno?
Preguntas como estas son las que pueden estar detrás de las intervenciones urbanas que vienen apareciendo en grandes ciudades, principalmente de Estados Unidos, lideradas por artistas y activistas, que utilizando como lienzo los espacios y mobiliarios urbanos envían un mensaje político y social.
"Urbanistas tácticos" -que ya se ingeniaron una guía para compartir conocimiento (inglés), están detrás de este tipo de movimientos "post-carbon" ("más allá del carbono"). Por ejemplo, el "Department of D.I.Y" ("Departamento de Hazlo tu Mismo") están manifestando, y más fuerte que cualquier campaña, el clamor ciudadano por alternativas inmediatas que mejoren la movilidad y el cuidado del ambiente.
En Los Ángeles, por ejemplo, aparecen de un día para otro vías exclusivas 'piratas' para bicicletas pintadas en las calles, o señales que le dan prioridad a los ciclistas. Esta idea nace en una ciudad rica y desarrollada, pero caótica, contaminada y hecha exclusivamente para automóviles.
Crédito: Spontaneous Interventions
Otro ejemplo es la instalación de señales de tránsito con los colores o estándares de las regulares, pero que en vez de diriguir el tráfico de carros y motos, promueven que la gente camine, indicándole el tiempo que demorará en un trayecto de un lado al otro a pie.
Estas, creadas por Matt Tomasulo en el centro de la ciudad de Raleigh, Carolina del Norte (EE.UU), nacieron a partir de la reflexión de que la necesidad de utilizar el carro es el resultado de una percepción errónea de la distancia entre dos lugares.
Tomasulo colgó más de 27 señales, que fueron removidas al poco tiempo por el consejo local, al no haber sido aprobadas. Sin embargo, la idea resultó tan útil, original y práctica, que sirvieron para que la gente cambiara realmente sus hábitos y se diera cuenta que caminar no era un problema.
Por esto, la ciudad decidió volverlas a poner, ahora como un proyecto piloto llamado "Walk Raleigh" ("Camina Raleigh").
Crédito: Spontaneous Interventions
En palabras de Tree Hugger, un reconocido portal de ecología, estas intervenciones "bien sean de alta tecnología o baja, permanentes o temporales, reflejan el esfuerzo de los individuos para crear proyectos que expandan el comfort, la funcionalidad, la inclusión, la seguridad y la sostenibilidad de las ciudades, haciendo en algunas ocaciones más divertidas y disfrutables las áreas urbanas".
De hecho, este tipo de propuestas han tenido tanto impacto que fueron presentadas junto a cientos más en el pabellón de Estados Unidos la Bienal de Arquitectura de Venecia.
¿Conocen iniciativas como estas en ciudades colombianas? Cuéntennos en Twitter con el numeral #recodifica