Pereira: sanando heridas nacionales
A las 7:30 de la noche del pasado miércoles 2 de noviembre, dos banderas blancas con mensajes de paz escritos en sus bordes se izaron a media asta en la Plaza de Bolívar de Pereira. Hubo alegría entre los espectadores, indiferencia entre algunos transeúntes, satisfacción del deber cumplido entre artistas, y una esperanza compartida entre los participantes.
Coincidiendo con la celebración del Día de los Muertos y un mes del Plebiscito por la Paz el colectivo de artistas Magdalenas por el Cauca quiso rendir una ofrenda colectiva a las heridas de la guerra a través de la unión de pañuelos blancos en los que iban escritos mensajes de víctimas del conflicto armado de diferentes partes del país como Trujillo, Buenaventura, Puerto Berrio y los Montes de María, entre otros.
La actividad inició a las 10 de la mañana en la Plaza Cívica Ciudad Victoria de la ciudad de Pereira, donde a lo largo del día se unieron jóvenes, adultos, mujeres y hombres con el fin de coser los pañuelos blancos y hacer parte de esta iniciativa artística que tuvo como fin izar las dos bandera blancas sólo hasta la mitad, para que cuando se firmen los acuerdos de La Habana entre el Gobierno Nacional y las Farc, se puedan izar en lo más alto.
“Me pareció un gesto muy bello de todas las personas que se acercaron a la Plaza Cívica y nos ayudaron cosiendo los pañuelos y también el hecho de haber estado en este acto como medio ceremonioso-ritual para izar estas banderas. Es muy importante que todos sigamos con este compromiso, que entre todos podamos lograr esta paz anhelada y tantas veces escrita en los mensajes que nos enviaron”, comentó Yorlady Ruiz, artista plástica y miembro de Magdalenas por el Cauca que junto al artista Gabriel Posada, tomaron la iniciativa de esta representación y homenaje a las víctimas en Colombia una vez se conoció el resultado del plebiscito el pasado 2 de octubre.
“El pañuelo significa ese pedazo de tela que recibe el dolor, las lágrimas, la emoción, o cuando las personas han ido a las fosas comunes a encontrar a sus seres queridos, estas personas tapan sus caras, entonces el pañuelo se nos vuelve un ícono que se vuelve receptor del dolor”, agregan los artistas al preguntarles por qué la figura de pañuelos blancos para esta actividad.
Ejercicios artísticos como el de Yorlady y Gabriel en Pereira, como también lo fue el de Doris Salcedo en la Plaza de Bolívar de Bogotá el pasado 11 de octubre, son la forma en la que el arte de manera oportuna ha logrado mantener en la opinión pública nacional la discusión respecto a la firma del Acuerdo de Paz. El arte ha cumplido y la ciudadanía le ha respondido de forma positiva a todos los artistas que se apropiaron del momento histórico que vive nuestro país.
En esta serie de actos simbólicos llevados a cado en la capital risaraldense, el hecho de coser, de volver al costurero, de que entre los grupos que cosían se hablara y recordaran hechos de guerra que han marcado al país, como también el haber replicado a las personas que pasaron y se mostraron en desacuerdo con los acuerdos de paz, generó un acto de convivencia, acciones que desde el interior del país nos muestran el camino con la tolerancia y el respecto como bandera.
“Estos actos de convivencia y de simbolizarnos distinto, quizás sólo nos los ofrece el arte en cierta medida. Entendemos que este es un país que alberga muchos vacíos tanto con los desaparecidos como con las personas que han muerto violentamente, entonces esta propuesta trata precisamente de eso, de cómo nos empezamos a coser un poquito, a sanar un poquito y por eso le quisimos llamar “Saturas de paz”. Los colombianos necesitamos ya la paz que nos han arrebatado en tantos años”.
Algunos de los mensajes para llevar en la memoria:
"Para tener la oportunidad de reconstruir juntos nuestra casa en ruinas y leer en nuestro mapa una historia de amor y no una de miedo y odio, para que en la memoria de quienes están aprendiendo a hablar no existan recuerdos de guerra y fusiles y que sus palabras y sus sueños no estén menguados por el dolor y el resentimiento, que la paz deje de ser un anhelo imposible, que sea al fin una realidad que nos hermane de nuevo".
"Quiero que la pérdida y el dolor que viví cuando lloré sobre el cuerpo muerto de mi padres nadie más lo vuelva a sentir"
"Es hora de silenciar los fusiles y construir equidad para que florezca la paz"
"Sin justicia no hay paz"