Música y reciclaje: historias de emprendedores
En esta historia de violines el alma del violín no es solo su pequeño cilindro de madera incrustado en medio de sus dos tapas, sino también el soplo de quien lo construye, y por supuesto, el hábito de quien lo interpreta.
María Manuela Sánchez Gutiérrez es una joven música y emprendedora pereirana que con 17 años de edad es inspiración y ejemplo para grandes y chicos, pues gracias a una idea que surgió como necesidad, María Manuela tiene hoy la clave exacta para construir violines con materiales reciclados.
Manuela es música desde los seis años. Toca la flauta, el piano, el violín y la viola, pero una de sus mayores frustraciones al entrar a la escuela de música era no poder tener sus propios instrumentos para poder ensayar cuantas veces fuera necesario. De allí que, esta idea loca, en su momento, de construir instrumentos musicales a partir de materiales reutilizados, se fue haciendo realidad.
Pedazos de la caja del televisor de su abuela, restos de icopor del empaque de una nevera y pedazos de PVC y madera que dejó una construcción, fueron los materiales con los que Manuela construyó el primer prototipo de instrumento de cuerda frotada, en este caso el de una viola. Resultado con completo error técnico y estético que con el paso del tiempo perfeccionó.
“No ha sido nada fácil. La primera vez que le mostré el prototipo a mi profesor lo primero que me dijo fue que con la música no se jugaba, y ese rechazo fue duro… Pero esto era algo que yo quería hacer y lo quería hacer bien, por eso no me rendí y con mi mamá investigamos mucho acerca de los materiales y todo lo que se requería hasta que lo logramos. Luego mis profesores vieron que sonaba bien, que la calidad era buena, y que tenía durabilidad, ahí cambiaron de perspectiva”.
Actualmente su ya conformada empresa “Musicales María Manuela” lleva tres años en acción. El primer año de investigación, y los otros dos de producción, cariño y alma, que como bien lo expresa Manuela, “no es solo ese pequeño cilindro de madera que va por dentro del violín y hace su sonido mucho mejor, sino que cada instrumento se lleva el alma de quien construye cada pieza, o sea de mi familia”.
Durante este tiempo son alrededor de 66 instrumentos los que se han construido queriendo con ello impactar en el medio ambiente y llegar a comunidades de escasos recursos para poder tener la oportunidad de hacer música y acercarse a ella sin tener mayores gastos. Ahora se están realizando pruebas para hacer ukuleles y muy pronto percusión. Además de ello, Manuela también enseña y comparte su conocimiento musical y ganas de emprender, generando oportunidades donde parecía no haberlas.
Hoy en día es estudiante de Ingeniería Industrial y todo el conocimiento que obtiene de la academia lo aporta a su emprendimiento, el cual define como su proyecto de vida, sin descuidar en ningún momento su gran pasión por hacer música. Al mismo tiempo ella hace parte de la Sinfónica de la Universidad Tecnológica de Pereira, y de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Secretaría de Cultura de Pereira.
“Sueño con hacer música toda mi vida. Imagino algún día poder tocar en la Filarmónica de Berlín, pero por ahora mi meta a mediano plazo es tocar La Campanella de Paganini, mi obra favorita en violín. Es muy compleja, es pesada, pero es muy bella, y estoy estudiando todas las bases técnicas para poder hacerlo”.
Con este emprendimiento no solo ella, sino su familia, gran apoyo en el proceso, ha recibido grandes reconocimientos como emprendedora en el departamento de Risaralda, María Manuelaha sido una de las invitadas más jóvenes en TEDx y participante activa en ferias de emprendimiento como Expocamello.
“Mi gran misión es poder impactar en la sociedad y dejar huella por el cuidado del medio ambiente. Siento que tenemos mucho para ofrecer y está en nuestras manos poder cumplir esos objetivos. Hay que creer en la innovación, en lo nuevo que produce la sociedad y en cómo podemos ayudar a los demás”.