'Desminar', un espacio de exposición para reflexionar sobre el conflicto
Desminar es una exposición del Ministerio de las Artes, las Culturas y los Saberes; el Museo Nacional de Colombia; Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria; la Cámara de Comercio de Bogotá y la Dirección de Patrimonio Cultural UNAL, de la Universidad Nacional de Colombia.
Su autora es la artista mexicana Tania Candiani, con curaduría de Gabriela Rangel. La instalación propone analizar desde la topografía el contra monumento Fragmentos de la artista Doris Salcedo, a partir de un detector de minas. Ese detector traducirá en imagen y sonido memorias de la violencia que reposan en las placas de metal que integran el suelo de la exposición.
Desminar se inauguró el pasado 13 de abril y tendrá sus puertas abiertas al público de manera libre y gratuita hasta el 28 de julio de 2024. La exposición se ubica en Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria (Carrera 7# 6b-30) en Bogotá.
El suelo de Fragmentos está hecho con armas de las FARC-EP que se entregaron luego del acuerdo de paz, entonces ¿por qué "desminar" este piso? ¿qué sonidos guardan las placas martilladas por mujeres víctimas del conflicto armado? Estas son algunas de las preguntas que se plantea Desminar.
“De esta forma, las lesiones cometidas durante el conflicto armado colombiano que duermen silentes en las baldosas del recinto, se traducirán en sonido. Igual que el buscador de minas usa un detector de metales para desenterrar los explosivos, yo usaré una cámara provista con un microscopio para recoger con el lente los surcos e incisiones que conforman la topografía de Fragmentos y que no son otra cosa que las huellas que dejó la guerra, para escuchar así el rastro sonoro de esas heridas”, dice la artista Candiani en un texto sobre la obra.
La lectura del suelo se logrará gracias a que los asistentes tendrán un elemento que ocupará el rol de buscador de minas, para que lo usen mientras caminan en la sala 1 de Fragmentos. Lo que se recoja de este ejercicio se proyectara en simultáneo en la sala principal del sitio.
En la sala 1 lo que se podrá encontrar proyectado serán sonidos e imágenes de otro suelo que también fue marcado por la violencia: la Plaza de Las Tres Culturas, ubicada al norte del Centro Histórico de Ciudad de México, donde el 2 de octubre de 1968 ocurrió la matanza del movimiento estudiantil de Tlatelolco.
De esta forma se une uno de los hechos más dolorosos de México con los más de 50 años de conflicto en Colombia. La unión resulta en una cartografía visual y sonora de las guerras que han marcado al continente latinoamericano.
En el pasillo que une las dos salas habrá una vitrina que expone textos sobre la obra, un storyboard de Tania Candiani y un tornamesa, que luego de las primeras semanas de exposición, reproducirá las grabaciones del registro sonoro que obtenga el buscador de minas.