113 grabados de Alberto Durero llegan a Bogotá
Del 1 de agosto al 3 de noviembre, los grabados y las técnicas empleadas por el artista del renacimiento se podrán apreciar en la exposición Durero. Grabados 1496-1522.
113 grabados originales de Alberto Durero (1471-1528), en técnicas como entalladura o xilografía, buril, punta seca y aguafuerte, serán exhibidos durante un poco más de un mes por el Museo de Arte del Banco de la República en la exposición Durero. Grabados 496-1522.
Provenientes de la colección privada Dal Bosco, una de más importantes de Europa, Durero. Grabados 1496-1522 tendrá del 1 de agosto al 3 de noviembre varios de los primeros grabados del artista renacentista, todos anteriores a 1500 y elaborados en su primer taller de Núremberg, Alemania.
La Sagrada Familia (1496), La lucha entre Hércules y Caco (1496) y El cerdo monstruoso (1496); y hasta grabados que se convirtieron en íconos del arte universal,como La Melancolía I (1514), El caballero, la muerte y el diablo (1513) y El Gran carro triunfal de Maximiliano I, estarán en esta exposición que organiza el Banco de la República.
Diversas actividades adicionales, entre ellas recorridos especiales, una serie de conferencias con especialistas de primera línea y talleres para distintos públicos, complementarán a Durero. Grabados 1496-1522.
La exposición en la web
En la página web oficial de Durero. Grabados 1496-1522, se habilitaran varios dispositivos multimedia que entre otras cosas permitirán a los visitantes ampliar detalles de las obras y conocer, a modo de infografías, las técnicas de grabado creadas por el artista alemán.
Esta también contará con textos académicos que abordan en detalle los temas y las obras de la exposición gratuita y abierta a todo el público bogotano.
La exposición cuenta con el apoyo del equipo de Cívico, una aplicación que hace poco reseñamos en nuestra página, con una entrevista a su directora Juliana Restrepo.
Alberto Durero. Imagen: Wikimedia.
Sobre Alberto Durero
“Lo que hace de Alberto Durero un caso extraordinario es que en él convergen todas las virtudes que debe tener un artista: imaginación, destreza técnica, innovación, originalidad, estudio, reflexión y compromiso”, explica Sigrid Castañeda, coordinadora curatorial de la exposición.
Adquirir sus cualidades como artista, así como signar de estatus su obra, no fue un acontecimiento fortuito en la vida del alemán, por el contrario implicó una formación constante e inquieta que inició desde niño siguiendo el ejemplo de su padre, Alberto Durero El Viejo, un orfebre minucioso.
Su estilo además se enriqueció a partir de varios viajes a Italia, el primero de ellos a Venecia, en donde entonces se encontraban activos tres figuras determinantes del renacimiento italiano: Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Andrea Mantegna.
A partir del ejemplo de estos maestros, Durero incorporó en sus obras la delicadeza en la línea, el dominio de la proporción y la maestría en el manejo de la luz y la sombra, cualidades que en adelante fueron un sello inconfundible de sus obras.
Consagrado como un artista de renombre y establecido en Alemania, Durero se dedicó por completo al grabado. En un momento en el que la imprenta era todavía una invención reciente, los grabados de Durero facilitaron la circulación de imágenes que daban cuenta de las grandes preocupaciones espirituales de la época, en otras palabras, el artista logró que estos fueran comprensibles para una población que entonces era en su mayoría iletrada.
Alberto Durero. Melancolía I, 1514. Buril. Una estampa 239 x 168 mm. Imagen cortesía de Banrepcultural.
Más información: banrepcultural.org/blog/noticias-de-la-actividad-cultural-del-banco-de-la-rep-blica/113-grabados-de-durero-en-bogot