Mabiland, jazz y poder femenino
El sonido de Mabiland combina una voz potente y letras de amor y dolor con samplers de jazz y músicas del mundo. Uno de los proyectos para poner el ojo y el oído en Medellín.
En silencio, sin avisarle a nadie más que a sus amigos y familiares, Mabely Largacha le dio forma a su proyecto sonoro. De esta manera, dejó a un lado su nombre de pila y comenzó a llamarse Mabiland. Sin pretensiones, subió a Youtube 5 tracks que componen su primer EP titulado ‘Ciclos’.
Mabiland nació en Quibdó, entre canciones de Ella Fitzgerald y Nina Simone que contrastaban con los sonidos pacíficos y tropicales que se escuchaban en las casas vecinas. En una ocasión, le regalaron un LP de Louis Armstrong que no tenía donde sonar, hasta que se encontró un toca discos y en el instante en el que la aguja rayó el acetato, se dio cuenta que la música era su camino.
A los 12 años comenzó a escribir poesía, animada por su madre quien ha sido su mentora y guía, la culpable de que se enamorara perdidamente del jazz y la escritura. En el 2013, Mabiland llega a Medellín para comenzar su carrera de Comunicación Audiovisual, y en el Valle del Aburrá, se encontró con más sonidos y personas que alimentaron sus ganas de hacer música. Una de ellas fue Alexander Zapata, quien se convirtió en el productor de este sonido que hoy le cuesta definir y enmarcar en géneros y categorías.
Mabiland camina con su chaqueta de cuero por las calles de Medellín, y se encuentra en ellas inspiración para seguir cantando y construyendo sueños sonoros. Su sensibilidad al arte; la palabra, la imagen y el sonidos, hacen que su proyecto esté en constante evolución y encuentre siempre caminos por donde andar.
El sonido de Mabiland, es sinónimo de empoderamiento femenino, una voz que le hace falta al universo musical paisa al que pertenecen proyectos como Aghata I, Merlotte, Mary Hellen, Latifa Reggae, entre otros.
Escuchen aquí el "Ciclos" el EP de Mabiland: