Los diferentes viajes de 'Anna'
El cine es un viaje, un vehículo de la imaginación que logra entretenernos, cuestionarnos y por supuesto reflejarnos en una gran pantalla, y es precisamente, el viaje, no sólo exterior, sino interior, el protagonista de una historia, necesaria para la retina, para el pensamiento y para el corazón: “Anna”, la ópera prima de Jacques Toulemonde Vidal.
Anna, interpretada por Juana Acosta, vive en Francia, está separada de su esposo y en una acción desesperada por quedarse con la custodia de su hijo, decide viajar con el niño y su compañero afectivo a Colombia. En medio de ese viaje, aparecen los familiares de la protagonista y una serie de fantasmas que habitan en su cabeza, de esa forma, la travesía se convierte en un camino lleno de luces y sombras.
Jacques Toulemonde, el director, ha logrado crear un historia inolvidable, bien construida, narrativa e interpretativamente, con una Juana Acosta magistral, “Anna” sin duda, logra transportar al espectador a los diferentes paisajes que conforman lo humano, con el acertado toque de lo cotidiano como garantía de una historia con la cual nos podemos identificar.
“Anna” forma parte de esa nueva generación cinematográfica colombiana necesaria para entendernos, no solo como grupo social, sino como individualidades que están en constante viaje. Tenemos nuevo buen cine.
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