Así nos recibió el Sónar en Barcelona
Seguimos en el festival de música electrónica, viviendo una fiesta llena de leyendas y nuevos exponentes de los sonidos y la cultura, hecha entre almas y máquinas.
Por @godriguez.
Fotos: John Rojas U.
Por fin me puedo abrir un poco la camisa y quitarme las medias, tenía esto en la punta de los dedos desde hace seis horas. Siento que el calor de 27 grados centígrados llega como premio a la paciencia.
Llegué a Madrid a las 10:00 a.m junto a mi compañera de vida y sueños musicales, y salimos corriendo para Atocha, estación de trenes para abordar el de las 12:40 p.m. Qué bonito que es viajar en tren, menos espera y hasta dos minutos antes de la partida uno puede abordar, sin filas y de una forma más romántica.
Dos horas después llegamos a la bella estación Sants de Barcelona, muy cerca de la Plaza España, justo al lado de la nueva sede del Sónar Día.
Tenemos que salir corriendo a la Carrer Margarit, en POble Sec, hermoso barrio que queda por la Av Pararel. Allí nos espera Vanesa, una gran amiga que abre su corazón y su casa (piso en España) para acoger a los enamorados... del Sónar.
Luego de una corta, pero calurosa bienvenida, nos montamos en dos bicicletas y nos vamos rumbo al Sónar Día, a la sala de prensa para recibir la acreditación y empezar este soñado recorrido.
Comienza la acción
Son cinco escenarios musicales, cada uno con un componente especifico en donde cabe la experimentación, lo vanguardista, lo cercano al pop, los nuevos talentos y el baile.
También existe un espacio llamado Sonar +D, un congreso internacional sobre creatividad y tecnología enfocado a las oportunidades de negocio al rededor de la cultura digital. El Sónar +D también se define como un encuentro interdisciplinario e intersectorial en el que participan miembros de las industrias creativas, tecnológicas y culturales.
Lo primero que vemos es a MØ (Dinamarca), uno de los nombres más mencionados en los últimos tiempos en el mundo sonoro. Es una bella mezcla musical que solo se puede engendrar en la zona nórdica de Europa.
Cambiamos de escenario y de ritmos. Nos internamos en el Sónar Hall para ver y enamorarnos de la pulcritud sonora de Nils Frahm, pianista danés, que nos recuerda mucho a la parte acústica de Tristano. Ya con este concierto me vuelve la energía la cuerpo, porque ha sido un viaje largísimo.
Después de una pausa, nos vamos al Sónar Dome y vemos a Koreless (Ingalterra), un live que lo deja a uno con la boca abierta. Es mi segundo "top" del día y solo hemos visto tres de los 29 shows que tiene para hoy el Sónar Día.
Y nos quedamos ahí mismo porque siguen los legendarios Chris And Cosey (ex-Throbbing Gristle, de Inglaterra), pioneros de la música Industrial. Son una de esas cosas que jamás en la vida uno alcanza a imaginarse que va a ver.
Corremos para poder ver los primeros minutos de Trentemoller, otro danés en el festival y en nuestro día. Este señor ha sido uno de los productores más importantes de los últimos 10 años. Ha trabajado con Depeche Mode, The Drums y Blonde Red Head, entre una larga lista.
Son las 9:30 pm y la luz del día sigue intacta. El calor ya bajó y nos preparamos para la última presentación del Sónar Día. Nada más y nada menos que el debut del nuevo trabajo audiovisual de Richie Hawtkin (Plastikman).
Este señor, proveniente de Canadá, es una de las leyendas del techno y la música experimental. En noviembre del año pasado se fue para Nueva York y en el Museo Guggenheim presentó el nuevo formato audiovisual y espacial de su música. Objekt es su nuevo disco, y tuvimos la fortuna de escucharlo en premier mundial, en exclusiva.
Es casi media noche, y menos mal hoy no tenemos Sónar Noche porque las piernas ya no dan. Aún así, creo que tendremos tiempo de caminar un poco, y de pronto coger impulso para ir al Off Sónar, que básicamente es otro festival, con más showcases y eventos por toda la ciudad con los grandes nombres de la escena electrónica independiente.
Todo esto es como un mundial de electrónica. OFF.